Calaceite, un apacible y encantador pueblo ubicado en la región de Matarraña, ha sido mucho más que simplemente un destino rural para descansar. A lo largo de los años, sus calles empedradas y su ambiente tranquilo han atraído a algunas de las mentes literarias más destacadas del siglo XX. No sorprende que los lugareños llegaran a compararlo con la ONU al ver pasar por sus rincones a figuras tan relevantes como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes. También pasaron por esta hermosa población Carlos Fuentes, Jorge Edwars, Alfredo Bryce Echenique, Juan Marsé o Mauricio Wacquez (editor de la editorial Bruguera y parte activa de la llamada «Gauche Divine» de Barcelona); del mundo del cine como Luis Buñuel, Carlos Saura o Geraldine Chaplin; o arquitectos como Ricardo Bofill.
La intensa concentración de intelectuales, editores, y escritores de los movimientos más influyentes del mundo hispanoamericano, junto con poetas consagrados y emergentes, pintores y directores de cine, generó en Calaceite una vorágine artística de tal magnitud, con intercambios creativos tan ricos, que el pueblo llegó a ser conocido como “El Cadaqués de Aragón” y, a nivel internacional, como “El pueblo donde convivieron los autores del Boom”.
Este rincón aragonés, con sus casas construidas en piedra dorada y techos rojizos, fue el refugio preferido de José Donoso, el renombrado escritor chileno que halló en Calaceite la inspiración y tranquilidad necesarias para enfrentar sus conflictos internos. El escritor habla de Calaceite y sus milagros en su novela «Casa de campo», y en su poemario «Poemas de un novelista». Su hija, Pilar Donoso, plasmó la esencia de aquellos días en su obra “Correr el tupido velo”, donde describe Calaceite como un “pueblo de piedra, teja y campanario. Una isla entre un mar de viñas y olivares”.
En una entrevista con Notimex, el poeta, escritor y director de cine español Emilio Ruiz Barrachina, aseguraba que “la importancia literaria y cultural que en general tiene Calaceite es que a partir de los años 70 allí se fue a vivir José Donoso y se llevó a algunos de sus amigos que todavía estaban en Barcelona como Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa”.
Esta descripción resulta sumamente acertada. Calaceite se destaca como una joya incrustada en el paisaje circundante, rodeada por extensos campos donde los viñedos y olivares cambian su tonalidad según las estaciones del año.
El campanario, visible a lo lejos, marca el ritmo de la vida en un lugar donde parece que el tiempo se ha detenido. Es sencillo imaginar a estos grandes escritores paseando por sus calles, compartiendo ideas y dejando que la tranquilidad del entorno nutra su creatividad.
Para los aficionados a la literatura y la historia, Calaceite no es solo un destino turístico, sino un sitio sagrado donde las palabras de estos autores aún resuenan en el ambiente. Aquí, entre las antiguas piedras y los olivares centenarios, surgieron algunas de las obras más destacadas de la literatura latinoamericana.
Visitar Calaceite va más allá de una simple escapada; representa una oportunidad para recorrer los mismos senderos que en su momento transitaban García Márquez, Vargas Llosa y Fuentes, y experimentar la inspiración que ellos encontraron en este pueblo tan especial.