La empresa aragonesa OMB Broadcast, especializada en sistemas radiantes y transmisores de radio y televisión, lleva casi 40 años dedicada a la fabricación, desarrollo e innovación tecnológica de estos equipos que vende en más de 90 países. Precisamente, fue la pasión por la radio lo que hizo posible la creación de OMB Broadacast. La unión de José Antonio Ormaz, dedicado a la fabricación de pequeños emisores, y del ya fallecido Julián Muro, exdirector de radio Zaragoza, fue el detonante para crear una empresa que ya nació con una dimensión y vocación internacional desde el primer momento. Un trabajo que ha sido premiado recientemente ya que la firma ha sido reconocida como Empresa del Año en los premios Sociedad de la Información que concede el Colegio de Ingenieros de Telecomunicación de Aragón (COITAR).
En los inicios, OMB Broadcast fabricaba pequeñas emisoras de radio y televisión de ámbito local y nacional. Un mercado en el que era difícil penetrar porque cuando nació OMB la expansión de la FM era muy limitada en España, solo a grandes empresas de información cercanas a la capital de España que ya contaban con fabricantes y proveedores con los que tenían establecidas unas relaciones comerciales sólidas. Es ahí, donde OMB y sus fundadores vieron que orientarse al mercado internacional era la mejor opción ya que no existían tantas empresas dedicadas a esta fabricación.
“Empresas que fabricaran radios no había tantas. Había muchas en Italia (país donde nació la radio) y ahora también en Francia, pero no había fabricantes de un producto medio, para un público que busca una calidad digna pero su alcance. Vimos que quedaba el resto del mundo para vender esta tecnología”, explica Manuel Sancho Cebrián, quien fuera director de fábrica durante 18 años y actual director de ventas.
Con esta premisa iniciaron relaciones con Latinoamérica. “Se empezó por países como Perú o Bolivia, por la cercanía del idioma”, cuenta Sancho. Con los clientes de estos países se mantenía comunicación por telex y no fue hasta los años 90 que OMB decidió abrir su propia delegación comercial en Estados Unidos. Entonces empezó una expansión vertiginosa por Latinoamérica, Centroamérica, Islas del Caribe, etc. “Muchos países se fiaban más de una empresa estadounidense, y esa sede nos daba la proyección internacional que desde España no teníamos”, recuerda Manuel. La llegada de Internet se encargó de acelerar todavía más la expansión y la empresa creció en clientes en Asia, Sudesteasiático, Oriente Medio, África, América (de norte a sur), etc.
Así, poco a poco una empresa española fue posicionándose en el mercado internacional de los transmisores de radio y televisión. Ahora, con clientes en más de 90 países ha conseguido hacer marca España por todo el mundo gracias a la alta tecnología y la innovación constante. “Vender alta tecnología con el sello ‘made in Spain’ cuesta mucho, cualquier cosa que ponga USA se vende mejor. Durante todo este tiempo hemos tenido que luchar con esto, por ejemplo, Italia es un merado potentísimo en este terreno y tienen instalados una aureola de calidad y diseño que nosotros no hemos sido capaces de generar”, apunta Sancho.
Ahora, la sede española de OMB Broadcast factura más de millón y medio de euros (sin incluir la facturación de la filial en USA) y da empleo directo a 13 personas en España, a la vez que genera puestos indirectos alrededor de la empresa. “Con el paso del tiempo se ha externalizado gran parte de la producción y esto nos genera un vínculo con empresas: torneros, ensambladores, dobladores, cortadores de chapa…” dice el director de ventas.
De hecho, desde OMB se han planteado en alguna ocasión establecer una nueva sede en Singapur para mejorar la calidad de la atención a Asia, pero por el momento han decidido no tener presencia en primera persona, sino trabajar con distribuidores que representan a la marca.
Transmisores del Vaticano al desierto
A lo largo de estos años, OMB Broadcast ha instalado 14.000 sistemas radiantes, 10.000 emisores de FM y 2.000 transmisores y reemisores de señal de televisión. Son proveedores del Vaticano, donde fabrican transmisores para las miles de emisoras de la iglesia católica a lo largo y ancho del mundo. “Somos proveedores del Vaticano de muchas cosas, facturamos más transmisores, pero todos los meses sacamos material para el Vaticano, ya que es un centro de distribución a lugares como Islas Galápagos o Burundi”, explica. Además, desde los años 70 han trabajado también en el sector en Cuba, Venezuela, o para grandes cadenas como la CNN.
OMB dispone de las certificaciones internacionales más prestigiosas de Europa y Estados Unidos, que avalan y certifican la alta calidad y prestaciones de sus productos para operar en el mercado de las telecomunicaciones, tales como el ETSI (European Telecommunication Standard Institute) o el FCC (Federal Communication Comission). Además, cuenta con el certificado de Sistema de Gestión de Calidad ISO 9001:2008.
Algunos de todos estos sistemas los han creado para ser instalados en situaciones ambientales extremadamente adversas, desde frío a calor. “Nosotros fabricamos los equipos que cumplen una serie de estándares, pero también los hacemos a demanda del cliente; nuestro background nos permite ofrecer este tipo de soluciones”, comenta Sancho. Por ejemplo, para el Sultanato de Omán los aparatos tienen que resistir temperaturas de -10ºC a 55ºC y estar adaptados a problemas de acortamiento de la vida útil que pueden venir derivados del desierto. En cambio, en las zonas tropicales o selvas, se aplica un tratamiento concreto para evitar la corrosión. Gracias al éxito de su trabajo han podido consolidar la marca aragonesa alrededor del mundo.