En una iniciativa pionera que promete marcar un antes y un después en la promoción del patrimonio cultural en Aragón, la empresa Eboca, líder en el sector de diseño y equipamiento de zonas de descanso, ha unido fuerzas con el Museo Diocesano de Huesca. Esta colaboración estratégica busca no solo aumentar la visibilidad del museo, sino también ofrecer una experiencia cultural enriquecedora y accesible al público general.
Anunciada el 6 de marzo de 2024, esta asociación es un claro ejemplo de cómo el compromiso empresarial puede servir de puente hacia la cultura y el arte. Eboca, conocida por su innovación y calidad en servicios de vending, ha lanzado una colección especial de 200.000 vasos distribuidos a través de sus máquinas en Aragón y Lérida. Lo que distingue a esta colección es su diseño, inspirado en las emblemáticas obras de arte sacro albergadas por el Museo Diocesano de Huesca, entre ellas el autorretrato de Damián Forment y el púlpito de la antigua sala de la Limosna.
Cada vaso se convierte en un portal hacia la historia y el arte, ofreciendo no solo una representación gráfica de las obras sino también información detallada accesible a través de códigos QR. Esta estrategia de divulgación busca despertar el interés por el patrimonio cultural y animar a la población a explorar más de cerca las riquezas del museo.
Además, la alianza se complementa con un concurso en redes sociales que promete ampliar el alcance de esta iniciativa. Los participantes tendrán la oportunidad de ganar una suscripción anual a la Asociación de Amigos del Museo Diocesano de Huesca, lo que abre la puerta a una serie de beneficios exclusivos, incluyendo acceso gratuito al museo y la catedral, descuentos, visitas especiales, y mucho más.
Esta colaboración entre Eboca y el Museo Diocesano de Huesca no es solo una muestra de responsabilidad social empresarial, sino un modelo a seguir en la promoción de la cultura y el arte. Al combinar la innovación tecnológica con la riqueza histórica y artística, esta iniciativa ofrece una nueva vía para acercar el patrimonio cultural a la comunidad, demostrando que la colaboración entre el sector privado y las instituciones culturales puede generar impactos positivos y duraderos.
A través de vasos de vending, Eboca y el Museo Diocesano de Huesca nos invitan a redescubrir la historia y el arte de una forma única y accesible, reafirmando el valor del patrimonio cultural en la construcción de una sociedad más informada, conectada y apreciativa de sus raíces.