Carles Tamayo es el joven catalán de 27 años que se embarcó en esta odisea youtuber hace unos años hasta la actualidad, momento en el que alcanza la friolera de medio millón de suscriptores. Conocido por su interés en las sectas, hace dos años logró infiltrarse en la iglesia de El Palmar de Troya, hito que marcó su popularidad y que dio lugar a una serie compuesta por 15 capítulos y publicada en YouTube. La última de sus hazañas ha consistido en destapar una presunta estafa piramidal que captaba a jóvenes por Internet.
El documental de su homólogo Wismichu, ’Vosotros sois mi película’, fue el desencadenante inmediato para que el joven youtuber se aventurara en esta plataforma. Fue así como abandonó su anterior trabajo de edición de vídeos para celebraciones de diversa índole, medios como Cataluña Radio, diversos blogs… En definitiva, “lo que salía”: “Trabajaba muchísimo y cobraba muy poco”. Una situación que difiere bastante de la actual, en la que funciona como una empresa y da trabajo a dos personas más para las tareas de edición y producción de las piezas audiovisuales.
“El problema de los medios de comunicación tradicionales es que están desconectando de la gente joven”, así respondía el creador de contenido, recientemente invitado al XXIII Congreso de Periodismo de Huesca. Consolidado ya en la plataforma, Tamayo reivindica la presentación del término youtuber en los medios de comunicación, dejando de lado los eufemismos: “Mi abuela siempre que oye hablar de youtubers es por polémicas. Todo es malo”. En este contexto, Tamayo pone de manifiesto la forma en que los medios de comunicación hablan peyorativamente de esta profesión, tratando de evitar su uso cuando es para aspectos positivos.
Irrupción de nuevos creadores de contenido: ¿Amenaza o oportunidad?
La dicotomía que se plantea sobre si los nuevos comunicadores constituyen una amenaza o una oportunidad para la profesión periodística representa un tema de debate en numerosos foros. Tamayo, sin embargo, lo tiene claro: “Los medios tradicionales se pueden nutrir mucho de los medios online, y viceversa”. De este modo, el youtuber trata de crear muchas sinergias entre sus canales y los medios clásicos, declarando que es “recíproco” y ambos pueden beneficiarse de este intercambio.
El joven de la gorra roja al revés como emblema ya vislumbra en el horizonte nuevos proyectos. El próximo comenzará el 1 de abril, día programado para volar a Moldavia. Financiado desde 0 por la plataforma de podcast Podimo, desde allí tomará forma un producto cerrado de 10 capítulos en los que se cubrirán los movimientos de población en un terreno en conflicto como es la frontera ucraniana. Todo esto supone estar un paso más cerca del sueño de Tamayo: llegar a ser director de cine. Aunque ahora está trabajando en un dossier de un proyecto documental para alguna plataforma más grande como Netflix o HBO, el proyecto de ficción queda por el momento relegado para más adelante, y asegura que todo debe ir “paso a paso”.
Youtubers marca aragonesa
Son muchos los youtubers natales de Aragón cuyos canales alcanzan cifras desorbitadas de suscriptores. Tiparraco, Kajal Napalm, Minecraft Zaragoza o ByViruszz son tan solo algunos ejemplos sonados. Como asegura Tamayo, constituyen una valiosa herramienta para promocionar productos autóctonos y generar mayor influencia local.