En Huesca, la 43ª edición del Congreso Anaporc reúne a más de 500 profesionales del sector porcino, en una cita clave para el futuro de esta industria en España. Hasta el 10 de octubre, expertos y representantes del sector debatirán temas fundamentales, como el plan estratégico a cinco años que marcará la evolución de la producción porcina en el país, un sector en el que Aragón ocupa el primer lugar a nivel nacional, con Huesca como uno de los principales núcleos.

El presidente de Anaporc, Juan Grandía, destacó la importancia de la renovación continua para adaptarse a las nuevas demandas y retos. Grandía señaló que las explotaciones porcinas han realizado grandes avances en los últimos años, aunque subrayó la necesidad de continuar innovando. “El futuro pasa por mantenernos actualizados, ya que las exigencias no solo provienen de las administraciones, sino del consumidor, que cada vez es más consciente y exigente en términos de sostenibilidad y bienestar animal”, apuntó.
Uno de los temas recurrentes en el congreso es la adaptación a las normativas europeas y nacionales. Aunque el sector ha demostrado una gran capacidad para cumplir con las nuevas regulaciones, Grandía aprovechó la ocasión para pedir mayor comprensión y apoyo por parte de las administraciones. “Tenemos una gran colaboración con la administración, pero necesitamos que nos traten con más cariño, ya que las exigencias son cada vez mayores”, señaló el presidente de Anaporc.
Además, enfatizó la importancia de mejorar la comunicación con la sociedad para cambiar la percepción negativa que a menudo se tiene del sector. “Nos ven como terroristas medioambientales, cuando en realidad nos esforzamos por cumplir con las normativas ambientales, reducir la huella de carbono y garantizar el bienestar animal”, comentó. Grandía reconoció que uno de los retos pendientes es acercar los avances del sector a la sociedad para mejorar su imagen.
Uno de los temas que más preocupa a los profesionales del sector es la reciente decisión de China de imponer aranceles a la carne de porcino europea. Este país sigue siendo uno de los principales consumidores de cerdo español, por lo que cualquier cambio en sus políticas comerciales podría tener un impacto significativo en el sector. “Estamos preocupados por cómo esto puede afectar nuestras exportaciones”, reconoció Grandía, aunque confía en que se encuentren soluciones para mitigar el impacto.














