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20 septiembre 2024

El Pirineo, más allá de la nieve: turismo para todos en un espacio único

El territorio altoaragonés cuenta con una amplia oferta turística para ofrecer no solo actividades deportivas relacionadas con la estación invernal, sino durante todo el año y para todos los públicos. Aventura, gastronomía y patrimonio son algunos de los grandes atractivos del entorno.

El Pirineo es nieve, pero también es mucho más que eso. Aunque uno de sus atractivos más populares siguen siendo sus estaciones de esquí, que cada año atraen a miles de visitantes a la zona, la cordillera cuenta con muchos más acicates para disfrutar durante todo el año y adaptados a todos los gustos. Una apuesta que, además, en los tiempos actuales de incertidumbre ante el cambio climático, resulta inteligente y muestra la riqueza de un entorno único.

Ejemplo de su potencial -y de su realidad- es que, hace unos pocos meses, Huesca La Magia, la marca de promoción turística de la Diputación Provincial de Huesca, recibiera el premio a mejor destino de turismo de aventura de Europa en los World Travel Awards, considerados los ‘Oscar del turismo’, que se celebraron en octubre.

A quien conozca el Pirineo, sin embargo, no le resultará extraño este reconocimiento, dadas las posibilidades que ofrece al visitante que busca la aventura. Circuitos para bicicleta de montaña, senderismo, parapente, deportes de agua, un Parque Nacional como el de Ordesa y Monte Perdido, el Aneto y el resto de ‘tresmiles’ altoaragoneses… Además de otros proyectos que se incorporan al abanico de la provincia.

Un tobogán en la montaña

Uno de ellos es el tobogán de tres kilómetros de longitud y 700 metros de desnivel que se diseña en Panticosa. Este municipio, ampliamente conocido por su estación de esquí, es un ejemplo de adaptación a un turismo que trasciende la nieve, sin perder de vista la riqueza que ofrece su enclave invernal.

Su alcalde, Jesús María Uriz, cuenta a Go Aragón que el del tobogán es un “proyecto estrella” para el municipio, que trae al Pirineo aragonés un tipo de instalación que ya funciona con éxito en países como Austria o Suiza. De la iniciativa, actualmente en exposición pública, espera que se empiece a construir este año, en los meses de abril o mayo, y que pueda estar listo antes de finalizar 2024 o en la primavera del año que viene. “Va a ser muy importante”, destaca Uriz sobre este proyecto incluido en el Plan Pirineos, con el que el Ejecutivo autonómico busca dinamizar social y económicamente los valles de las cuatro comarcas más septentrionales de Aragón.

Pasarelas en Panticosa. FOTO: hormigas_x_elmundo
Pasarelas en Panticosa. FOTO: hormigas_x_elmundo

El tobogán de Panticosa se unirá así al catálogo de un entorno que, relata el regidor, ya desde hace años busca diversificar su oferta. Las rutas de senderismo diseñadas por la zona, sus pasarelas o los circuitos de descenso de bicicleta de montaña son algunos de estos atractivos. Estos últimos, además, utilizan las telecabinas de la estación invernal para realizar el ascenso, lo que supone una ventaja frente a otros lugares en los que hay que subir el equipo con un todoterreno. “Hay muchísimos aficionados al descenso en bicicleta de montaña que vienen a Panticosa por la gran ventaja de poder subir en la telecabina”, apunta Uriz. De hecho, la localidad ya ha acogido certámenes nacionales y, ahora, aspira a celebrar un campeonato del mundo.

Ese funcionamiento estival de las telecabinas, por cierto, también resulta un atractivo para el turista veraniego que quiere disfrutar de los lagos que aguardan en las alturas. Y, más allá, la belleza del mismo pueblo o su balneario son otras de las sorpresas que aguardan al recién llegado. “Tenemos una oferta muy diversificada; aquí puede venir el turista y en tres o cuatro días no repetir cada una de esas experiencias, lo cual es muy interesante”, resume el alcalde de un municipio que busca continuar en la línea de ofrecer alternativas y experiencias durante todo el año.

El escenario flotante de Pirineos Sur.
El escenario flotante de Pirineos Sur.

La música como reclamo

Además de la naturaleza, la oferta cultural también está en la agenda turística altoaragonesa. Uno de los casos más paradigmáticos es el festival Pirineos Sur, que se celebra en Sallent de Gállego en plena temporada veraniega y que en sus treinta ediciones ha llevado al embalse de Lanuza las mejores músicas del mundo. El primer edil del municipio, Jesús Gericó, define a este festival como “el mejor escaparate que puede tener Sallent”. Una propuesta musical y natural que, entre otras virtudes, cuenta con un escenario flotante único.

Gericó también destaca de la localidad su preparación para acoger visitantes en verano y el abanico de posibilidades que les ofrece: una ubicación privilegiada, muy cerca de la frontera con Francia, las excursiones que se pueden realizar en su entorno natural, como al pico Balaitús o al Anayet, las actividades acuáticas para practicar en el embalse… “Es un sitio para poder disfrutar vacaciones en familia perfectamente”, afirma.

En su relato, el regidor saca a colación una cuestión cada vez más presente, el acusado calor en verano y cómo muchas personas buscan refugios climáticos para pasar sus vacaciones. En ese contexto, el Pirineo aragonés se postula como una opción perfecta, gracias a su naturaleza, su clima y su preparación para recibir visitantes. Sobre esta cuestión, recuerda Gericó que fue a partir de la pandemia cuando muchas personas conocieron la montaña como alternativa a la playa para disfrutar del verano. “Se dieron cuenta del encanto que tiene el Pirineo como tal, ha sido un descubrimiento”, apostilla.

Sallent de Gállego. FOTO: Lorena Gonzalvo
Sallent de Gállego. FOTO: Lorena Gonzalvo

El tesoro de la gastronomía altoaragonesa

Un descubrimiento que se suma a otras posibilidades de la zona como su gastronomía, con establecimientos como Vidocq, en Formigal, a muy poca distancia de Sallent. En esa oferta culinaria, la provincia atesora cuatro estrellas Michelin, dos de ellas, en pleno Pirineo. Una, la que ostenta el Callizo, en Aínsa, y otra, la recientemente lograda por Canfranc Express, el restaurante de la mítica estación de tren de Canfranc que es, por cierto, otro de los grandes atractivos pirenaicos.

Entrada de la Estación Internacional de Canfranc.
Entrada de la Estación Internacional de Canfranc.

Ese gusto por la buena cocina de la provincia también se expande a la capital, que cuenta con dos negocios con estrella Michelin, (Lillas Pastia y Tatau) y una ruta del dulce con profesionales como Raúl Bernal, elegido mejor maestro chocolatero de España en 2023. Un éxito al que recientemente se ha sumado el cosechado por la chef Iris Jordán, quien se ha llevado el primer premio del Campeonato Oficial Hostelería de España – Tapas y Pinchos celebrado en el contexto de Madrid Fusión. La cocinera, precisamente, trabaja en pleno Pirineo, en el restaurante Ansils, del municipio de Anciles.

Gastronomía, patrimonio histórico como el que aguarda en rincones como Jaca o Aínsa, y natural, aventura, nieve… el Pirineo es, en resumen, un lugar para disfrutar en cualquier época del año, tanto para los foráneos como para los locales, pues, como afirma Gericó: “El potencial de Aragón es mucho más importante de lo que los aragoneses creemos”.

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