Sofía, ¿cómo comienzas a dedicarte al mundo educativo?
Fui una niña muy movida, muy inquieta, muy creativa. Estudié Bachillerato artístico y estudios de arte. A los 21 años, cuando estaba fuera del ámbito escolar, me di cuenta que faltaba mucho el tema de creatividad en los colegios. Se me ocurrió diseñar un dossier para ofrecer talleres creativos y temas artísticos en la escuela. Me encontré con una situación curiosa en un colegio de Zaragoza. La directora me dijo que le encantaban mis talleres pero que en ese momento estaba con un problema muy serio con las madres de la APA que atendían el servicio de transporte escolar, porque en ese momento, hace 30 años, no existían los monitores de tiempo libre. Me pidió si le podía diseñar algo y darles una contratación más seria. Yo diseñe un servicio más educativo, ya que el colegio empieza en la ruta escolar. Formalicé un puesto de trabajo, diseñamos cursos de formación de auxiliar de escuelas infantiles, etc. Empezaron a llamarnos de un montón de colegios de Aragón y me encontré que de mayo a septiembre estaba contratando a 600 personas, no solo para transporte, también para apoyo en los comedores, y pusimos en marcha diferentes actividades extraescolares, porque nadie encontraba ese servicio. Yo me encontré un océano azul y con gran satisfacción se puso en marcha Grupo MT.
¿Qué es entonces Grupo MT?
Empresas de gestión de extraescolares hay muchas, y las extraescolares tienen muchos temas: idiomas, tecnológica, medio ambiente, arte… Nosotros nos complicamos un poco más y empezamos a trabajar directamente cada una de las temáticas y nos especializamos muchísimo en medio ambiente. En Zaragoza tengo el honor de haber creado el Centro de Documentación del Agua con el Ayuntamiento de Zaragoza.
¿Qué os diferencia de otras empresas de extraescolares?
Desarrollar, investigar y desplegar muchos proyectos de innovación en cada una de esas temáticas. Hemos llevado muchos proyectos europeos. Se desarrolló un itinerario virtual para el Museo de Zaragoza, un portal de documentación para la infancia desarrollado con Save the Children. Desde el 2000 nos empezamos a desarrollar en la formación a distancia y ahora trabajamos tanto en online como en presencial. Hemos estado muy inquietos siempre, o al menos yo, con la transformación metodológica en el sector educativo. Hace 10 años empezamos a ver cómo la tecnología iba a llegar, y cómo sin metodología no iba a funcionar. Veíamos que el sector docente estaba muy inquieto en nuevas formas de llegar al alumno, era un buen reto. Y hace 10 años tuve la gran suerte de poder aplicar todo esto en un nuevo modelo pedagógico en el Colegio San Gabriel de Zuera, cuyos titulares son los Padres Pasionistas, muy abiertos a un nuevo modelo pedagógico. Ahora el centro sale en varias listas de los 20 mejores de España.
Utilizáis el modelo Flipped Classroom, y sois pioneros en España.
Sí, nace en Estados Unidos de aquellas escuelas con absentismo escolar. El origen surge de cómo llegar al niño y no de que el niño tenga que trasladarse al colegio. El modelo se basa en anticipar los contenidos el día de antes, para que el alumnado venga con la clase contextualizada en su cabeza y sepa de lo que se va a hablar en clase. Se puede trabajar sin tecnología y se puede hacer de forma más o menos creativa, pero es cierto que el modelo nos ayuda a llegar al alumno. Cuando llega a clase, el tiempo del profesor con el alumno gana en calidad porque lo utiliza para resolución de problemas, trabajo en equipo con ellos… es un modelo que hace de paraguas, pero que tiene que ir acompañado de un aprendizaje basado en proyectos, de un trabajo cooperativo y donde se trabajan mucho las soft skills. Lleva aparejado otro tipo de metodologías como la gamificación.
¿Qué valoración hacéis del modelo?
En 10 años nos hemos dado cuenta que se genera otro tipo de ambiente en el centro. Han venido muchas personas y todas nos dicen eso. Para nosotros la valoración ha sido muy positiva.
Esto ha llevado aparejado un cambio de la cultura digital del centro.
Sí, yo empiezo a ver que implanto la cultura digital en el centro en todos los sentidos, en cuanto a tener los recursos de los profesores en la nube, a formar a los docentes no solo en el manejo de dispositivos, también en que tienen que empezar a evaluar de otra forma… Desde el principio yo empecé a formar en competencias digitales y a generar una base de profesionales, docentes en activo que son amantes de esta transformación metodológica en nuestro país.
¿Hay profesores que empiezan a llamarte para transformar su centro siguiendo tu metodología?
Sí, los colegios que se van dando cuenta de nuestra labor se ponen en contacto con nosotros y quieren que les ayudemos en su transformación metodológica. Es un cambio que hay que liderar con fuerza y que tiene unos identificadores que hay que seguir. Voy acompañando equipos en estos primeros pasos de metodología y recurso tecnológico. Con el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) descubro una serie de equipos que están trabajando en esta línea. No es solo poner una herramienta digital delante de un profesor, se empieza a certificar a los profesores sus competencias digitales, también en alumnos o la ciudadanía digital.
Eres presidenta de la Fundación Bias, implicada en el desarrollo de programas para la innovación educativa. ¿Qué modelos se crean?
Hace 6 años fundo la Fundación Bias. Tiene tres pilares el acompañamiento a la transformación metodológica y digital a centros; la innovación y la divulgación de todos los trabajos y la investigación. Empezamos la organización de congresos internacionales en torno al Flipped Classroom, hemos tenido figuras de primera línea en torno a esta figura y hemos firmado una serie de convenios con la Universidad de Zaragoza y la Universidad San Jorge y que terminan cuando se ponen en contacto con nosotros Google y Microsoft. Con Google somos el tercer partner europeo metodológico y con Microsoft somos partner profesional en la parte metodológica. Empezamos a desarrollar un itinerario formativo para la formación de un docente en competencia digital. Así nace un portal que es Escuela de competencia digital.
¿A cuántos centros habéis formado ya?
Bufff, muchísimos. Hemos analizado las competencias digitales y formado en ellas a unos 12.000 docentes y ciudadanía en general. Lo que hemos notado es que antes de la pandemia suspendíamos en el análisis pero ahora ha mejorado.
¿Qué áreas abordáis en la competencia digital?
La competencia digital no es solo saber utilizar el soporte. Enseñamos alfabetización, información y datos; comunicación y colaboración (como soy competente comunicándome), creación de contenidos digitales (saber de qué fuentes), área de seguridad y protección de datos y área de resolución de problemas.
¿Cómo de formado está el alumnado en competencias digitales?
Al provenir del mundo de la extraescolar, veníamos de trabajar el pensamiento computacional con niños. Al final de sexto de Primaria creemos que tienen que tener todas estas competencias digitales identificadas, y en Secundaria creemos que en Cuarto deberían dominar las cinco áreas y que salgan a la Universidad totalmente formados.
¿Qué implicación de los padres es necesaria?
Los padres deben formarse como ciudadanía en ser digitalmente competentes. Ya ni siquiera vamos a los cajeros, hacemos bizum, sacamos entradas digitalmente… lo digital está en el día a día y nuestros hijos se mueven así hoy en día. Los padres debemos tener una mínima formación de gestión y debe empezar en la escuela. Vamos a estar en unas generaciones puente de otras y desde las AMPAS ya nos demandan charlas formativas e informativas para los padres.
Sofía, eres una de las protagonistas del libro Mujeres líderes en la educación del siglo XXI de Ana María Farré. La tuya es una trayectoria que puede servir de referente para otras mujeres en el sector educativo, un referente en el liderazgo femenino.
Me cuesta mucho describirme así. Pero si miro para atrás, no he identificado mis dificultades por que fuera mujer, he tirado desde un principio de igualdad. En el mundo educativo ya encuentras de por sí a la mujer más que al hombre. Un liderazgo femenino parte de esa humildad y de ese principio de igualdad muy identificado. Las mujeres tenemos ese punto emocional que a la hora de liderar equipos aportan ese valor importante. Es importante darle la mano a una mujer que está en tu equipo para que consiga sus fines, y esto requiere mucha generosidad, y en ese sentido la mujer lleva implícito en su ADN esa generosidad.