Con motivo del III Congreso de Educación Rural celebrado en Teruel, su ciudad natal, el presidente de Ibercaja reflexiona sobre el papel fundamental que juega la escuela rural en el futuro de los territorios menos poblados. En esta entrevista concedida a Go Aragón, subraya cómo la educación no solo vertebra el territorio, sino que puede convertirse en una herramienta clave para atraer población, fomentar el emprendimiento local y fijar talento. Además, pone en valor el compromiso histórico de Ibercaja con Aragón y el mundo rural, y defiende la necesidad de impulsar alianzas público-privadas para asegurar que los alumnos de los pueblos dispongan de los mismos recursos y oportunidades que los de las ciudades. “La educación es la palanca más efectiva de transformación social”, asegura, convencido de que la escuela rural debe dejar de verse como una desventaja y empezar a considerarse una apuesta de futuro.
¿Qué significa para para usted a nivel personal, y para Ibercaja, estar presente y apoyar la celebración de un congreso centrado en la escuela rural?
En mi caso, ilusión por la vuelta a mi ciudad natal. Es un placer hacerlo cada vez que puedo, tanto por trabajo como por motivos familiares y de ocio. Para mí es un orgullo que hayan contado conmigo para participar en la inauguración de este Congreso y estoy muy agradecido por ello a los organizadores.
Para Ibercaja, apoyar la celebración de esta iniciativa es una oportunidad que nos permite visibilizar y poner en valor nuestra vinculación histórica con Teruel y nuestro compromiso con la educación en los territorios donde estamos presentes. Hablar de escuela rural es hablar de una de las herramientas de vertebración territorial y social más efectivas que existen y, en este sentido, es muy oportuno y acertado que sea Teruel quien acoja un Congreso sobre ello.
“La educación es siempre la ‘palanca’ más efectiva de transformación de las sociedades”
Ibercaja tiene una larga trayectoria apoyando la educación. ¿Cómo definiría el papel que juega en el impulso de una educación de calidad en todo el territorio?
Las finanzas forman parte del día a día de las personas, de las familias, de las empresas… La mayoría de las decisiones que tomamos, tanto a nivel personal como profesional, tienen una repercusión financiera y por ello es tan importante adquirir conocimientos que nos ayuden a afrontar de la mejor manera posible estas decisiones.
En Ibercaja estamos fuertemente comprometidos con fomentar un mejor conocimiento de los aspectos económicos y financieros que tienen mayor impacto en las finanzas particulares de nuestros clientes, favoreciendo el conocimiento preciso de las prácticas bancarias y las consecuencias derivadas de la contratación de los productos y servicios.
Por ello, de la mano de nuestras Fundaciones accionistas, llevamos a cabo numerosas iniciativas, tanto propias como en colaboración, para acercar estos conocimientos a profesionales, empresas, emprendedores y escolares.
¿Cómo entiende Ibercaja el papel de la educación como motor de transformación social, especialmente en el medio rural?
Estamos plenamente comprometidos con el medio rural como entidad financiera procedente de una antigua caja de ahorros. No en vano, somos la única entidad presente en 100 pequeños municipios españoles y tenemos 291 oficinas (de un total de 892) en poblaciones con menos de 1.000 habitantes.
Somos entidad de referencia en el mundo rural para las explotaciones agrarias y ganaderas: con 19.000 declaraciones de PAC domiciliadas en toda España; con un 10% de los préstamos y créditos de la Entidad dedicados a estas actividades (frente al 4% de media sectorial); y mantenemos 43 convenios de colaboración con diferentes instituciones públicas y privadas que apoyan al sector agro.
En definitiva, como “sistema circulatorio” de la economía, en Ibercaja estamos plenamente comprometidos con las actividades empresariales y con las familias que residen en el territorio, prestándoles servicio “in situ” y apoyándoles en sus proyectos de inversión. Y, como todos sabemos, la actividad económica es la que genera empleo y la que fija y atrae población activa a los territorios y, por lo tanto, alumnos para las escuelas rurales.
“Las escuelas rurales son esenciales para que las familias decidan instalarse en los pueblos”
¿Qué tipo de proyectos o iniciativas impulsa Ibercaja en el ámbito educativo? ¿Hay alguno que quiera destacar por su impacto o innovación?
Nuestras Fundaciones, con el dividendo que perciben a partir del beneficio que distribuye el Banco, llevan a cabo cientos de actividad en múltiples ámbitos, entre ellos el de la educación, con publicaciones, jornadas presenciales y contenidos digitales que se ponen al servicio de la comunidad educativa.
En particular, en los últimos años, con las opciones que abren las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, todos estos contenidos que generan las Fundaciones están plenamente accesibles y disponibles para su uso en la escuela rural.
De hecho, en mi opinión, la economía digital facilita enormes oportunidades para converger en oportunidades y calidad educativa entre las escuelas rurales y las ubicadas en entorno urbanos que, entre todos los que queremos respaldar a los territorios menos poblados, hemos de impulsar y aprovechar.

En este ámbito, Fundación Ibercaja está muy comprometida con el universo educativo y seguro que, en los próximos años, continuará contribuyendo a ayudaros a los retos que enfrenta el territorio y las escuelas rurales.
¿Qué avances destacaría en la apuesta del Gobierno de Aragón por reforzar esta escuela? ¿Y qué queda aún por hacer?
Las Administraciones Públicas han de dotar los recursos tecnológicos y humanos necesarios para que la calidad del servicio educativo en el medio rural sea la más elevada posible y es lo que está impulsando el Gobierno aragonés en la escuela rural.
Hay que preparar a los chicos y a las chicas que viven en los pueblos para que puedan después cualificarse a nivel superior en aquello que consideren (presencialmente en las ciudades y / o de manera remota en los propios pueblos a través de las opciones que abren las nuevas tecnologías). De este modo, si así lo deciden, puedan aportar su talento en el porvenir a los proyectos empresariales que se desarrollen en estas zonas… o incluso poner en marcha y emprender nuevas iniciativas ellos mismos.
En mi opinión, queda pendiente, no solo en el medio rural sino en todo el sistema educativo, la adaptación de los programas que se estudian en las escuelas y en las universidades a las necesidades reales del entorno, del tejido empresarial y productivo del territorio.
El desajuste que existe en la actualidad entre la formación y capacidades requeridas por los demandantes de empleo y el que está generando las escuelas y también las universidades debe ser corregido para poder captar todo el potencial de desarrollo de la economía de los territorios.
Para avanzar, en todo ello es indispensable la colaboración público – privada que, en mi opinión, es siempre muy “fértil” y efectiva. Cuando las Administraciones Públicas y el sector empresarial sumamos capacidades, conseguimos multiplicar resultados y avanzar mucho más rápido de lo que lo haríamos individualmente.
“Hay que adaptar la formación a las necesidades reales del entorno y del tejido productivo del territorio”
La escuela rural se enfrenta a desafíos singulares. ¿Cómo apoya Ibercaja esa esencia sin renunciar a la modernización educativa? ¿Qué puede aportar para apoyar su sostenibilidad y evolución?
La colaboración y participación de Ibercaja en este Congreso es un claro ejemplo de nuestro apoyo a la educación y a la escuela rural. La educación es siempre la “palanca” más efectiva de transformación de las sociedades, puesto que permite actuar sobre la base, sobre los jóvenes que serán adultos en los próximos años y quienes se van a enfrentar a los desafíos futuros.
Por ello, hemos de luchar porque se mantengan abiertas el mayor número posible de escuelas en el medio rural porque son un elemento indispensable para que las familias que se están planteando ubicarse en pequeñas localidades se decidan a hacerlo. Constituyen un servicio esencial que contribuye a dar vida a las pequeñas localidades.
¿Cómo se incorporan los valores de inclusión, participación y comunidad —tan presentes en la escuela rural— en la filosofía de Ibercaja?
Precisamente, acabamos de lanzar una campaña de marca muy potente en el que ponemos en valor nuestro modelo de propiedad que es muy especial, diferencial y distintivo en el sector financiero. Como decía antes, el 100% del capital del Banco está en manos de cuatro Fundaciones con origen caja de ahorros; especialmente, Fundación Ibercaja cuenta con el 88% de esa propiedad.
Esta campaña representa muy bien estos valores que comentabas puesto que todo el beneficio que generamos en el Banco con nuestra actividad financiera revierte en su totalidad a las personas, a la sociedad, a los territorios donde estamos presentes a través de las acciones sociales, educativas, culturales, científicas, ambientales que llevan a cabo nuestros accionistas, las Fundaciones.
El entorno rural necesita referentes positivos. ¿Cómo se trabaja desde la entidad para visibilizar historias de éxito vinculadas a la escuela rural o al territorio?
En Ibercaja estamos muy orgullosos de nuestras señas de identidad, entre las que, por supuesto, se encuentra Aragón, somos un banco aragonés, y también la cercanía e implantación de Ibercaja en el entorno rural.
Por ello, nunca perdemos la oportunidad de “presumir” de ello allá donde vamos y de poner en valor y destacar aquellos ejemplos (que en el caso de Teruel son muchos), de profesionales, empresas, personalidades de diferentes ámbitos que han crecido aquí, proyectos que nacen y se desarrollan en este territorio.
¿Qué alianzas están generando desde Ibercaja con administraciones, centros educativos o entidades locales para fortalecer el tejido educativo rural?
En Aragón contamos con un “clima” histórico muy propicio para la colaboración público – privada, que hoy se mantiene intacto, y que ha permitido “fraguar” y consolidar proyectos estratégicos para el desarrollo de la Comunidad en las últimas décadas. Como ejemplo tenemos las estaciones de esquí de ARAMON en las provincias de Teruel y Huesca; las plataformas logísticas en las tres provincias aragonesas (en particular, PLAZA en Zaragoza); las Denominaciones de Origen vitivinícolas en las tres provincias; los secaderos de jamones y las almazaras de aceite en la provincia de Teruel; Dinópolis en Teruel, etc.
En todas estas iniciativas, me gustaría señalar que Ibercaja ha desempeñado un papel activo y dinamizador, en colaboración con el Gobierno de Aragón principalmente.
En el ámbito educativo, hay que articular también este tipo de alianzas, coordinando esfuerzos del sector público (Gobiernos de España y de Aragón) con las líneas de acción en este campo de Fundaciones privadas como Ibercaja, entidades empresariales comprometidas con el territorio como la Cámara de Comercio de Teruel, empresas del sector con vocación social como Edelvives o Grupo San Valero en Aragón, otras compañías que, por su vinculación con el territorio, deseen respaldar el desarrollo rural a través de la educación y de otras materias.
Para ello, hay que dialogar, identificar proyectos en los que se puede colaborar, ceder liderazgo y protagonismo para lograr la “intersección” de intereses entre las partes. En definitiva, todos los agentes, públicos y privados, debemos actuar con generosidad, con visión de interés general y con perspectiva de largo plazo… algo que es más fácil de decir que de lograr… pero que garantiza unos resultados estupendos y, por lo tanto, merece la pena.
Desde su experiencia, como alumno en un centro educativo en una ciudad pequeña como Teruel, ¿qué cree que necesita un niño o niña que crece en un pueblo para tener las mismas oportunidades que uno que vive en una ciudad?
Todos deben tener garantizado el acceso a los mismos recursos que en el resto de las poblaciones, empezando por contar con profesores de calidad, con escuelas que dispongan de las herramientas necesarias que garanticen una enseñanza acorde a las necesidades actuales. También que las familias estén implicadas, en el sentido de estar convencidos y comprometidos con facilitar una educación y el acceso a una escuela a sus hijos.

Para ello, es indispensable y vuelvo a apelar al compromiso y la implicación de todos los agentes a través de la colaboración público-privada.
Si pudiera lanzar un mensaje a quienes hoy dudan si criar a sus hijos en un entorno rural, ¿qué les diría como representante de una entidad comprometida con la educación?
Que lo hagan. La mejora de las formas de comunicación digital y de las posibilidades de desplazamiento físico reducen la sensación de “aislamiento” que en el pasado pudo existir para quienes optaban por quedarse a estudiar o a vivir en el medio rural.
Hoy, con conexión a Internet, podemos trabajar, formarnos, informarnos, entretenernos, comprar bienes y servicios, etc. con independencia de que estemos en una gran ciudad o en la más pequeña de las poblaciones.
Mientras, las zonas rurales continúan ofreciendo sus atractivos históricos y diferenciales, que en el mundo actual cotizan al alza, como la tranquilidad, la descontaminación, el contacto con la naturaleza y la belleza paisajística, la ausencia de atascos, etc.
¿Qué retos cree que tiene por delante la educación rural en Aragón y cómo puede contribuir Ibercaja a superarlos en los próximos años?
Creo que el principal reto es garantizar y mantener disponible una escuela rural de calidad, que responda a las necesidades actuales de los estudiantes y que tenga la capacidad de adaptarse al entorno cambiante y a los requisitos de las empresas, las industrias, los servicios que demandan empleo en la actualidad. En definitiva, hay que lograr que la escuela rural sea una ventaja competitiva más de este tipo de entornos y que sume a las ventajas que cualquier persona o familia valore a la hora de tomar la decisión de querer venir o quedarse a vivir en una localidad rural.
Por nuestra parte, como venimos haciendo históricamente, continuaremos fomentando la educación a través de nuestra Fundación Ibercaja y a través de la organización y la colaboración en iniciativas que vayan dirigidas a dar respuesta a estas necesidades y estos retos.
Una entrevista de Juan Antonio Saura