Sergio Muro es un artista multidisciplinar nacido en Zaragoza de formación autodidacta. Te faltan dedos en la mano para contar todas sus facetas artísticas: ejerce de comisario de arte, es profesor, realiza performances, organiza exposiciones de cuadros, ha escrito obras de teatro, es pintor y dibuja.
Ha podido difundir su arte en muchos lugares en el extranjero: Dublín, Londres, Nantes, Kyoto, Oslo, Nueva York… Ha participado dos veces en ARCO en 2017 y 2018 en representación de Aragón. Tiene un conexión especial con el atletismo, ya que estuvo practicando este deporte por muchos años. Próximamente, podremos escuchar a Sergio Muro en la VIII edición de las Jornadas Arte y Salud en Zaragoza de la MAZ.
¿Cómo empezaste en este mundo del arte?
Paralelamente he tenido siempre dos actividades en mi vida, desde muy niño. Con seis años gano mi primera carrera de atletismo y con doce gano un premio nacional de dibujo. Ya en la universidad es cuando me dedique exclusivamente a querer ser artista. Indago mucho en otros artistas.
La carrera que estudié es Historia del Arte, que también me enriquece mucho, y empiezo a hacer exposiciones por toda la ciudad. Eso me ha llevado hasta donde estoy ahora. Un aprendizaje en esos primeros años creo que fue clave para decidir dónde estoy.
La performance es una disciplina que al gran público le puede sonar menos. ¿Cómo empiezas a contactar con esta disciplina artística?
Me voy a vivir a Dublín y luego a Londres, y ahí es en Londres, sobre todo está muy presente en los eventos y en las galerías. Era por donde yo me movía. Allí hago alguna performance, pero cuando vuelvo aquí a Zaragoza ya me introduzco del todo y tengo mucha presencia en la cultura de Aragón.
En 2009 me junto con otro artista, que se llama Antonio Chipriana. Montamos un grupo que se llama Zargrup, que tenemos dos o tres años con mucho ímpetu y que nos da mucho reconocimiento. La performance es una herramienta que me ha servido hasta ahora para expresar mis ideas creativas y que me ha acompañado también con la parte plástica.
¿Cuando estáis realizando una performance, qué reacciones provocáis en la gente? ¿Algunos rechazo, otros alegría, otros sorpresa…?
La performance principalmente lo que tiene que buscar es la no indiferencia, o sea, que algo te genere reflexión, que le genere lo que tú has dicho, un poco de rechazo o incluso que florezca en el espectador pensamientos abstractos, poéticos artísticos o creativos. Dependiendo del registro de la performance, puede ser más transgresora o puede ser más subversiva, más poética.
He de decir que he hecho casi todos los registros. Ahora mismo sí que hago cosas mucho más meditadas, no tan viscerales y creo que hago cosas que generan una reflexión in situ. Entonces, hay personas que vienen de propio a ver la performance y ya saben un poco a lo que vienen, pero lo interesante también son esos viandantes que se paran para ver las performances. Igual no saben qué está ocurriendo. Me pregunto que qué calado les dejo.
¿Alguna vez las habéis realizado sin avisar a nadie?
Sí, tenemos bastantes experiencias de performances dentro del marco de un festival, pero también de no pedir permiso, de realizarlo en la calle y de que la policía viniese porque algún ciudadano había llamado por teléfono denunciando que había personas perturbando la vida cotidiana de la ciudad.
¿Y de dónde te viene la inspiración para estas ideas tan creativas?
Las ideas surgen de enriquecerte constantemente de estímulos, ya sea por internet, leyendo libros o con otras disciplinas viendo a otros artistas. Luego yo tengo esa facilidad de enseguida conectar ideas y conectar personas. También, en mi caso tengo en el trastero multitud de objetos. Los objetos me regalan también a veces ideas y momentos performativos.
Estas buscando otra cosa y de repente te surge alguna idea con ese objeto
Correcto, sí, a veces pienso: “Ostras este elemento me va a venir para lo que quiero decir o para el cierre de la performance. Sí, sí, así es.
¿Hay límites en las performances?
No, yo no creo que haya límites. Los límites los pone el propio artista. Entonces, dependiendo de la capacidad y del límite que tú te quieras poner, puedes llegar más lejos o menos. En mi caso, muchas de las performances que hago está muy presente la resistencia física, porque, precisamente como soy atleta o he sido atleta, me gusta también mostrar esa capacidad de poner al cuerpo hasta la extenuación.
Entonces hay performances que son muy largas o que lo doy todo en ese sentido. Hay otros artistas que pueden llegar a límites insospechables o insospechados. Hay un ruso que llega al límite físico de hacerse daño a sí mismo. Dependiendo de lo que tú quieras mostrar al público utilizarás unos medios u otros.
¿También tratáis temas de crítica social o temas actuales de desigualdad?
Probablemente la performance nace precisamente, no solamente como un momento lúdico, sino precisamente para hacer una crítica a las situaciones actuales, y en mi caso, siempre aunque sean poéticas, reflexivas, etcétera, siempre hay ese pozo de compromiso y de crítica a lo que está aconteciendo. La última que he realizado fue para el festival de Ecocine.
En ella mostraba a todos los artistas y activistas que habían luchado comprometidos por el medioambiente, incluso algunos habían fallecido en su país. El espectador aquí, además de pensar que hay que ser sostenible, que hay que cuidar el medioambiente…., estaba conociendo unos artistas o unos activistas que igual desconocía y que además habían han dado su vida por un mundo mejor, ¿no?
Supongo que con esta disciplina artística tan sorpresiva tendrás un catálogo muy grande de anécdotas y de reacciones curiosas a vuestras performances.
Tengo un libro que es como una especie de retrospectiva de todas las performances que he hecho que se llama “La vida es una performance”. He hecho muchísimos registros performativos. Anécdotas que podamos contar hay desde que nos hayan insultado por lo que estábamos realizando hasta gente que se ha introducido en la performance. Siempre cuentas con la improvisación y que el público forma parte de la acción, pero a veces no cuentas de que ellos mismos se introduzcan, ¿no?
¿Cómo ha surgido que se hayan introducido en la propia performance?
Yo recuerdo un caso en la escuela de artes, en la que hicimos un ciclo que se llamaba Fracción y entre las performances salió desnuda una persona del público que no estaba programado. Te lo tomas como parte del escenario. Es interesante, porque al final supone que has provocado en el espectador unas ganas de expresarse y un momento o un escenario de encuentro donde la gente puede expresarse libremente y al final eso adolece mucho a la sociedad.
¿Se pueden modificar las performances con las reacciones de la gente?
Es un arte vivo. Eso es lo interesante de la performance y por eso tiene tanto calado. Tú cuando vas a ver una exposición, ves los cuadros, las pinturas o las fotografías y el espectador es pasivo. En una performance, afortunadamente está viva porque el artista la está haciendo en ese momento y puede ocurrir pues este este caso.
En otra performance, a una mujer le dio un cólico y tuvimos que parar la performance, porque tuvimos que llamar a emergencias, a la ambulancia, etcétera, que creíamos que era incluso algo más. Todo el mundo pensaba que formaba parte de la performance. Por lo tanto, también se generó, hay una dualidad muy interesante.
Tú también tienes mucho interés en la pintura. Organizaste una exposición sobre Goya en el Festival de Cine Español de Nantes ¿Cómo surgió?
Yo tengo varias facetas. Una la de creador y otra como comisario y gestor cultural. Me puse yo en contacto directamente con el festival, presentándoles el proyecto de los disparates de Fuendetodos, que es una colección increíble que tiene el pueblo de Goya, de homenajes que le han hecho a Francisco de Goya autores internacionalmente conocidos: Luis Feito, Rafael Canogar, Jaume Plensa, etcétera.
Les encantó la idea. Goya siempre atrae en el exterior a todo el mundo, y fue un honor, porque el Festival de Cine Español en Nantes tiene mucha trascendencia, no solamente en esa ciudad, sino a nivel europeo. Acuden todos los actores y actrices y directores españoles muy consagrados y muy conocidos, y es muy visitada la sede donde se hace la exposición.
En este caso además fuí con la comitiva del Ayuntamiento de Fuendetodos. Se hizo una presentación, tuvo mucha aceptación, y además fueron multitud de colegios a verlo. Goya y Buñuel en el extranjero son muy conocidos y son referencias en el arte mundial.
Tu estilo es muy característico: línea de gordas, representar el cuerpo desnudo en diferente situaciones cotidianas, festivas o eróticas. ¿De dónde viene la inspiración?
A mí siempre me ha gustado, como tú bien indicas, marcar el contorno de las figuras sobre todo en negro. Luego en el interior normalmente es muy colorido, se expanden los colores y para el espectador son como muchos estímulos y creo que es muy atractivo.
Las temáticas han ido variando, pero sí que la erótica o el cuerpo desnudo siempre está como muy presente, porque lo veo como algo natural. Yo creo que está muy vinculado a lo del atletismo. El atletismo me ha servido para tener un equilibrio de la filosofía griega, de men sana in corpore sano. Veo el cuerpo como algo que cultivar al igual que la mente y el alma.
También escribiste una obra teatral “Contemporánea: Éxtasis de la belleza” que estrenaste en el Teatro del Mercado de Zaragoza ¿Cómo fue la recepción?
Había publicado bastantes libros ya y entonces me concedió una beca el Ministerio de Cultura, para escribir la obra que tú estás indicando y además estuve en el extranjero en Dublín en concreto focalizado en escribir y dibujar esta obra. El libro se publicó y tuvo bastante éxito. De hecho, la SGAE me ha dado la beca para reeditarlo con otra editorial,
La obra se representó en el teatro del mercado y tuvimos un lleno en los tres días. Los actores y actrices eran espléndidos también aragoneses. Además, se dieron circunstancias muy entrañables, porque uno de los músicos que iban a tocar en directo se había puesto enfermo estando en la UCI incluso. Fue como un momento delicado y al final incluso pudo venir a ver la obra el último día, porque había mejorado un poco.
La obra iba un poco en conciencia de lo que estamos hablando. En todas las facetas que yo me expreso, ya sea la performance, la pintura o las exposiciones, en este caso la obra teatral, siempre hago una especie de crítica a lo que yo observo en la sociedad o hago reflexionar al espectador.
La obra va de tres personajes jóvenes principales que vivían en la calle en una tienda de campaña. Es algo que yo vi en Dublín. Había mucha gente viviendo en la calle después de la pandemia, por la crisis del confinamiento, la crisis del paro, etcétera. Es algo que a mi conciencia y a mis principios hace que reflexioné y lo plasmen en una obra.
De aquí también salió un ensayo y un poemario ¿Crees que el fundamento del arte es combinar varias disciplinas?
Mi modus operandi es el que tú mencionas. Yo hago siempre híbridos e incluso ideas que surgen de dibujos, las llevo o las transformó en obras de teatro. Una vez que cojo una idea que me llena la transformo al máximo. El día quince de junio voy a hacer una obra homenaje a Victor Mira, que es un artista aragonés que falleció hace veinte años.
El híbrido que hago es mezclar performance poesía, musical y un poco de escena como actor, mezclando todas las disciplinas para que, primero, el espectador que tenga diferentes estímulos y, segundo, porque así creo que además nos enriquecemos los artistas que colaboramos.
Y tienes también tu labor como docente. Has lanzado libros y también das clases. ¿Te llena mucho poder transmitir esos aprendizajes que has tenido durante los años a otros futuros artistas o ya artistas?
Sí, indudablemente, tengo también la fortuna de poder dar clases o impartir cursos o ponencias a artistas o a otro tipo de personas de otros ámbitos y el poder transmitir lo que has aprendido. Compartirles mis conocimientos y aprender de ellos también indudablemente, pues es un lujo porque que se retroalimenta y además te pone los pies en la tierra porque los creadores o los artistas somos muy soñadores, pero el contacto con personas muy diferentes nos hace ver otras realidades.
Tengo un par de libros muy interesantes, creo, de dónde he dejado mi legado. Uno es “100 consejos para ser artista” que no solamente es para ser artista, sino para ser creadores o tener creatividad. Otro es “Rompiendo moldes: creatividad y performance en el aula” que es donde dejo el legado de cómo se puede aprender de otra manera.
El viernes 9 participas en la octava edición de las Jornadas Arte y Salud en Zaragoza organizada por la MAZ. ¿Cómo la valoras?
Es una jornada muy interesante, que creo que es muy necesaria también, porque trata diversos asuntos sobre el arte y la salud o el deporte y la salud. Yo no diferencio porque tanto el arte como el deporte me han dado un equilibrio personal y me han aportado muchísimos valores y aprendizajes que de otra manera no hubiera descubierto.
Es importante concienciar ahora mismo en estos aspectos, porque el deporte tendría que ser una actividad necesaria actualmente, porque nos genera un equilibrio mental, porque nos proporciona que estemos con una buena salud, y porque hace que prevenga enfermedades vasculares. Es fundamental para que en el futuro todos tengamos una mejor vida.
Está demostrado que el cincuenta por ciento de la población actual tiene o una enfermedad mental o una discapacidad. Entonces, ¿qué quiere decir esto? Que cada vez más cualquiera de nosotros podemos estar en una tesitura muy parecida. Y con la vorágine que tenemos de estrés, de presión laboral y social, etcétera, tenemos que equilibrar muy bien el cuerpo con la mente y no llegar a esos extremos.
Y la pandemia ha generado este tipo de enfermedades provenientes de esas situaciones que todavía no se han superado. Entonces, es muy importante concienciar que la gente sepa que tiene que hacer deporte, que tiene que expresarse para ser artista o no: hacer poesía, ir a un taller de pintura, un taller creativo de escritura. Hay que expresarse, socializarse, moverse y estar activos, porque eso es bienestar mental.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Primero lo de Víctor Mira, que es una obra de teatro, que voy a hacer próximamente el quince de junio en Caja Rural, que estoy muy ilusionado. También voy a realizar una exposición dentro de un año también en Caja Rural con mis obras pictóricas. También estoy muy ilusionado porque estamos en el centenario de la Federación Aragonesa de Atletismo, y estoy colaborando con la federación.
He podido realizar o estoy realizando tres acciones muy interesantes. Una, he sacado unos vasos de Eboca, ilustrados con los veinte olímpicos aragoneses atletas que ha habido durante estos cien años de historia. Otra es una exposición precisamente de los cien años de historia del atletismo aragonés. Otro es un documental con los veinte olímpicos.
Se hará la premier al año que viene, con Ester Lahoz, que es una de las corredoras y atletas aragonesas y Carlos Mayo. Ellos dos son los conductores del documental, pero vamos a descubrir y traer la vida de los otros dieciocho olímpicos. Yo estoy también presente en ese documental.
