Comer es un placer. Y en Aragón todavía más. La gastronomía de la comunidad está claramente influenciada por los vecinos del norte (sobre todo Navarra) y también por el mediterráneo. Aragón tiene en su tierra una riqueza y variedad alimentaria que la hacen destacar sobre otros lugares.
La calidad de la gran huerta aragonesa, especialmente la de la ribera del Ebro, consigue unos sabores espectaculares en unas presentaciones donde predominan las hortalizas y las frutas. Famosas son las borrajas, los cardos, los ajos, las lechugas o los pepinos de la huerta zaragozana. La comunidad destaca por tener también reconocidos alimentos, incluso con sellos, como son las cebollas de Fuentes de Ebro, los tomates rosas de Barbastro, el melocotón de Calanda, el aceite del Bajo Aragón, entre otros.
También las carnes destacan por su calidad y existen multitud de platos con ternasco (que posee la denominación de origen Ternasco de Aragón), jamón de Teruel, longaniza de Graus o las chiretas. El bacalao ajoarriero o la trucha aragonesa son también platos típicos de la comunidad.
Os proponemos un recorrido por esta rica gastronomía a través de una selección de 7 restaurantes zaragozanos. No ha sido fácil porque podríamos escoger muchos más ya que el producto, de excelente calidad, está perfectamente cuidado en muchos establecimientos de la capital aragonesa.
La Miguería
Aquí se viene a comer migas aragonesas. Migas con chorizo, migas con huevo frito, migas con longaniza, migas con morcilla, migas con setas, migas con uva, y migas con torreznos, migas vegetarianas… y así hasta una treintena de variedades. Un sueño hecho restaurante desde 1995 para todos los amantes de este (contundente) plato típico aragonés. Los revueltos con productos típicos como la borraja son otro de sus atractivos, así como las tostadas y los diferentes surtidos aragoneses. Se han mudado de local recientemente a la plaza Sas número 6.
(plaza Sas 6, Zaragoza)

Parrilla Albarracín
Cocina aragonesa… ¡pero actual! En los últimos años han reorientado su cocina a una reinvención de la cocina tradicional de la comunidad a través de la recuperación y actualización del recetario aragonés, manteniendo los sabores naturales de productos del terreno como los jamones y quesos de Teruel, setas y embutidos del Pirineo, ternasco de Aragón, aceites de oliva virgen del Bajo Aragón, entre otros. Conservan en su plena esencia los asados de paletilla o pierna de cordero lechal, las migas a la pastora, los huevos rotos con torreznitos. Pero también han introducido tapas de ternasco y otras especialidades más actuales en la carta + Albarracín, con carpaccios, encurtidos, bocadillos o hamburguesas, la mayoría con productos de la tierra.
(Plaza Nuestra Señora del Carmen 1, Zaragoza)

El Fuelle (c/Mayor 59, Zaragoza)
Entre nuestras braserías favoritas no podía faltar El Fuelle. Un típico restaurante aragonés especializado en carnes a la parrilla y asados sabrosos. Con más de 30 años de experiencia en la cocina aragonesa, su horno de leña y su gran fogón-parrilla es un must de la restauración zaragozana. Si vienes de visita rápida a la capital aragonesa es un sitio de visita obligada, ya que está situado en pleno centro turístico de la ciudad. Su cocina hogareña incluye las migas, los quesos y embutidos, los potajes aragoneses, y diferentes típicas a la brasa. Su plato estrella: el asado de Ternasco de Aragón.

La bodega de Chema
Quien ha visitado La Bodega de Chema no puede olvidar ese cabrito lechal asado con patatas. Pero tampoco las cocochas de bacalao, el cochinillo en dos cocciones… Un restaurante donde se pueden elegir tanto platos de cocina tradicional aragonesa como platos con elaboraciones innovadoras. Una mezcla que sorprende gratamente y que se puede degustar a través de un menú o especial. Ahora también para llevar. ¡Tú eliges!
(c/Felix Latassa 34, Zaragoza)

La Rinconada de Lorenzo
Sinónimo de cocina tradicional aragonesa. La Rinconada de Lorenzo nació en 1970 para elaborar comida aragonesa y toda su trayectoria ha tenido un estrecho vínculo con el recetario clásico aragonés, como por ejemplo las migas con jamón y uva, alubias blancas con oreja y chorizo, ternasco asado al horno con patatas, huevos al salmorejo, pescados frescos al Orio, melocotón al vino tinto, helado de higos con nueces y arroz con leche. Además, se han ido adaptando a las peticiones de los clientes, como han los pescados frescos del Cantábrico, el foie casero o los garbanzos con bogavante.
(c/ La Salle, 3, Zaragoza)

Casa Lac
Casa Lac es el claro ejemplo de la influencia de la huerta Navarra, con las verduras como protagonistas. Es uno de los restaurantes más antiguos de toda España, fundado por la familia Lac, de origen francés, en 1825). Las alcachofas, borrajas, cardos, puerros, espárragos y tomates son los protagonistas de sus elaboraciones. Casa Lac es una manera de saborear la tierra, también al modo aragonés, con platos como las pencas de acelga rellenas de jamón ibérico y velouté de hongos, las alcachofas con jamón confitado, el canelón relleno de longaniza de Graus o la paletilla de cordero lechal. El producto, es el protagonista en un espacio único.
(c/ Mártires, Zaragoza)

Casa Royo
Una brasería de las de toda la vida con vocación de servicio. Un menú sencillo, con pocas opciones, pero de éxito. Si quieres comer unas buenas chuleticas de Ternasco de Aragón este es uno de los sitios mejor valorados de Zaragoza. También puedes elegir otras especializades a la brasa como el chuletón, conejo, codornices, lomo de cerdo, chorizo y longaniza. La carne es la protagonista, pero siempre acompañada de unas buenas patatas fritas. De martes a jueves también tienen menú del día con productos típicos. ¡Y todos los jueves, en temporada, cocido!
(Camino El Tomillar 1, Zaragoza)
