Vivimos en un mundo en el que la tecnología se transforma y nos transforma con ella. De forma constante. Un mundo de cambios, cada vez más acelerados y en menor tiempo.
Una de las claves para adaptarse mejor o peor a estos cambios radica en el conocimiento. O en la falta del mismo. Y por esta razón invertimos cientos de horas de nuestra vida en formarnos; la escuela, el instituto, la universidad, los postgrados y másters…
Pero, y si te dijese que usando la Realidad Virtual podemos aprender 4 veces más rápido, ¿te lo creerías? Puede sorprenderte pero es un dato real.
Según un estudio realizado por PwC en un curso en Estados Unidos, en el que se incluyó el uso de esta tecnología, los alumnos en modalidad VR lo completaron en 30 minutos respecto a las 2 horas de media de los alumnos en modalidad tradicional.
Ahora imagina todo lo que seríamos capaces de aprender a lo largo de nuestra vida, si todas las horas invertidas en formación hubiesen sido usando la Realidad Virtual.
Y no solo es la velocidad de aprendizaje, también es la forma de aprender; más entretenida, interactiva y dinámica. Si pensamos en dar un giro de 180º a la educación tradicional, en todos sus ámbitos, esta metamorfosis pasa, sin duda, por integrar la Realidad Virtual en las aulas y en las empresas. La educación del futuro pasa por el V-Learning.
Te puede parecer una afirmación demasiado tajante, y es compresible si me posiciono en tu lado del prisma. Por eso, permíteme, querido lector, inspirarte con varios ejemplos cuya única pretensión es provocar en ti una reflexión sobre las posibilidades de la educación del futuro.
Imagina vivir la historia en primera persona, permitiendo al estudiante caminar por las calles de la antigua Roma durante la época del Imperio Romano, ver todas las facetas de ese momento histórico; economía, arte, comercio, monumentos…
O imagina a ese mismo estudiante explorando las profundidades del océano en una sesión de buceo virtual para descubrir las especies marinas más exóticas y desconocidas.
La Realidad Virtual convierte la educación en una aventura, en un viaje lleno de descubrimientos. La educación ya no está confinada por las paredes de una escuela, instituto o universidad; el mundo virtual, infinito e ilimitado, es ahora el aula.
Pero es que, además, esto no se limita únicamente al aula. La formación con Realidad Virtual debe llegar también al ámbito empresarial y ayudarnos a todos como sociedad. A través de esta tecnología, podemos enfrentarnos a cualquier situación; equipos médicos practicando operaciones y cirugías, empleados de mantenimiento probando nuevos procesos industriales, cuerpos de seguridad entrenando en situaciones de riesgo, bomberos aprendiendo a sofocar un fuego peligroso, presentadores y periodistas perfeccionando sus habilidades de comunicación…
Todo en un entorno virtual, seguro y desarrollado a la medida de cada situación y profesional, en el que éstos pueden repetir y practicar de forma ilimitada para asegurar el éxito cuando el mundo real les ponga en esa situación.
La Realidad Virtual es solo una tecnología más, pero una que nos abre las puertas de un mundo nuevo de posibilidades. Para el aprendizaje y el crecimiento en las aulas, las oficinas, las fábricas y más allá.
Querido lector, estamos ante una revolución en la formación y el aprendizaje, la Realidad Virtual es la materialización de todo aquello que somos capaces de imaginar, una invitación a ver el mundo, y a nosotros mismos, con nuevos ojos.
La pregunta ya no es si la Realidad Virtual cambiará nuestras vidas, sino cómo y cuándo. La puerta está abierta, y el futuro nos está llamando. ¿Nos atreveremos a responder?
Alejandro Castillo
Responsable de comunicación en Deusens
Ganador del Marketing Challenge 2020
