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25 abril 2024

Alejandro Ibrahim: “Estamos viviendo un momento dulce”

Go Aragón entrevista al presidente del clúster aeronáutico y aeroespacial de Aragón, Alejandro Ibrahim, quien también va a cumplir en 2023 una década al frente del Aeropuerto de Teruel.

Alejandro Ibrahim es el presidente del clúster aeronáutico y aeroespacial de Aragón, además de director del Aeropuerto de Teruel desde hace prácticamente una década. En una entrevista con Go Aragón, analiza cómo se encuentra el sector y el potencial de la Comunidad en este ámbito.

¿De qué salud goza el sector aeronáutico y aeroespacial aragonés?

De una salud envidiable porque ahora mismo hemos crecido un 20% en menos de un año. Hay un proceso de expansión del sector aeronáutico y espacial muy importante en Aragón, hay muchas empresas que se están interesando por las actividades que hacemos en el clúster debido, fundamentalmente, al desarrollo que se está teniendo desde el Aeropuerto de Teruel con todas las empresas y con el tema de la Agencia Espacial Española, con los PERTE aeroespaciales y planes aeronáuticos que también tiene posibilidad de ser incentivos para las empresas. Lo cierto es que estamos viviendo dulce, sobre todo, con la expansión que se está viviendo en el mundo de los drones, de la alta tecnología, de la Big Data, de la sostenibilidad… los aviones se están transformando hacia temas relacionados con el hidrógeno y todo esto está conllevando mucho desarrollo innovador.

¿Qué virtudes ofrece Aragón en este campo?

Aragón es una tierra, como dice su lema, de oportunidades. Concretamente, Teruel es una zona donde hemos podido crear el mayor centro de estacionamiento, mantenimiento y reciclado de grandes aviones de Europa, tenemos el segundo aeropuerto de España de carga, como es el de Zaragoza, donde se están fabricando muchas piezas de aviones, donde hay una industria tecnológica importante y del sector del automóvil, con empresas que están migrando también a temas aeroespaciales, ayudados también por todo el desarrollo que está teniendo Aragón como capital logística. Es un centro neurálgico de logística muy importante dentro de Europa y ese desarrollo nos beneficia a todos.

Sin embargo, que la Agencia Espacial se fuera a Sevilla, ¿fue un jarro de agua fría?

Realmente se presentaron 21 candidaturas, sabíamos que era complicado, pero, como siempre, me gusta ver las cosas desde el lado positivo. Creo que para nosotros fue una oportunidad para darnos a conocer. Vino el director técnico del PERTE aeroespacial, con el comisionado también estuvimos hablando, con las autoridades de los diferentes departamentos del ministerio… la gente ya empieza a saber que en Teruel y en Aragón se están desarrollando actividades de astropuerto, actividades espaciales con el cohete que está haciendo PLD Space y que volará dentro de poco. Esa información que pudimos obtener a través del Gobierno de Aragón nos ha permitido aglutinar a muchas empresas que se están interesando cada vez más por este sector. Creo que es la oportunidad de decir ‘esto existe, se está haciendo en Europa, estamos teniendo este retorno y las empresas aragonesas están en marcha’.

Ibrahim, con el hangar y aviones a su espalda. FOTO: Marcos Díaz
Ibrahim, con el hangar y aviones a su espalda. FOTO: Marcos Díaz

Hace poco, por cierto, se supo que existe la intención de que el campus de Teruel imparta la carrera de Ingeniería Aeronáutica…

Eso es. Yo llevo colaborando con la universidad desde el minuto cero. Estamos haciendo un curso de verano, con el que ya estamos en la novena edición, sobre aeronáutica y aeroespacial que la verdad es que está teniendo mucho éxito, todos los años se llena de alumnos. Y en paralelo el instituto Segundo de Chomón desde el año 2018 ha creado unos estudios para formar técnicos de mantenimiento aeromecánico, ya han salido 80 personas y casi el 60% están trabajando en el Aeropuerto de Teruel.

En paralelo, la formación de ingeniera del campus de Teruel está formando ya a ingenieros en electrónica automática y en informática. Ahora estamos en un comité, conjuntamente con la universidad, para identificar asignaturas aeronáuticas y aeroespaciales que se puedan incorporar, de forma que hagan el currículo un poco más amplio, con la idea de ir ampliando e ir tendiendo hacia esos estudios. Ahora mismo somos el mayor generador de empleo en Teruel y las autoridades se han dado cuenta de que hay que apoyar eso, no solo desde un punto de vista de inversión, sino también desde los recursos humanos, que estos vengan formados y que sean del entorno.

Al aeropuerto de Teruel llegan aviones de todos los rincones del mundo, ¿no?

La ventaja de este negocio es que es mundial. Nos vienen aviones desde cualquier parte del mundo, de Asia, de Estados Unidos, desde Europa… esa es una de las ventajas competitivas del aeropuerto. Nos pueden venir aviones de muchos sitios, lo cual nos hace acrecentar el alcance. Tienes un alcance mundial y un potencial de desarrollo que, si te especializas, tienes esa capacidad de alentar empresas a que vengan.

¿Qué sinergias tiene este aeropuerto con el de Zaragoza?

Nos complementamos muy bien, de hecho, colaboramos. El aeropuerto de Zaragoza está especializado más en carga y pasajeros, porque es una capital mucho mayor. Nosotros tenemos una actividad diferente, por tanto, creo que somos complementarios, no nos hacemos competencia desde un punto de vista empresarial. Además, creo que es una ayuda muy buena porque los aviones tienen que mantenerse para poder volar y en Teruel se pueden mantener muy bien.

Entiendo que es bueno para el sector aragonés que exista dos instalaciones aeroportuarias tan distintas…

Creo que, al final, hay que buscar nichos en todos los negocios y sectores, tienes que especializarte. Es verdad que cuando llegué como director, en septiembre de 2012, aquí no había ninguna actividad. Al final, es un suma, empiezas con algo que te da una forma de funcionar inicial, como fue en este caso con la empresa Tarmac, que hay que agradecerle la labor porque son los que impulsaron el aeropuerto inicialmente, pero luego se han ido sumando otras empresas. Al final, ofreces una infraestructura que permite un desarrollo económico y social en el entorno, ya no solo por la generación de empleo, sino por asentar la población, que vive en Teruel, come en Teruel y genera empleos indirectos, incluso mayores que los directos.

Aviones estacionados en el Aeropuerto de Teruel. FOTO: Marcos Díaz
Aviones estacionados en el Aeropuerto de Teruel. FOTO: Marcos Díaz

¿Qué balance hace al frente del aeropuerto tras casi 10 años?

Es un desarrollo vertiginoso. La verdad es que es difícil imaginarse cómo iba a evolucionar esto en tan pocos años. A los siete años de estar aquí se nos quedó pequeño el aeropuerto. Cuando llegué, eran 350 hectáreas, 3,5 millones de metros cuadrados, que son muchos para llenar, y pensaba ‘Dios mío, ¿cómo vamos a llenar esto?’. Afortunadamente, la evolución de la sociedad y las necesidades de los clientes han hecho esto posible.

Hemos pasado por una crisis, cuando se creó el aeropuerto, hemos pasado por una pandemia, que también parecía que iba a ser un desastre y a nosotros nos hizo crecer porque fue cuando los clientes tenían más necesidad de que les ayudáramos. Creo que dimos un soporte importante a la aviación porque esos aviones tenían que estar cuidados y no abandonados. Ahora se están yendo al aire cinco veces más aviones de los que vienen. Estamos retomando mucho tráfico aéreo y esto es un síntoma de la recuperación que ha habido después del verano y de cómo está creciendo el tráfico aéreo.

Estamos creciendo en otros negocios como pintar los aviones. Un avión hay que pintarlo, como media, cada cuatro años. Tiene una vida de 30 años, por lo que a un solo avión hay que pintarlo varias veces en su vida. Y hay 30.000 aviones en el mundo. Esta empresa que está en el aeropuerto pinta ya 1.000 aviones al año. Los aviones que están aquí se llevaban a pintar muchas veces a Estados Unidos o a países europeos, con el coste adicional que conllevaba.

¿Cuáles han sido las clave para que haya funcionado tan bien el aeropuerto?

Es una suma de muchos temas añadidos. Por un lado, las condiciones del entorno aeroportuario son muy buenas porque tenemos una capacidad de crecimiento con unos costes menores que en otros sitios, la posibilidad de desarrollar mucho apoyo de las instituciones, tanto del Gobierno de Aragón como del Ayuntamiento de Teruel, que es vital para agilizar las licencias y las actividades que estamos haciendo. Luego, el espacio aéreo no está saturado, encima tenemos el Delta 104, que es una zona militar pero por la que no pasan aerovías, con lo cual, no tenemos una dificultad adicional por el tráfico aéreo.

Y, por otro lado, somos el aeropuerto de mayor altitud de España, con un clima seco, semidesértico, que es muy bueno para preservar aviones; como a los jamones, les viene muy bien el frío. Lo que sí les viene muy mal es la humedad y cerca de la costa o zonas muy húmedas, se deterioran más. Y hemos conseguido aunar el interés de la aeronáutica por tener personal especializado en Teruel, que ya lleva muchos años formándose y que ha originado un grupo selecto de personas que está ofreciendo un servicio de primer nivel. Las compañías aéreas que tenemos aquí son las primeras del mundo. Si contamos con compañías de primer nivel es porque consideran que Teruel ofrece un estándar alto.

¿Cuántos aviones han pasado ya?

Hemos tenido más de 15.000 operaciones, que se cuentan como suma y despegue y son de todo tipo. Hemos llegado a tener hasta 127 aeronaves estacionadas, hay que pensar que son aviones de doble pasillo, grandes, de más de 350 pasajeros. El aeropuerto está más especializado en aviones grandes. Ahora está en torno a unos 80 porque muchos se están yendo con la recuperación de la pandemia. Hemos llegado a tener 23 A-380, que es el avión más grande del mundo. De hecho, estamos haciendo un hangar doble para dos A-380 que terminaremos el mes que viene.

Está previsto que en mayo-junio empiece la actividad. Va a generar mucho empleo porque es un hangar tres veces más grande que el que tenemos ahora. Es un hangar que está pensado para el mantenimiento de muchos tipos de aviones y va a dar mucha actividad de mantenimiento pesado, que es muy relevante en la industria.

El nuevo hangar del aeropuerto de Teruel, todavía en construcción. FOTO: Marcos Díaz
El nuevo hangar del aeropuerto de Teruel, todavía en construcción. FOTO: Marcos Díaz

Por cierto, ya son 10 años en Teruel. Siendo canario, ¿ya te has aclimatado?

Me considero ya turolense. Voy para ya 10 años y medio, vine cinco meses antes de poner en marcha esto porque tuvimos que certificar el aeropuerto y en febrero de 2013 empezaron a venir los primeros aviones. Estoy aclimatado perfectamente, me vine aquí con mi familia, uno de mis hijos ya está trabajando y otro está estudiando aquí, en Teruel. Al final hemos hecho una vida fenomenal, esta es una ciudad que tiene una calidad de vida exquisita, de primer nivel. Estoy haciendo un trabajo que para mí es una oportunidad única en la vida, poner en marcha un aeropuerto desde cero, con una actividad industrial que no es tan habitual en el sector, y que funcione. Aunque tenía un riesgo inicial, la verdad es que es una satisfacción tremenda.

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