Ya te hemos hablado alguna vez de la diversa oferta turística relacionada con la naturaleza que tiene la provincia de Huesca. Sin embargo, hoy queremos centrarnos en la más cultural, en los museos y salas de exposiciones que merece la pena visitar cuando pases por allí. Hemos seleccionado varios de diferentes temáticas para que tengas una pequeña muestra de lo que puedes encontrar.
Ciudadela de Jaca (Jaca)
El castillo de San Pedro de Jaca, popularmente conocido como Ciudadela de Jaca, es una fortaleza militar del siglo XVI que, ya arquitectónicamente, puede considerarse una pieza de museo porque conserva todas las partes características de un edificio militar de la época: puente levadizo, polvorines, patio de armas… recorriéndola conocerás de primera mano la estructura de este tipo de edificaciones defensivas.
Pero además alberga un museo de miniaturas militares con más de veinte dioramas ordenados cronológicamente. En ellos, más de 50.000 figuras representan batallas desde el antiguo Egipto hasta la actualidad, y permiten conocer cómo ha evolucionado el equipo y el armamento a lo largo de la historia.
Espacio 042 Planetario de Aragón (Huesca)
Este centro astronómico aúna entretenimiento y aprendizaje y programa diferentes actividades divulgativas en torno al cosmos. Su planetario, con una cúpula de diez metros de diámetro y cinco proyectores, traslada al visitante la sensación de estar viajando por el espacio. También cuenta con una sala de proyecciones con simulador 4D para las experiencias más lúdicas, que permiten recrear el vuelo de una aeronave.
Aunque, sin duda, el gran protagonista de este museo es su observatorio, con cuatro potentes telescopios desde los que se puede observar el sol, la luna o los planetas mientras se proyectan las imágenes en tiempo real.
Museo Diocesano de Jaca (Jaca)
Se trata de uno de los principales museos de España dedicados al arte Románico. Este centro cuenta con una excepcional colección de pinturas murales, recuperadas de iglesias y ermitas del Pirineo aragonés, y numerosas tallas románicas y góticas que, junto a sus fondos de documentos medievales, capiteles y orfebrería lo convierten en uno de los museos de arte medieval más importantes del mundo.
Museo de Huesca (Huesca)
Las colecciones del museo de Huesca trazan la historia de la provincia a través de fondos que se han ido incrementando a lo largo de su trayectoria. Restos arqueológicos y pinturas desde la época prehistórica a la actualidad, pasando la etapa romana, la influencia musulmana o el siglo XVIII, protagonizado por Francisco de Goya.
Tiene una vocación eminentemente divulgativa y educativa, por eso facilita el acceso a sus fondos, que reúnen parte del patrimonio arqueológico, artístico y etnológico de la provincia oscense.
Cuenta con tres propuestas de itinerario para recorrer sus salas, una en torno al arte funerario y otros dos centrados en el género, para reconocer la importancia de la contribución femenina a la historia y el arte.
Centro de Arte y Naturaleza (Huesca)
Este moderno edificio, obra del arquitecto Rafael Moneo, es un museo dedicado al arte contemporáneo. No solo acoge exposiciones en sus diferentes salas, también organiza actividades al aire libre que invitan a profundizar en la relación entre arte y naturaleza.
Un ejemplo de esto es el proyecto llamado, precisamente, Arte y Naturaleza, en el que se invitó a diferentes artistas internacionales a crear obras en zonas naturales de toda la provincia, convirtiéndola en una gran sala de exposiciones.
El CDAN, que depende de la Fundación Beulas, organiza visitas en las que, además de recorrer sus salas de exposiciones centradas en el arte contemporáneo, se pasea por los alrededores del edificio, perfectamente integrado en la naturaleza y que constituye una obra de arte en sí mismo.
Museo Pedagógico de Aragón (Huesca)
En este centro oscense se recogen materiales y fotografías que dan testimonio de la evolución de la escuela y la educación en Aragón a lo largo de los años para retratar cómo ha cambiado la sociedad.
Aquí podrás encontrar recreaciones de aulas de principios del siglo XX, libros, mapas, tinteros y hasta una imprenta escolar. Materiales que se han utilizado en las escuelas en las últimas décadas.
Como si de un museo etnográfico se tratara, aunque centrado exclusivamente en la pedagogía y el ámbito educativo, recorrer sus exposiciones permite conocer cuál ha sido la evolución de la escuela y, por extensión, de la sociedad.