David Guirao: “Me gusta Goya porque retrata la razón frente a los monstruos”

¿Cuándo comienza tu interés por el dibujo?

Desde que me pusieron un lápiz en las manos, cuando era muy muy pequeño ya dibujaba, lo que no era consciente era del potencial que podía tener el dibujo. Simplemente disfrutaba dibujando y eso es algo que me ha perseguido toda la vida, el momento de dibujar me produce mucho placer, mucha felicidad. Cualquier tipo de dibujo, incluso los más aburridos, porque me gusta mucho dibujar.

¿Cualquier encargo?

Es muy importante que el encargo te motive, pero uno se va buscando los resortes para que te motive. Vas buscando a qué terreno lo puedes llevar para encontrarle ese punto y disfrutar. Muchas veces no es que no me motiven es la dificultad. Cuando tu dibujas algo, lo importante es que lo tienes que conocer y cuando te encargan algo que desconoces, ya hay una dificultad, un miedo y una tensión que hace que lo primero que tengas que hacer sea investigar, buscar…  y encontrar el punto para poderlo dibujar. Hay veces que te encuentras con cosas que tienes que comunicar por medio de la gráfica que no conoces y esa parte es la que más veo como reto.

¿Puedes poner algún ejemplo de proyecto con el que te haya pasado esto que cuentas?

Te voy a poner el ejemplo del cómic de San Juan de la Peña que nos encargaron a Pepe Serrano y a mi. Cuando nos lo proponen, el espacio me parece fascinante, uno de los elementos de patrimonio cultural y artístico de nuestra tierra y eso me motiva. Yo les propongo que sea una guía didáctica o un álbum ilustrado, pero la hermandad de San Juan de la Peña quiere un cómic y yo, que soy un lector asiduo de cómic, no había hecho nunca cómic. Es un lenguaje muy específico, yo disfruto más con la imagen quieta que con la narrativa a base de secuencias… y esa sensación me llevaba a no tener claro si era capaz de dibujarlo. Para mí era un reto porque dibujar un cómic era algo que siempre había querido hacer pero nunca había tenido la oportunidad. Me busqué la opción de hacerlo con un guionista con el que tuviera mucha afinidad y me sintiera muy cómodo trabajando y fue cuando propuse hacerlo con Pepe Serrano. Estuvimos dos meses y pico que no sabíamos por dónde ir, con muchas dudas… esa sensación a mí, personalmente, no me dejaba dormir muchos días. Luego fue todo un disfrute

¿Era inseguridad?

Sí y esa sensación de inseguridad la quiero, es importante porque hace que no te confíes y te dejes arrastrar, es tensión en la cabeza para crear algo interesante. Si no la tienes pones el piloto automático y sales cosas muy mascadas. Es mejor esa sensación.

¿Qué vamos a encontrar en el cómic de San Juan de la Peña?

La Editorial Mira y la hermandad querían tener una herramienta de comunicación y de enganche para las nuevas generaciones. Tenían claro que fuera un cómic, pero que se viera cómo es la historia del monasterio, que tuviera una labor didáctica histórica y pedagógica… pero nosotros no queríamos generar un tocho lleno de fechas que se convirtiera en San Juan del “Peñazo”. Los chavales quieren disfrutar con la lectura del cómic y buscamos un modo de ir introduciendo cápsulas e información cada cierto número de páginas y contar una historia que fuera ficción. Propusimos varias ideas y les gustó una historia costumbrista de dos autores que visitan el monasterio porque quieren situar ahí una aventura de ficción que tienen creada. Es un metacomic, visitas el monasterio, se intercalan cápsulas de información y las imaginaciones de su posible historia. Hay varias líneas narrativas y por eso fue un trabajo muy difícil. Como te decía, fue un reto y eso fue precisamente lo que nos motivaba…

¿Es una forma de acercar el patrimonio y la historia de Aragón a los jóvenes porque si no no la leen?

Exactamente, es lo que querían desde la Hermandad. Y si, además, despertaban la curiosidad de ir al monasterio y ver lo maravilloso que es el espacio, eso que te llevas. Creemos que como herramienta el cómic es absolutamente útil para disfrutar y comunicar. Ha tenido bastante repercusión precisamente porque es un lenguaje que se introduce dentro de la sociedad como una herramienta más de comunicación. Hace unos años hacer un cómic histórico no era tan común y ahora parece que se está haciendo mucho.

¿Cree que es una publicación que puede interesar fuera de Aragón?

(piensa) No lo sé…. Ojalá. El monasterio de San Juan de la Peña es absolutamente único. Su claustro románico realmente creo que es uno de los más importantes a nivel europeo. Es un espacio tan maravilloso que ojalá lo visitara mucha más gente.

Muchas de tus ilustraciones o libros que has ilustrado tienen que ver con la temática aragonesa. ¿Necesidad o gusto?

Sí, he tenido la suerte de trabajar durante muchos años con Gozarte, una empresa de difusión de patrimonio y arte aragonés. A mi me gusta mucho la historia de nuestra tierra, el arte… y creo tenemos un patrimonio muy, muy amplio e interesante. HE podido trabajar sobre pintores muy famosos en Aragón, la historia romana en Zaragoza, leyendas aragoneses… me siento muy afortunado. He tenido mucha suerte de poder trabajar sobre esos materiales y darle esa visión.

¿De todos ellos cual te quedas?

Es muy difícil elegir algo. Me viene a la cabeza un trabajo del año pasado que ha tenido una repercusión bastante potente fuera de Aragón también, un corto animado que hice con Fundación Goya en Aragón con motivo del 275 aniversario del nacimiento de Goya. Los escolares podían ver en 10 minutos cómo era la vida de Goya, su manera de trabajar, pintar, su manera de crear… disfruté muchísimo. Era un medio que no estaba muy acostumbrado a trabajar.

Goya ha sido uno de los personajes que más has ilustrado.

Sí, con Gozarte hicimos algunas guías didácticas. No es fácil, tiene una parte oscura, densa… pero también es importante que los chavales se den cuenta de cómo un genio ve cosas tan dramáticas como la guerra o lo que provoca la guerra, la corrupción, la falta profesionalidad de grandes aristócratas. Ese tipo de cosas están muy bien reflejadas en Goya y está bien que los chavales descubran que el arte no sirve solo para retratar, sino para denunciar lo que a un creador le conmueve y le preocupa”

Eso hiciste con la reinterpretación de Fernando VII de Goya en la plaza del Pilar.

Sí, sí (ríe). Fue un trabajo muy difícil, una cosa casi inmediata, intuitiva y en la calle y en tiempo récord. Cuando antes me preguntabas por los encargos tengo que decir que con este me lo pensé bastante. No estoy acostumbrado a pintar cara al público, me da pudor que me vean dibujar, yo me tomo mi tiempo para dibujar. Además, cuando me propusieron el retrato no me motivaba mucho, no me gustaba el personaje. Precisamente ese fue el reto, encontrar un punto, como hizo Goya que no tenía muy buena opinión de él. Sufrí porque hizo sol, viento, llovió… pero me lo pasé muy bien.

¿Qué sensación tuviste al terminar la pintura? Creo que fue una de las reinterpretaciones más controvertidas.

Yo creo que la gente conoce al personaje, la visión de Goya sobre el personaje y creo que estaban muy de acuerdo. Yo no buscaba controversia. Cuando veo un retrato de Goya, no veo al retratado, veo a quien lo retrata: veo a Goya. A mí me da igual Fernando VII. Era una crítica a un personaje que fue mal profesional, egoísta y dañino para el país. Me gusta Goya porque retrata la razón frente a los monstruos; es el pensamiento, la lucidez frente a personajes que se comportan de manera corrupta o monstruosa.

Recientemente el Museo del Prado ha creado una isla en Animal Crossing dedicada a Goya y las pinturas negras. ¿Crees que solo los nuevos lenguajes como los videojuegos el cortometraje del que antes hablábamos son la manera de acceder a los públicos jóvenes?

Lo que veo en los niños y las niñas de hoy en día es que tienen una cultura audiovisual amplísima y son receptivos a todo tipo de lenguajes literales, textuales como audiovisuales. Yo creo que están preparados para recibir todo tipos de imágenes, no creo que desechen imágenes que no tengan movimiento, aceptan los libros ilustrados. Me parece fantástico que el Museo del Prado se adapte a nuevas formas de comunicación y lenguajes para llegar a nuevos públicos. Tienen que buscar los recursos para que sea interesante ir a visitarlo y que tu experiencia te enriquezca. Es cierto que cuando vas a ver un museo hay un montón de símbolos y lenguajes dentro de un cuadro y no los pillas todos… si el museo te ofrece algunas pautas o maneras de entenderlo, vas a disfrutarlo mucho más. Para disfrutar más de cualquier medio de expresión hay que conocerlo, y lo que hay que hacer es que las entidades lo promuevan.

¿Con qué museos de Aragón te quedas?

En Zaragoza tenemos algunos muy potentes. El Pablo Gargallo es absolutamente maravilloso, por el palacio renacentista, pero también porque la obra es espectacular. El Teatro Romano es maravilloso y el IAACC Pablo Serrano está muy diversificado, con obra de Pablo Serrano y Juana Francés, y de otros artistas contemporáneos. En Zaragoza hay muy buena oferta museística… ¡puedes visitar todos los grabados de Goya en el Museo Goya!

¿En qué momento se encuentra la ilustración en Aragón?

Aquí hay muy buenos ilustradores y creadores en general en el mundo de la literatura juvenil, que es sobre todo al que yo me dedico. Hay buenos escritores e ilustradores, un buen canal de grandes librerías que cuidan mucho la producción de los que aquí trabajamos y bibliotecas que ponen en valor las obras de los que trabajamos en el sector. También maestras y maestros que acercan a los jóvenes lo que se hace en nuestra tierra.

Además de trabajar con grandes editoriales nacionales, diseñaste una falla valenciana. ¿Cómo fue aquella historia?

Proyectos que van saliendo… De pequeño me gustaba mucho el tema de las fallas, y hace unos años se puso en contacto conmigo un artista fallero. Yo me sorprendí de que me llamaran a mi, pero estuvimos trabajando y al año siguiente hice una falla gigante. Fue una experiencia muy chula, un trabajo en equipo. Para mí fue espectacular ver mi trabajo creado en un volumen gigantesco, es uno de los proyectos más grandes en los que he trabajado nunca. No sé si a los valencianos les gustaría mucho o no, porque en fallas hay diferentes estilos y aquello es todo un mundo que a mi me pilló sin conocerlo, pero fue una experiencia muy interesante.

¿Ahora mismo con qué proyecto estás?

Acabo de terminar un proyecto de un libro con Ana Alcolea, casi tres meses sin salir de casa, un trabajo muy arduo, un libro súper bonito que va sobre los libros, escritores, librerías, personajes… en teoría sale para primavera. Me siento liberado pero me tengo que poner con un proyecto sobre Territorio Mudéjar, una guía didáctica para acercarlo a escolares, estoy en la fase de documentación.