Aragón es una tierra cargada de historia y patrimonio, y uno de los legados más significativos de su pasado monárquico se encuentra en los Panteones Reales, donde reposan los primeros monarcas aragoneses y sus familias. Estos enclaves no solo son importantes como lugares de enterramiento, sino que también están profundamente vinculados a los orígenes del Reino de Aragón y su consolidación como uno de los principales territorios de la Península Ibérica durante la Edad Media.
En total, Aragón cuenta con cinco Panteones Reales repartidos en diversos puntos de la comunidad autónoma. A continuación, exploraremos la importancia de estos lugares, así como las rutas que permiten descubrirlos y sumergirse en la historia y el patrimonio cultural aragonés.
1. Monasterio de San Juan de la Peña (Botaya, Jaca)
El Monasterio de San Juan de la Peña, ubicado en el corazón del Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, es uno de los panteones reales más emblemáticos de Aragón. Fue el lugar de enterramiento de los primeros reyes de Aragón, incluyendo a Ramiro I y Sancho Ramírez, consolidando su relevancia política y religiosa desde el siglo XI. Este monasterio es un verdadero símbolo del nacimiento del Reino de Aragón, y su espectacular emplazamiento bajo una roca lo convierte en un destino imprescindible tanto por su valor arquitectónico como por su importancia histórica.
El Panteón Real se encuentra en el Monasterio Viejo, y su visita permite contemplar las laudas funerarias que marcan el descanso eterno de los monarcas aragoneses. Esta visita puede complementarse con un recorrido por el entorno natural y los senderos que rodean el monasterio, ofreciendo una experiencia que une la historia y la naturaleza.
2. Monasterio de San Pedro el Viejo (Huesca)
En pleno centro de la ciudad de Huesca se erige el Monasterio de San Pedro el Viejo, uno de los templos románicos más importantes de Aragón y lugar de reposo de los monarcas Alfonso I “El Batallador” y Ramiro II “El Monje”. Este monasterio, fundado en el siglo XII, se destaca no solo por ser un panteón real, sino también por su claustro románico, una de las joyas arquitectónicas más bellas del arte medieval aragonés.
Visitar San Pedro el Viejo es hacer un viaje al corazón de la historia aragonesa, donde las tumbas de estos reyes reflejan el poder y la influencia que Huesca tuvo en los primeros siglos del reino. Además, su ubicación en el casco histórico permite complementar la visita con otros puntos de interés, como la catedral o el Museo de Huesca.
3. Monasterio de Santa María de Sijena (Villanueva de Sijena)

El Monasterio de Santa María de Sijena, situado en Villanueva de Sijena, fue un monasterio femenino de gran relevancia histórica y lugar de enterramiento de varias reinas de Aragón, como Sancha de Castilla y Blanca de Navarra. Fundado en el siglo XII por la reina Sancha de Castilla, este monasterio destaca por su arquitectura románica y gótica, así como por su vinculación con la nobleza aragonesa.
A pesar de haber sufrido daños importantes durante la Guerra Civil, el monasterio conserva una gran parte de su patrimonio, y su reciente restauración ha permitido que siga siendo un lugar de gran interés histórico y cultural. Es un lugar ideal para que los estudiantes aprendan sobre la historia de las mujeres de la realeza y su papel en la consolidación del Reino de Aragón.
4. Monasterio de San Victorián (El Pueyo de Araguás)

Situado en la comarca del Sobrarbe, el Monasterio de San Victorián es uno de los monasterios más antiguos de España, con orígenes que se remontan al siglo VI. Este monasterio fue un importante centro espiritual durante siglos y sirvió también como panteón real para algunos monarcas de Aragón.
Además de su valor histórico, el entorno natural en el que se encuentra San Victorián es espectacular, rodeado por el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, lo que convierte esta visita en una experiencia perfecta para combinar cultura e inmersión en la naturaleza. Su restauración ha permitido que se mantenga como un sitio de interés turístico y patrimonial, ideal para aquellos que quieran explorar tanto la historia medieval como los paisajes de montaña de Aragón.
5. Castillo Abadía de Montearagón (Quicena)

El Castillo Abadía de Montearagón, cerca de Huesca, fue fundado en el siglo XI por Sancho Ramírez para fortalecer las defensas del reino. Con el tiempo, este castillo no solo fue un bastión militar, sino también un panteón real, albergando los restos de algunos miembros de la familia real aragonesa.

Aunque actualmente está en ruinas, Montearagón conserva una presencia imponente en el paisaje aragonés y es un símbolo del poder militar y espiritual de la época. Su importancia histórica y su conexión con las conquistas de los territorios musulmanes hacen de este enclave una parada imprescindible para entender el papel defensivo de Aragón durante la Reconquista.
Rutas por los Panteones Reales de Aragón
Visitar los Panteones Reales de Aragón no solo es una inmersión en la historia de los primeros monarcas, sino también una forma de conocer de cerca el patrimonio cultural y natural de la región. El recorrido por los cinco panteones puede realizarse de manera integral a través de una ruta general, que incluye todos los sitios en un itinerario único.
Asimismo, existen cuatro rutas individuales que permiten descubrir uno o dos panteones, lo que facilita la planificación de excursiones más cortas, adaptadas a distintos intereses o tiempos disponibles. Estas rutas también incluyen otros puntos de interés, como museos y paisajes naturales, lo que enriquece aún más la experiencia de los visitantes.
En la planificación de estas rutas, se han habilitado páginas web con información útil sobre los panteones, así como detalles logísticos para facilitar la organización de la visita, como alojamiento, transporte y actividades adicionales en cada localidad.
Los Panteones Reales de Aragón son una ventana al pasado glorioso del Reino de Aragón y sus primeros monarcas. Cada uno de estos enclaves ofrece una lección viva de historia, arte y patrimonio, que invita a los visitantes a explorar la herencia de la región desde sus raíces más profundas. Ya sea a través de una ruta completa o de itinerarios más específicos, estos monumentos permiten a los escolares, turistas y estudiosos sumergirse en un recorrido único que une cultura, historia y belleza natural en el corazón de Aragón.













