El Museo de Huesca se adapta a los nuevos públicos en el 149 aniversario de su fundación con la puesta de largo de un audiovisual con la animación de uno de sus cuadros más emblemáticos: La Campana de Huesca. La obra podrá verse a través de una pantalla instalada en la sala 8 del museo, situada en frente del cuadro, así como en el canal de YouTube del Museo de Huesca, a partir de este miércoles, 29 de junio.
El propósito es fomentar la difusión y conocimiento de la famosa leyenda cuyos hechos, según la tradición, habrían tenido lugar en una de las salas del Palacio de los Reyes de Aragón. Una sala que, actualmente, forma parte del recorrido expositivo del museo y cuya visita se hace imprescindible para adentrarse en el espacio que aparece reflejado en el boceto de José Casado del Alisal. Con este recurso audiovisual se refuerza el contenido del lugar donde se encuentran los bocetos preparatorios de la obra La Campana de Huesca, que se convierte en un espacio monográfico dedicado a la mítica leyenda.
La pintura, que narra la leyenda de la Campana, se ha animado usando técnicas de 2D y 3D y se le han añadido subtítulos que hacen accesible la explicación de la intrahistoria de lo que representa el cuadro y que permiten conocerlo mejor.
El Museo de Huesca, como institución del siglo XXI, trata de adaptarse a las transformaciones que han experimentado las instituciones museísticas en las que la comunicación audiovisual, como recurso divulgativo de conocimiento, tiene un papel cada vez más relevante.
La diversidad de los públicos en los museos y la necesidad de facilitar la accesibilidad a todos ellos exige también una diversificación en los medios de difusión, que combinan la parte exclusivamente visual con la audiovisual. De este modo, al compaginar diferentes formas de comunicación se intenta atender las demandas de los visitantes que demandan la incorporación de este tipo de recursos cada vez más habituales en los museos.
La Leyenda de la Campana de Huesca
La Leyenda de la Campana de Huesca aparece por primera vez en la Crónica de San Juan de la Peña [siglo XIV], que narra cómo los nobles aragoneses desobedecían a su rey, Ramiro II el Monje, y mantenían al reino sumido en el desorden. El monarca decidió entonces pedir consejo al que había sido su abad y maestro en el monasterio de San Ponce de Tomeras. Este condujo al mensajero del rey al huerto del monasterio y, por toda respuesta, cortó las coles que más sobresalían, diciéndole que contara a su rey cuanto había visto.
Ramiro comprendió que el huerto simbolizaba su reino y que las coles eran sus nobles más poderosos, por lo que decidió acabar con la nobleza díscola convocando Cortes en Huesca con el pretexto de hacer una campana tan grande que se oyera en todo el reino. Cuando los principales nobles llegaron al palacio, los hombres de Ramiro los detenían y decapitaban de inmediato. Tras este castigo, Ramiro II consiguió devolver la paz a su reino.