La exposición “El Greco. Los pasos de un genio” irrumpe en el Museo Goya con 26 óleos firmados por el pintor cretense junto con una selección de 16 obras de grandes referentes de la escuela española, como Goya, Velázquez, Picasso, Murillo, Ribera, o Sánchez Coello, sobre los que aportó su seña de identidad. Organizada por Fundación Ibercaja, podrá visitarse hasta el próximo 29 de mayo.
La presentación de la muestra ha contado con la presencia de José Luis Rodrigo Escrig, director general de Fundación Ibercaja; Rosario Añaños Alastuey, directora del Museo Goya, y los comisarios de la misma, la catedrática de Historia del Arte, Palma Martínez-Burgos, y Juan Antonio García de Castro, gestor cultural y director del Museo del Greco en Toledo de 2013 a 2021.
“El Greco. Los pasos de un genio” presenta un viaje a través de la esencia de la obra de Domenikos Théotokopoulus, desde una doble perspectiva. Por un lado, permite observar las técnicas, géneros, temas y relatos que plasmó a través de sus reconocibles pinturas, y por otro lado, muestra las complejas circunstancias del momento histórico que presenció, con la Contrarreforma y el Manierismo como ejes centrales del mismo.
Su habilidad narrativa y su influencia a través de 5 unidades expositivas
Las 42 obras que componen la exposición se dividen en 5 salas. Los comisarios han configurado un planteamiento alejado al habitual, que ofrece una lectura lineal o biográfica. En esta ocasión, el discurso se centra en los aspectos más llamativos de la obra del artista.
La muestra está dividida en cinco unidades expositivas:
- Un pintor a la “maniera latina”
- La santidad elocuente
- El poso de Bizancio
- Retratando el alma
- El legado del Greco
Las 4 primeras unidades están dedicadas en exclusiva al pintor, en las que a modo de “monólogos”, se muestra su excepcional habilidad narrativa, marcada por el poso de Bizancio, y su aprendizaje a la “maniera latina”. En la última sala, se engloban a modo de “diálogos”, composiciones de pintores españoles que confirman al Greco como precursor de esta escuela.
La primera sección, bajo el nombre “Un pintor a la maniera latina”, incide en el esfuerzo que el Greco tuvo que realizar para abandonar su formación cretense y bizantina. El manejo de la luz, las escenografías y la arquitectura son los aspectos más destacados de las obras que pueden contemplarse en esta sala, como en Expulsión de los mercaderes del templo– la última que realizó de esta temática-, así como los paisajes, seña de identidad de su formación en la escuela veneciana, donde tuvo como modelos a Tiziano o Tintoretto, y que se aprecian también en las crucifixiones que recoge la muestra.
La segunda sección titulada “La santidad elocuente” está centrada en el empleo del lenguaje gestual que se refleja en sus óleos para trasmitir de la forma más precisa posible las emociones, especialmente a través de las manos, los ojos, el rostro o las lágrimas, y que recogieron a la perfección la demanda espiritual del momento. Entre las obras más destacables en esta parte de la muestra, se encuentran la Aparición de la Virgen a San Lorenzo, Las lágrimas de San Pedro o La Sagrada Familia con Santa Isabel y San Juanito.
El recorrido expositivo continúa en la sala “El poso de Bizancio”, donde se recoge el orgullo cretense que impregnó todas sus obras. Este recuerdo de los años que pasó en Grecia se traduce en aspectos como sus composiciones frontales y directas, sin ningún elemento que desvíe la atención sobre la mirada de los personajes y la fuerza del mensaje, como puede verse en San Lucas (el patrón de los pintores) o La Verónica.
Además de su maravillosa técnica para ilustrar el lenguaje gestual, el Greco mostró una habilidad inigualable para plasmar la dimensión psicológica de los personajes que impregnan sus composiciones. Este código propio, original y reconocible que creó, puede verse en el cuarto capítulo de la muestra, bajo el título “Retratando el alma”. En esta sección, se presenta una comparativa entre el Retrato de Diego de Covarrubias y Leiva, pintado por Sánchez Coello, y la copia realizada por el Greco.
El quinto espacio de la exposición, “El legado del Greco”, está dedicado a la impronta que el pintor creó y la influencia que tuvo sobre la Escuela española y sus grandes referentes como Goya, Velázquez, Picasso, Murillo o Ribera, sobre los que plasmó su seña de identidad. En esta última parte del recorrido, los visitantes podrán observar 16 obras de estos artistas, como por ejemplo El entierro del conde Orgaz según Picasso, el Autorretrato de Goya, Imposición de la casulla a San Ildefonso, de Velázquez, o San Pedro, de Ribera.