La Asociación Asistencia a la Infancia lleva más de dos décadas encargada del acogimiento temporal (no preadoptivo) de niños necesitados de Ucrania. Comenzó su actividad tras la mayor la catástrofe nuclear de la historia, cuando en 1986 casi 8 millones de personas fueron expuestas a radiación en la central de Chernóbil. Ahora, con el estallido de la guerra y el asedio ruso que tiene en vilo a la población ucrania, la asociación busca familias de acogida en Aragón para niños de orfanatos o familias muy necesitadas de Ucrania, así como otro tipo de ayuda a distancia.
España acoge alrededor de 300 niños cada año procedentes de este país, y en Aragón son muchas las familias aragonesas que trabajan a diario para mejorar las condiciones de vida de los pequeños ucranianos.
De manera habitual, las estancias en régimen de acogida de los menores ucranios se circunscriben a épocas como verano o Navidad, aunque las familias mantienen el contacto todo el año. Con la nueva situación, la labor de esta asociación cobra más importancia que nunca. Desde la asociación buscan interesados en ayudar y aportar su granito de arena. Hay múltiples opciones, desde ayuda material con envíos periódicos de primera necesidad hasta garantizar el transporte para la llegada a España de estos niños, las iniciativas del grupo son muy amplias.
“Muchos de los niños acogidos hace unos años, ahora mismo se encuentran en primera línea de batalla”, afirma Maite Casaús, quien fuera la presidenta de la Asociación de Asistencia a la Infancia durante 25 años. Durante este tiempo, dio asilo a tres niños ucranianos a quienes a día de hoy reconoce como sus hijos. Dispuesta a ayudar siempre de manera altruista, agradece la solidaridad que demuestra la población en estos momentos de sufrimiento y clama a las autoridades la autorización de la llegada de niños a España: “Queremos resultados concretos, tenemos que responder todos”.
Si estás interesado en ofrecer tu ayuda puedes contactar con la asociación a través de su correo electrónico alainfancia@gmail.com o por medio de sus redes sociales como Instagram o Facebook.
Actualmente, la asistencia de estos niños se encuentra centralizada desde el Gobierno Autonómico, y también ha sido centralizado con la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP). De este modo, cada población se encarga de recoger y analizar la información de cada perfil de familias. En función de la índole de ofrecimiento, se deriva a un lugar u otro de Aragón.
Nacimiento y propósito de la creación
La mayor catástrofe nuclear de la historia se produjo en 1986 en la central de Chernóbil, ubicada en el norte de Ucrania. Casi ocho millones de personas fueron expuestas a radiación. A raíz de este cataclismo, nació el proyecto de ayuda a jóvenes ucranianos en situación de vulnerabilidad.
Los niños residen en casas de familias aragonesas con el fin de brindarles una oportunidad muy positiva para su desarrollo. Se pretende que los reciban durante los principales periodos vacacionales como verano o navidades, sin ánimo de adoptar. Ucrania es un país que sufre muchos cambios y donde los niños menores de edad huérfanos pertenecen al Estado. Desde aquí, se les presenta una oferta de actividades a realizar que en su país por diversos motivos se les antojan imposibles. La calidad de vida de estos niños mejora exponencialmente de manera que obtienen todo el cariño, cercanía y apoyo propios de una familia. Además, otro de los objetivos principales de las visitas es realizar un seguimiento terapéutico a través de diversos especialistas con la pretensión de mejorar el nivel sanitario de los pequeños.
Otras asociaciones
Además de la Asociación de Asistencia a la Infancia, en Aragón son ocho las asociaciones que gestionan la acogida temporal: Patronato Anade y Esperanza Española (Bielorrusia), Asistencia a la Infancia y ASAN (Ucrania), MPDL, ASAPS y Um -Draiga (Sahara) y Tauste Solidaria con Bosnia (Bosnia).
En estos tiempos de adversidad que nos toca vivir, es fundamental que todos aunamos esfuerzos y auxiliemos a los más damnificados y desamparados de la guerra. Los niños son el futuro del progreso y todos tienen derecho a una infancia digna.
