El departamento de Economía, Planificación y Empleo ha publicado este jueves el Boletín Trimestral de Coyuntura número 76, que incluye el análisis de la evolución de la economía internacional, española y, especialmente, aragonesa durante el cuarto trimestre de 2021. Durante ese periodo, la economía aragonesa, al igual que la del conjunto nacional, mostraban un buen ritmo de crecimiento, con ciertos signos de aceleración que se prolongaban en el arranque de 2022.
Según las estimaciones realizadas por el Instituto Aragonés de Estadística (IAEST) sobre los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral de España elaborada por el INE, la economía aragonesa registró un crecimiento tanto en términos intertrimestrales como en términos interanuales. En concreto, el Producto Interior Bruto de Aragón aumentó un 2,6% trimestral durante el último trimestre del año, una décima más que el 2,5% del tercer trimestre. Por su parte, en términos interanuales, el PIB de Aragón anotó un crecimiento del 4,2% en el cuarto trimestre de 2021, frente al aumento del 2,3% registrada en el trimestre precedente.
Desde la perspectiva de la demanda, el crecimiento registrado por la economía aragonesa en el último trimestre de 2021 en términos anuales es consecuencia tanto del comportamiento positivo de la demanda interna como, muy particularmente, de la contribución positiva al crecimiento del PIB de la demanda externa. Respecto a la evolución de la demanda interna, destaca el gasto en consumo final de los hogares que aumentó en Aragón un 4,4% anual, aunque el consumo de las Administraciones Públicas aragonesas retrocedía un 0,5% anual en otoño. Igualmente destaca la inversión en bienes de equipo, que registraba una tasa de variación positiva del 5,1% anual. Respecto al sector exterior, las ventas exteriores aragonesas de bienes y servicios aceleraron hasta crecer un 9,7% anual, mientras que las compras al exterior profundizaban cinco puntos porcentuales su ritmo de caída al disminuir un 7,3% anual en el último trimestre de 2021
Desde el punto de vista de la oferta, en el cuarto trimestre los sectores productivos de la economía aragonesa registraban una evolución dispar, con tasas de variación anual positivas en el sector servicios, que presentaba un dinámico crecimiento del 7,1% anual, pero con caídas en el resto de los apartados.
En cuanto al mercado de trabajo aragonés, la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2021 volvía a reflejar un buen comportamiento del mismo en comparación interanual, con un dinámico aumento del empleo y una fuerte caída del número de parados.
Con los datos del cuarto trimestre de 2021, y de acuerdo con las estimaciones del Instituto Aragonés de Estadística (IAEST), en el conjunto del año 2021 la economía aragonesa registró un intenso crecimiento del 5,2% anual. Este ritmo de avance regional es una décima superior al anotado por el conjunto de España (5,1% anual), pero una décima inferior al crecimiento alcanzado por el conjunto de países de la Zona Euro (5,3% anual).
Por lo que respecta a la economía del conjunto del país, esta registró un buen dato de crecimiento, en un contexto marcado por el retorno, gradual, a la normalidad económica, el alto nivel de vacunación de la población y un menor nivel de restricciones a la actividad. El ritmo de actividad en el cuarto trimestre de 2021 se apoyaba tanto en la demanda interna, que tuvo una aportación al crecimiento de 3,8 puntos porcentuales, como de la demanda externa, que aportó los 1,8 puntos porcentuales restantes. La mayor contribución positiva de la demanda interna al crecimiento en el otoño tuvo su origen tanto en un mejor comportamiento de la inversión como del gasto en consumo final. Desde el punto de vista de la oferta, los servicios y la industria (incluyendo energía) se anotaban tasas de variación anual positiva, mientras que la agricultura y la construcción registraban caídas en términos interanuales.
En el plano internacional, durante el cuarto trimestre de 2021 se observó un ritmo de crecimiento más dinámico en las principales zonas económicas (Eurozona, Estados Unidos y Japón), aunque persistía el riesgo de una elevada inflación más duradera de lo anticipado, resultado del encarecimiento de la energía y de los trastornos en las cadenas de suministro globales, aunque la posibilidad de que estas tensiones de precios se trasladaran al resto de la economía parecía contenida en el medio plazo. Además, los cuellos de botella en el transporte marítimo y el suministro de determinados componentes parecían comenzar a disiparse. Preocupaba también el poco brío mostrado por el consumo privado en muchos países, consumo que se había recuperado en 2021 con mayor lentitud de lo esperado, a pesar de la bolsa de ahorro acumulada por las familias durante lo peor de la pandemia, a lo largo de 2020.
No obstante, la invasión de Ucrania por parte de Rusia desde el 24 de febrero de 2022 ha introducido en la economía mundial una enorme perturbación, incertidumbre y volatilidad. Es difícil prever las consecuencias en el plano económico, pero en el mejor de los casos serán de más inflación y menos crecimiento, particularmente en Europa, con tanta mayor intensidad cuanto más se prolongue el conflicto bélico.
Por último, la habitual Instantánea Sectorial que acompaña al Boletín Trimestral de Coyuntura, realiza en esta ocasión un análisis sobre la evolución de la actividad productiva y el empleo en el año 2021 en comparación con 2019, especialmente en Aragón, para evaluar hasta qué punto se han recuperado los niveles previos a la pandemia.
El Boletín Trimestral de Coyuntura puede consultarse en la siguiente página web: https://www.aragon.es/-/boletin-trimestral-de-coyuntura