Nacho Lamar es el primer aragonés en ganar el Premio Nacional Diseño de Moda 2021 para Jóvenes Diseñadores en 35 ediciones. A sus 27 años promete revolucionar el mundo de la moda con L’amar, moda genderless que se venderá online bajo demanda.
¿Qué se siente al recibir el Premio Nacional de Moda Joven?
Todo el mundo me dice, estarás de subidón ¿no? Pero estoy enfrentándome a mi marca y estoy un poco tenso. Es muy complicado, estoy consiguiendo taller, mano de obra, personas, tejidos… me esta costando lograr lo que quiero. El éxito del premio sería continuar en lo que quiero. Este premio es una palma a la espalda, quizá soy inconformista por naturaleza y necesito más siempre. Estoy feliz y a la vez tenso.
Eres el primer aragonés que lo gana en toda la historia del premio.
Sí, en 35 ediciones. Igual estoy más contento por ese mérito, por representar a Aragón que por otra cosa. Igual antes en Aragón el concurso no tenía tanta mella o quizá desde el 2018 se está viendo que en Aragón hay talento en la moda, se respira otro ambiente. A través de las redes sociales se ve más interés en la moda, a través de Hacer Creativo se está potenciando más el diseño y hay trabajos de chicos y chicas que son bastante fuertes. Este año el Concurso de Jóvenes Diseñadores de la Aragón Fashion Week va a ser muy bueno.
¿Qué colección presentaste al premio?
Me presenté con Esto no es una colección, con la que he querido transformar objetos en prendas. Esto era algo que ya hacía en el pop art, Andy Warhol, que trabajaba con las siluetas de los objetos y las dibujaba. Para el propio nombre me inspiró Magrite con Esto no es una pipa que dejaba entrever todo u estado filosófico. He querido jugar con eso y abrir ese interrogante al espectador y sorprenderlo. Es una colección que he diseñado y producido en dos meses y medio. Este leitmotiv va a estar presente en mi trabajo de este año. Tengo muchos más diseños en la cabeza y quiero jugar con ellos: esto no es un saco de café, esto no es una gorra…
¿En qué va a consistir ese trabajo?
Mi marca L’amar se va a comprender de dos líneas: Contemporary, prendas que hemos visto en pasarela rediseñadas para prèt a porter a través de lanzamientos irregulares de una prenda, un complemento… y otra línea más clásica de sastrería a medida que iniciaremos con moda nupcial por encargo. En el caso de Contemporary venderemos la ropa a través de la tienda online y la confección se iniciará una vez hecho el encargo por la web.
¿Es todo ropa de hombre?
No me quiero etiquetar, siempre me han dicho que diseño para mí, y es cierto que me veo yo con esos diseños. Pero mis colecciones son genderless, no busco encontrar a personas, busco que las personas encuentren a las prendas. Toda mi moda está muy vinculada al arte, bebo mucho del arte contemporáneo. Con L’amar quiero ir un poco más allá, quiero que sea un poco antimoda, quiero experimentar con la prenda. Mi público va a estar comprendido en el hombre, pero voy a jugar con la diversidad de personas, no busco modelos, busco personas que tengan personalidad. Quiero hacer un experimento e intentar revolucionar. No quiero hacer una marca convencional.
Ese arte en el que te inspiras está centrado en Aragón.
En el 2017 me apunté junto a un compañero en la Aguja Goyesca y me inspiré en la Tauromaquia de Goya. En el 2018 me presenté al Certamen de Jóvenes Aragoneses que se celebró durante la Aragón Fashion Week y del que resulté ganador. Tenía que hablar algo que fuera nuestro, quería hablar de Aragón e hice una reinterpretación de los años XX, dándoles una vuelta de formas y estética. Con Legado XX intenté acercarme a la sastrería inspirándome en José Beulas, Luis Buñuel, Miguel Labordeta, entre otros; y en cada conjunto les hago un homenaje. En las fotografías de los modelos intento vincular los conjuntos a lugares de la comunidad.
En el 2019 creo la colección Francis, inspirado de nuevo en Goya. Cada vez investigo más y me apasiona mas todavía la figura del pintor aragonés. Esta vez hago una oda a su trayectoria de principio a fin, bebo de su obra, vida y trabajo… y hago las fotos en Fuendetodos y en el Monasteiro de Veruela. En el 2020 hago mi tesis final, quise crear un concepto desde cero, Lamarismo, una especie de religión.
¿Estás en Zaragoza ejerciendo tu carrera?
Estoy reestableciendo mi proyecto. Llevo varios meses en FITCA trabajando la sastrería junto a Fernando Marco para especializarme. Estoy muy agradecido a sus enseñanzas y lo he reflejado en mi ultima colección. Trabajo materiales básicos que tienen unas construcciones interiores tremendas que he antes no hacía y lo he querido acercar al prèt a porter. Quiero apostar por ese cuidado tremendo en las prendas.
¿Cómo se conjuga la creatividad con el interés comercial y empresarial?
En este tiempo he ido a contracorriente de mi y de mis posibilidades. He creado 4 colecciones externamente al margen de la carrera. Ha sido un reto para mí y como diseñador he querido crear más allá y retarme. Durante los estudios la preocupación por mi negocio era inferior porque me estaba formando y te explotan las alas de la creatividad. Ahora te enfrentas a una marca con la que quieres vender y tienes que aterrizar. Aun sigo aprendiendo de esto, me he equivocado con ciertas cosas como la gestión del tiempo, la compra de materiales… nadie me lo ha enseñado y se aprende palo tras palo. Conforme pase el tiempo iré aprendiendo, aun sigo diciendo: en qué locura me he metido. Es una industria muy difícil y la confección es muy laboriosa. Cuando tenga todo atado, las dos firmas, la página web y la tienda online, las redes sociales… intentaré ir a Mercedes-Benz Fashion Week Madrid porque tengo claro que he pasado el nivel de joven diseñador y tengo que subir el escalafón.
¿Cuáles son tus siguientes pasos?
Lo primero que voy a hacer es desfilar mi colección en septiembre en la Aragón Fashion Week ya como diseñador. Pero soy consciente de que etiquetarme como diseñador es que pasen años y funcione tu negocio. Ahora soy un emprendedor que esta muy ilusionado con lo que hace. Sobre todo, estoy poniendo toda mi fuerza en hacer toda mi producción en Aragón. Los materiales es más difícil conseguirlos aquí, pero intento que toda la producción sea en mi tierra porque necesito respaldar a mi ciudad. Eso es parte de que un proyecto sea sostenible. También es cierto que quiero que mi cliente esté fuera de Aragón porque quiero internacionalizar la firma.
