El Pirineo Aragonés esconde tras él una belleza única, que no puede ser vista en ningún otro lugar. En verano, muchas de las zonas más altas se deshielan, siendo la mejor época del año para contemplar de cerca parajes que parecen de película.
A continuación, os dejamos 9 rutas por el Pirineo Aragonés que puedes realizar a lo largo de este verano.
Cola de caballo
La ruta de la cola de caballo es una de las más bonitas del Parque Nacional de Ordesa. Como la mayoría de rutas del Pirineo Aragonés, comienza en el parking de la pradera de Ordesa. En temporada alta, para llegar hasta allí, debido a la gran circulación, hay que coger un bus desde la localidad de Torla. El recorrido es único desde el comienzo, y nos hará atravesar todo el valle.
Parte discurre por un frondoso bosque de hayas, pinos y abetos en el que veremos otras cascadas, como la de Arripas, de la cueva, el Estrecho y las gradas de Soaso. El río acompaña siempre al senderista, y hay acondicionados varios miradores. Conforme se avanza, a la altura de las gradas de Soaso ya se atisba el fondo del valle con las cumbre más altas: Monte Perdido y el Cilindro de Marboré.

El último tramo es un camino empedrado hasta llegar al final de la ruta y contemplar la famosa cascada de la cola de caballo. Se trata de una ruta para todas las edades.
Ibón de Piedrafita y su Arco
Uno de los mayores reclamos del verano en el Valle de de Tena. Comienza desde el propio parking, en este caso uno de los dos habilitados del parte Lacuniacha. Se inicia el sencillo ascenso por camino de tierra, en el que ya se puede empezar a gozar de unas vistas privilegiadas del valle.
A lo largo del recorrido pueden tomarse hasta tres atajos, pero no son aconsejables si no te quieres perder las partes más bonitas. Así se llega hasta un cruce, teniendo que desviarse a la izquierda tal y como marca la señal.
A partir de aquí, el sendero cambia radicalmente, pasa a ser más estrecho y con un riachuelo que acompaña durante un buen rato del ascenso. Con la Peña Telera cerca, y casi por sorpresa, en poco más de media hora de ese camino se llega hasta el Ibón de Piedrafita.
Para llegar hasta el Arco, hay que dejar el Ibón atrás por una pista ancha. Sin pérdida alguna se llega a un pequeño refugio escondido entre las rocas, y luego hasta una pequeña llanura. De repente, tras pasar la pedrera, te encuentras ante los pies del majestuoso Arco. Siguiendo el camino puedes llegar a su parte más alta. Una imagen única del Valle de Tena y del Pirineo Aragonés que compensa la subida que se acaba de realizar.
Ruta de Aguas Tuertas e Ibón de Estanés
Está enclavada en el Parque Natural de los Valles Occidentales, a unos 1.750 metros de altitud. Es un recorrido lineal de 19 kilómetros que no tiene dificultad técnica.
El sendero para iniciar la subida parte del aparcamiento que hay al final de la pista de tierra que desde la Selva de Oza lleva hasta Guarrinza. Desde aquí se sube hasta el final del valle siguiendo las marcas ya mencionadas. Seguidamente se parte hacia un refugio de pastores desde donde se contempla el Achar d´Aguas Tuertas. Desde ese punto, el camino se vuelve especialmente bonito, acompañando a contracorriente al río Aragón Subordán que baja trazando diferentes meandros.

Al final del valle toca la parte más “dura” por terrenos más accidentados que ascienden hasta un campo con vistas sobre el ibón de Estanés. A partir de allí, toca descender el lago, que es uno de los más importantes del Pirineo Aragonés. El regreso se hará volviendo por la misma ruta a través del mismo camino de la ida.
Ruta de las tres cascadas
Situado en el Valle de Benasque, este recorrido es uno de los más populares del Pirineo Aragonés. Partiendo desde Cerler, se sigue un camino que claramente marca que su destino son las tres cascadas: La Masearada, El Clotet y El Bom. Tiene poco más de 7 kilómetros y es circular.
Arranca por un camino de piedras en ascenso, que nos lleva hasta la ermita de San Pedro Mártir, patrón de Cerler. Este primer tramo es el único del sendero que ofrece sombra, ya que el resto del camino discurre por terrenos abiertos. Tras dejar atrás la ermita, saldremos a una zona deforestada que nos llevará poco a poco hacia el río Ardonés. En este punto del recorrido se puede disfrutar de la vista varios picos de más de tres mil metros de altura.
De repente el valle se cierra y el paisaje se torna más agradable. Al fondo se verá la primera cascada: la de Ardonés. La más espectacular de las tres que se verán. Siguiendo el recorrido, tras una bajada llegaremos a la segunda cascada: la del Clotet.

Por último, tras unos minutos recorriendo el barranco por su margen derecha, ya en dirección de regreso a Cerler, hallaremos la última de las cascadas, la de la Mascarada. Podremos acceder a ella tras cruzar un pequeño puente metálico. Normalmente, es la que menos agua lleva de las tres
El trayecto de regreso al pueblo de Cerler ofrece una visión panorámica espectacular, ya que esta parte del sendero discurre a media ladera, por cotas elevadas que mejoran la perspectiva.
Ibón de Acherito
Es uno de los que más técnica y destreza se necesita, no apto para cualquier edad ni condición física. Este recorrido circular en el Pirineo Aragonés parte del puente sobre el barranco del Acherito. Desde allí se sigue el GR que asciende por la antigua calzada romana. Seguidamente se coge la orilla derecha del barranco de la Foyas, hasta cruzar el valle al pie de los cantiles rocosos de las Rallas de la Foyas.
Se sigue atravesando laderas con fuerte pendiente cubiertas de matorral. Se llega así al ibón del Acherito. Si se prosigue, se llega a la cabecera de la cuenca valle del Acherito, momento para recordar por su gran belleza. Tras cruzar sendos barrancos el valle se ensancha moderadamente.
El principal interés de la ruta es el acceso al espectacular ibón del Acherito de claro origen glaciar pues se ubica en un antiguo circo glaciar colgado.
Ruta de las pasarelas de Panticosa
Es un recorrido diferente a los demás del Pirineo Aragonés. Se trata de una ruta de pasos colgantes de 800 metros de longitud sobre el congosto del río Caldarés. El aforo es limitado por turnos, para evitar las aglomeraciones sobre las pasarelas y hace falta reserva previa (sobre todo en épica estival). Los tickets pueden encontrarse por página web o bien en una máquona expendedora en el Parking de la Telecabina de Panticosa (al inicio del recorrido).
El recorrido comienza en el aparcamiento de la estación de esquí. Se cruza el puente sobre el río Caldarés después se rodea el edificio del telecabina, y justo detrás se inicia el sendero. El primer tramo de pasarelas lleva a la pasarela colgante ofreciendo una vista espectacular del barranco de las aguas del río Caldarés.

Tras ellas, se toma un camino que se introduce en la zona boscosa, hasta llegar en unos metros a un cruce en el que se plantean dos opciones para completar el recorrido. Se recomienda tomar el de la izquierda, que prosigue en suave ascenso hacia el Mirador O’Calvé. Desde este mirador se dominan unas espectaculares vistas de Panticosa y todas las montañas que le rodean.
La señalización existente nos dirigirá directamente de nuevo a Panticosa y al aparcamiento.
Ruta de las Gorgas del Alba y Sendero Botánico
En la carretera a los Llanos del Hospital, hay que coger el desvío a la derecha hacia los Baños de Benasque. Desde allí comienza un sencillo y bello paseo, que se inicia a los pocos minutos con una cascada.
A la media hora de haber empezado a caminar, se llega a un bosque de hayas donde la ruta se divide: un cartel hacia el bosque de hayas y otro hacia las Gorgas de Alba. Si eres un amante de la flora y fauna, puedes elegir el primero para hacer un breve recorrido circular por el bosque y regresar al mismo punto para continuar hacia las Gorgas de Alba.
El camino hacia las Gorgas atraviesa una pasarela metálica sobre el Ésera y, a partir de allí ya se vislumbran a lo lejos las Gorgas del Alba. Hay un sendero que te llevará al mirador inferior y otro al superior. El camino de regreso te llevará hasta el aparcamiento.
Un recorrido corto y para todos los públicos, que en su cima te permitirá observar uno de los mejores paisajes que hay en la actualidad en los Pirineos.
Cañón de Añisclo
El cañón de Añisclo, también conocido como el cañón del río Bellos, está situado muy cerca de la localidad de Escalona (Huesca) en uno de los lugares más bonitos del Pirineo Aragonés. Es conocido por la tremenda variación de rutas que ofrece al público.
Desde el puente, la cueva y el eremitorio de San Urbez sale el camino. Sigue paralela al río durante un importante y largo tramo. Desde allí sale una derivación hasta enfrente de la cascada del Barranco Cavalis. Un gran plano inclinado y una cornisa por un magnífico bosque de hayas nos llevan hasta la Ripareta.

Un sendero sube hasta la zona alta de la Pardina, el refugio y Cuello Arenas. Metros más arriba sale marcado el sendero una señal que sube a las cornisas occidentales de Añisclo. Se llega a la pasarela que cruza el río Bellós y nos conduce a la orilla izquierda.
Al mismo tiempo sale a la derecha la senda que sube hacia las alturas de San Vicenda y Cuello Viceto y las cornisas orientales de Añisclo. Se sigue por la orilla izquierda hasta el lugar de la Fon Blanca.
El camino sigue por pedreras ganando los distintos resaltes que le separan del Collado de Añisclo (2.440 mts.). Buenos acantilados, gran paisaje y la impronta de la mordedura glaciar en toda la cabecera del valle.
Ruta de las Ermitas
En la cabecera del Valle de Tena nos encontramos con la Ruta de las Ermitas. Para el recorrido hay que desplazarse hasta Yebra de Basa. Allí encontramos una zona de aparcamiento desde donde sale la ruta, a la izquierda de la pequeña Ermita del Angusto.
El recorrido esta señalado en todo momento. Durante los primeros compases, la ruta va llaneando hasta cruzar el riachuelo que forma el barranco de Santa Orosia, a partir de ese momento la ruta será cada vez más empinada. Durante el ascenso nos encontraremos con dos pequeños santuarios, el primero de ello es la ermita de Escaronilla y el segundo la ermita de las Rodillas.
Siguiendo el sendero, encontraremos un camino entre vegetación haciendo este tramo más fresco y agradable. Si miramos hacia arriba en este punto, habrá una bonita panorámica de las ermitas de la Cueva (superior) y de San Cornelio (inferior) con la cascada precipitándose sobre ellas.

Tras girar a la izquierda en el desvío, y subiendo por las escaleras, llegamos a la Iglesia de las Cuevas. Bajando las escaleras de nuevo vamos a la zona de la cortina de agua donde esta la ermita dedicada a San Cornelio. Continuando, llegamos ahora a la Ermita de San Blas. A pocos pasos veremos la Ermita en honor a Santa Barbara.
Al final de la ascensión, nos situamos a la planicie superior, donde toparemos con la ermita de O Zoque. Con el paseo totalmente plano, llegaremos a nuestro destino principal: la ermita de Santa Orosia.
Desde este punto podríamos volver sobre nuestros pasos, pero si queremos terminar con un recorrido circular, seguimos la pista que sale desde Santa Orosia en sentido de bajada (hacia la derecha).