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19 abril 2024

Térvalis, la firma turolense que coloca a Aragón en la vanguardia de los biofertilizantes

La compañía ha cedido recientemente cuatro patentes sobre sus tecnologías de purines al Ejecutivo autonómico con un potencial beneficio social y medioambiental de mil millones de euros. Su trabajo en I+D despierta el interés de instituciones como Harvard y está presente en casi 50 países.

Que una institución del prestigio de la Universidad de Harvard contacte con una empresa de Teruel para conocer cómo ha podido surgir el modelo de investigación y desarrollo de la provincia es algo que, aunque pueda resultar anecdótico, pone sobre la pista del trabajo que realizan desde Térvalis. Este grupo empresarial, nacido en 1986, apuesta de manera clara por la I+D y, de hecho, hace unos días se materializó la cesión de cuatro de sus patentes en tecnologías de biofertilizantes al Gobierno de Aragón, un conocimiento ahora en manos del Ejecuto autonómico que tiene un potencial beneficio social y medioambiental de 1.000 millones de euros, según estima la Universidad de Zaragoza. Unas patentes que, además, abordan la cuestión de los purines, uno de los asuntos de mayor relevancia para el medio ambiente aragonés por el impacto de la cada vez más potente industria del porcino.

“Lo que hemos pretendido es poner en manos del Gobierno de Aragón unas tecnologías que, además de tener un beneficio económico para el sector, por su propia naturaleza tienen un beneficio social, en lo relativo al medio ambiente y la vertebración, que la empresa como tal no tiene capacidad para poner en valor”, relata el director ejecutivo del grupo, Sergio Atarés.

Estas tecnologías abordan la sustitución de los fertilizantes minerales por los orgánicos gracias a unas tecnologías que convierten a estos últimos en una potente alternativa y, a la vez, se reduce el impacto medioambiental que causan. Es decir, logran un doble efecto; por un lado, mitigar “la contaminación asociada al nitrógeno que evoluciona desde los purines en forma de amoniaco a la atmósfera o en forma de nitratos a los acuíferos”, explica Atarés.

Mayores beneficios para agricultores y ganaderos

Y, por otro, “un mayor beneficio económico para los ganaderos y los agricultores”, ya que los primeros consiguen un mayor bienestar animal, mientras que los segundos “van a tener una potencia de fertilización mucho mayor a un precio menor”.

En la firma que materializó la cesión de estas patentes ya se adelantaron las previsiones económicas de estas tecnologías, que concluye un estudio elaborado por el departamento de Economía de la Universidad de Zaragoza. Este trabajo cifra el beneficio potencial para el sector entre los 90 y los 100 millones de euros al año, de manera que cada granja podría obtener un resultado neto superior a los 20.000 euros, y un beneficio social y medioambiental de 1.000 millones de euros.

El consejero de Agricultura, Joaquín Olona, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, el presidente de Térvalis, Generoso Martín, y Atarés, en la firma de la cesión de las patentes. FOTO: Gobierno de Aragón
El consejero de Agricultura, Joaquín Olona, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, el presidente de Térvalis, Generoso Martín, y Atarés, en la firma de la cesión de las patentes. FOTO: Gobierno de Aragón

Un cambio, el del fertilizante mineral al orgánico, que, además de que permite utilizar ese nitrógeno de los purines que contamina suelo y aire, también evita el uso de, sobre todo, gas natural, para producir el primero. “Va a suponer un aumento neto, rotundo, de la sostenibilidad del sector agroalimentario”, destaca Atarés.

Este proyecto se desarrolla en un territorio como el aragonés que, gracias a sus características geográficas y económicas, puede llegar a ponerse en vanguardia en este sentido. “El sector porcino es muy importante -relata el responsable de Térvalis-, con lo cual tenemos esa materia, que son los purines, y tenemos tierra suficiente, suelo, y tenemos valor agregado de la agricultura”.

Unos efectos que, además de su impacto directo en el medio ambiente, también se podrían traducir en incentivos para el usuario final: “Si conseguimos cimentar esta sostenibilidad desde la base, que es la fertilización y los suelos, conseguiremos proporcionar un mayor valor añadido a nuestros productos y que los consumidores mejor informados prefieran los productos más sostenibles”, explica.

Experiencia en las Cinco Villas

De momento, el proyecto con estas patentes ha pasado de las instalaciones de Térvalis en Teruel a una experiencia piloto en las Cinco Villas. Esta prueba echará a andar en un plazo de dos meses y se desarrollará durante dos años. Con este salto a la comarca zaragozana el proyecto gana escala, ya que allí “hay más purines para poder trabajar”, explica.

“Pero este salto de escala simplemente es el inicio; ya estamos estudiando otras comarcas que han mostrado el interés para poder ser capilares. Empezamos con las Cinco Villas, pero después iremos avanzando a otras comarcas”, avanza.

Un bioreactor dentro de la planta de Térvalis en Utrillas. FOTO: Térvalis
Un bioreactor dentro de la planta de Térvalis en Utrillas. FOTO: Térvalis

La apuesta de Térvalis, además de centrarse en los fertilizantes orgánicos, también pone la mira en la cuestión energética. Con el proyecto IAM Caecius, elegido dentro de los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI) indaga en los usos innovadores del hidrógeno verde.

“Una cosa es desmineralizar el sector agroalimentario y otra cosa es descarbonizarlo, es decir, cómo vamos a obtener los nuevos fertilizantes desde fuentes renovables”, explica Atarés. En concreto, con la planta que han desarrollado en Teruel para este proyecto se busca la obtención de unas 15.000 toneladas de amoniaco, un precursor de fertilizantes, partiendo de energías renovables y agua. “Es la primera planta que está prevista de esta escala en Europa”, recalca que responsable de Térvalis.

Sobre este proyecto, de unos 160 millones de euros, explica que ya han comenzado los estudios de previabilidad y seis regiones europeas ejercerán de supervisoras, con la intención de utilizar estas tecnologías en el futuro. Según estima, el funcionamiento a plena capacidad de a planta podría llegar en 2028.

El futuro y la economía circular

Todos estos proyectos se circunscriben o rondan el concepto de economía circular, una cuestión en la que desde el Gobierno autonómico trabajan en fomentar con la estrategia Aragón Circular.

El grupo turolense forma parte de esta estrategia sobre una cuestión que considera Atarés “imprescindible”. “Sin un impulso claro por parte de las administraciones, posiblemente Aragón pudiese quedarse a la zaga en esta nueva transformación de los sectores socioeconómicos”, señala. De esta forma, el director ejecutivo de la compañía anima a continuar en este camino que permite, además, que Aragón se sitúe “en vanguardia”.

Aunque la internacionalización del grupo es patente y ya manejan planes de expansión en distintos países, el grupo Térvalis siempre ha estado muy ligado a su lugar de origen, Teruel. Un territorio sobre el que Atarés se muestra “muy optimista”. “Es una provincia muy dinámica, donde, aunque haya poca población, se emprende mucho”, destaca.

Además, y dadas las necesidades actuales, observa que se trata de un lugar “con mucho suelo por habitante”, algo que exige la nueva economía de los recursos renovables. “Necesitamos muchos metros cuadrados para energía, muchos metros cuadrados para cultivos, muchos metros cuadrados para biomateriales, y en eso mejor, que Teruel, nada”, añade.

Sobre la provincia, recuerda cómo hace unos meses contactaron con él desde la Universidad de Harvard “para explicar cómo el modelo de I+D de Teruel ha podido surgir”. “Tenemos 150 patentes en 20 países y eso, por habitante, pesa mucho”, reflexiona sobre un territorio sobre el que concluye: “No somos víctimas, somos protagonistas de esta gran transformación”.

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