Un joven aragonés estudiante de ingeniería informática ha creado Maximiliana, un dispositivo que contactar con abuelos y personas con dificultades sin necesidad de que descuelguen el dispositivo
Maximiliana tiene 88 años. Es de esa generación que no ha crecido con un dispositivo móvil entre las manos y a los que les cuesta adoptar las nuevas tecnologías, incluso cuando más necesarias se hacen. Hace un par de años, cuando su nieto, el zaragozano Jorge Terreu se fue de Erasmus a Francia para cursar tercero de Ingeniería Informática no podía comunicarse porque no era capaz de hacer videollamadas con él.
“No encontraba ningún dispositivo que funcionara totalmente solo, porque mi abuela no era capaz de responder a la videollamada, se confundía o la ocultaba.. no había manera. Entonces pensé, ya que yo hago informática, le diseño yo un dispositivo que se conteste solo y que cuando yo o cualquier otra persona de la familia cuelgue que volviera a un estado normal”, cuenta Jorge Terreu.
Fueron tres meses de desarrollo, pero por fin pudo conectar con Maximiliana desde Francia. “Se lo puse a mi abuela y estábamos toda la familia encantada. Vi que mi abuela lo usaba mucho y entonces añadí también la localización, porque a ella le gusta dar paseos e ir hasta la plaza del Pilar, pero a veces se equivoca de calle o se sienta en un banco porque está cansada”, continúa el joven ingeniero, que fue añadiendo más funcionalidades al dispositivo al que le puso el nombre de su abuela. Así nació Maximiliana.
Maximiliana no es una app móvil, es un dispositivo en sí mismo y tiene una app para instalar en los móviles de los familiares o personas que se quieren comunicar con aquella persona que tiene el dispositivo físico Maximiliana.
“El dispositivo Maximiliana tiene algunas de las funcionalidades de un móvil moderno pero funciona totalmente solo”, detalla Terreu. “Cuando alguien llama al dispositivo descuelga automáticamente la llamada o la videollamada, se cuelga solo y también puede recibir mensajes que son leídos por un asistente de voz”. El abuelo o persona con dificultades que utiliza Maximiliana tiene también un botón de emergencia que se puede apretar 5 veces y puede realizar llamadas solo con pulsar la foto de las personas que aparecen en la pantalla.
Los familiares o amigos pueden consultar desde la app la batería que le queda al dispositivo (dura unos 3 o 4 días sin cargar) o si no se está cargando para avisar a la persona mayor de que lo haga así como ver dónde se localiza el dispositivo. “Cuando un abuelo toca la cara que aparece en la pantalla se inicia una llamada de teléfono normal y se pone automáticamente el altavoz al máximo”, explica Jorge Terreu.
Un móvil imprescindible durante el covid
El dispositivo que había nacido para cubrir la necesidad concreta de Jorge y Maximiliana se ha convertido en el dispositivo más buscado en la actualidad para comunicarse con las personas mayores. “Como vi que había más gente como mi abuela que se manejaba bien con el móvil lo planteé como proyecto de manera más seria y en marzo del 2020 terminó una versión estable y doné cinco dispositivos al Hospital Clínico de Zaragoza”, relata Jorge.
Ese mismo mes de marzo se desató en España el peor momento de la pandemia del coronavirus y Maximiliana hizo su función. Los dispositivos fueron utilizados con pacientes de covid que no podían ver a sus familiares. “El feedback fue muy bueno y conseguí varios clientes”, afirma.
La repercusión en prensa de su invento fue tal que Jorge declara sentirse todavía “en shock”. Desde que varios medios aragoneses publicaron la noticia, se hicieron eco también otros nacionales como Ondacero, Cope, RTVE, La Vanguardia, ABC… Pero donde más ilusión le hizo aparecer fue en la Revista Pronto. “Mi abuela no le daba importancia cuando le contaba que habíamos salidos en periódicos y medios nacionales hasta que se vio en el Pronto, que es lo que ella lee”, explica Jorge.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de un inversor privado que se fijó en el proyecto en junio, y ya tiene gasolina para recoger mayores encargos. “Ha sido tal la difusión que me han llamado desde Perú para adquirir el dispositivo, porque allí también salió en un periódico”, cuenta emocionado Jorge.
Maximiliana ha llegado a un acuerdo con Xiaomi España y es el gigante asiático el proveedor de los dispositivos físicos que después Jorge Terrer y su equipo (ahora mismo cuatro personas) se encargar de formatear para adaptarlo a la interfaz y funcionalidades de Maximiliana.
El dispositivo tiene un coste de 19,90 euros al mes (sin permanencia) y cuenta con dos semanas de prueba gratuita. Maximiliana necesita una tarifa móvil para funcionar y se puede utilizar el operador propio o MaximilianaConnect, un servicio resultado de una colaboración con Simyo que da conexión por 6,90€ al mes, la opción más económica del mercado.
En las próximas semanas Maximiliana incluirá alguna nueva función relacionada con experiencias de streaming que comenzarán automáticamente en los dispositivos. Estas mejoras se actualizan de forma remota en los dispositivos sin necesidad de ninguna acción.