Gran parte de los peregrinos europeos que viajaban a Santiago de Compostela entraban a España por Aragón, generando una ruta que cruza las provincias de Huesca y Zaragoza hasta llegar a Navarra. Recorrer el Camino de Santiago en Aragón es una manera perfecta de conocer el patrimonio cultural y natural de nuestro territorio.
¿Todavía sin planes para este verano? Pues atento a esta propuesta: el verano es un gran momento para conocer nuevos lugares, pero no solo en otros países, también muy cerca, sin salir de Aragón. Y una manera excelente de hacerlo es recorriendo la parte del Camino de Santiago que pasa por nuestra Comunidad. Conjuga naturaleza, gastronomía, deporte y cultura, y puedes adaptarlo como más te convenga. Además, ¡estamos en año Jacobeo! Un motivo más para formar parte de esta tradición milenaria.
Esta ruta de unos 150 kilómetros forma parte del Camino de Santiago francés, el itinerario más transitado para llegar hasta Santiago de Compostela, y pasa por 14 municipios. Hemos reunido algunos de ellos para que prepares tu propio recorrido. Además, te recomendaremos algún sitio para comer en algunos de ellos (en los que hay restaurante). ¡Ponte calzado cómodo y a disfrutar!
Canfranc
Tras iniciar la ruta desde el paso del Somport, este será el primer municipio por el que pasarás. Cuando lo hagas, tómate algo de tiempo para visitar la impresionante antigua estación de ferrocarril y su entorno. De gran importancia histórica, servía para enlazar por tren España y Francia a través de los Pirineos. Cerca de allí, podrás ver edificios defensivos como el Fuerte de Coll de Ladrones.
Recomendación para comer: Restaurante L’Anglasse.
Villanúa
Cuando llegues a este bello pueblo pirenaico, aprovecha para visitar su iglesia románica y, si no te importa desviarte un poco, también la famosa cueva de Las Güixas donde, según la tradición, las brujas celebraban aquelarres. Además de conocer la leyenda, en su centro de interpretación te familiarizarás con su riqueza geológica.
Recomendación para comer: Restaurante Monte Lierde.
Castiello de Jaca
Según la leyenda, uno de los peregrinos que pasó por aquí haciendo el Camino de Santiago cargaba con tal cantidad de reliquias que tuvo que dejar muchas en esta localidad, a la que se conoce ahora como “el pueblo de las cien reliquias”. Si en lugar de estos objetos has elegido una bicicleta para hacer tu camino, puedes aprovechar para recorrer el valle de La Garcipollera, al que se accede desde aquí.
Recomendación para comer: Restaurante La Jacetania.
Jaca
Es uno de los principales focos turísticos de la provincia oscense y necesita poca presentación. A tu paso por Jaca durante el Camino de Santiago en Aragón, no te pierdas la catedral románica de San Pedro, de principios del siglo XI, o la Ciudadela, que alberga un museo de miniaturas militares. Y, si quieres disfrutar de una perspectiva completa de toda la ciudad, haz un esfuerzo y sube hasta el Fuerte del Rapitán, la vista merece la pena.
Recomendación para comer: Restaurante Biarritz.
Santa Cilia
Esta es, sin duda, una localidad de altos vuelos. En parte gracias a su aeródromo, donde se programan multitud de exhibiciones aéreas. Coordina tu paso por aquí con la agenda del aeródromo, para poder asistir a alguna de ellas.
Recomendación para comer: Restaurante El Bosque.
Arrés
Este pequeño municipio perteneciente a Bailo tiene un importante valor arquitectónico, ya que mantiene su estructura original. Un ejemplo: la Torre de Arrés, un Bien de Interés Cultural que forma parte de lo que fue una fortaleza levantada en el siglo XV.
Martés
Tras atravesar el pueblo y pasar junto a su iglesia parroquial de estilo gótico, el Camino de Santiago en Aragón discurre por este tramo entre campos de secano. Como curiosidad, en esta etapa atravesarás dos barrancos: el de Sobresechos y el de Calcones.
Mianos
Esta es la primera localidad de la provincia de Zaragoza dentro del Camino de Santiago en Aragón. Aunque, en realidad, no está exactamente en el lugar donde se ubicaba el antiguo Mianos, que se trasladó a un emplazamiento más al norte en el año 1137. Hasta entonces, la ruta jacobea lo atravesaba de este a oeste. Para asistir a peregrinos y caminantes se construyó una venta de la que todavía pueden verse las ruinas.