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29 marzo 2024

Laurel & Tomillo, emprendedores en el medio rural: “Movemos conservas por toda España desde un pueblo de Teruel de 35 habitantes”

Para quien no os conozca, ¿qué es Laurel & Tomillo?

Somos una empresa agroalimentaria y nos dedicamos a la creación de conservas de carne, principalmente, elaboradas de forma especial. Usamos técnicas de cocinado antiguas y las aplicamos a nuestras conservas. Además, somos productores de trufa negra, nos dedicamos a su cultivo y comercialización, tanto para cliente particular como profesional.

¿Cómo y cuándo nace este proyecto?

Llevamos cuatro años en el mercado, aunque la gestación de la idea empezó ya dos años antes. Surgió porque en mi familia siempre ha habido granjas de conejos y mi madre y mi abuela hacían un conejo en escabeche exquisito. Entonces, hablando sobre ello, decidimos empezar. Formamos el equipo tres personas -Andrea, que está más al mando de la cocina; Ángel, encargado de la logística; y yo, que estoy centrada en la comercialización-. Así comenzamos, y poco a poco hemos ido creciendo. Al inicio teníamos tres productos y ahora tenemos veintiuno.

¿Se puede decir, entonces, que la evolución de la empresa ha sido positiva?

Sí, hemos ido innovado, metiendo en nuestros productos de la zona, como la trufa y el azafrán de Teruel… porque esa es la filosofía de la empresa: apostar por el territorio. De hecho, si desligáramos nuestro producto del medio rural, carecería de sentido. Nuestra primera premisa fue ofrecer un producto alternativo a un público preocupado por la alimentación sostenible.

Vosotros ofrecéis un producto natural, sin conservantes ni colorantes… ¿Es fácil encontrar un estándar de calidad así en el mercado?

No es fácil y es irónico porque no es necesario meter aditivos en la elaboración para que mantengan más el color o el sabor. Los procesos que nosotros utilizamos son lentos, cocinamos a baja temperatura, las carnes están marinadas… son formas de hacer que se ha rescatado de la tradición gastronómica local y que permiten crear un producto cien por cien natural. Ese, y que todos nuestros productos están libres de gluten, son nuestros puntos fuertes.

Apostáis por lo rural y lo tradicional, pero ofertáis vuestros productos por internet y hacéis envíos a toda España… imagino que esta combinación ahora mismo es inevitable para que la empresa funcione.

Claro, la accesibilidad a nuestros productos es muy fácil. Se pueden encontrar a través de internet, de nuestra web, o por clientes profesionales. Nosotros estamos ubicados en Lagueruela, un pueblo de Teruel que tiene 35 habitantes en invierno, y en este momento estamos centrados en el mercado nacional. El 90% de nuestras ventas se van fuera de Aragón. Tenemos presencia en casi todas las capitales de provincia, y nuestros compradores principalmente valoran la técnica, la elaboración artesanal, sin aditivos, el cocinado lento… y también hace gracia que sea un producto que venga de un pueblo tan pequeño de la Comarca turolense del Jiloca.

Susana Lahuerta con una trufa de su cultivo.
Susana Lahuerta con una trufa de su cultivo.
Recientemente habéis sido premiadas con una de las becas de 5.000 euros de la Fundación PepsiCo. ¿Cómo habéis recibido este premio?

Con una alegría inmensa. Para nosotros ha supuesto una beca que nos va a dar un gran impulso y además la repercusión que ha tenido es importante. Que desde un pueblo tan pequeño de la provincia de Teruel, en un emprendimiento tan pequeño, se nos reconozca como un proyecto innovador…es ilusionante.

¿Cuál ha sido vuestro proyecto premiado?

Lo que presentamos es un plan de geolocalización en gestión de plantaciones truferas, que se implantará en noviembre de 2022 cuando comience la campaña de recogida. Esto es que a través de un sistema de geolocalización conseguimos tener una radiografía con información exhaustiva, hecha planta por planta, de toda la información de producción de trufa. Esto nos permite que al final de la temporada tengamos un mapa de zonas calientes y frías de producción de trufa. Este proyecto, evidentemente, se presentó unido a las conservas que elaboramos.

El objetivo de estas becas es impulsar proyectos de emprendimiento liderados por mujeres en el medio rural. ¿Creéis que es importante?

Creo que es importantísimo porque en el medio rural las ofertas de trabajo son escasísimas. La mujer forma parte fundamental del asentamiento de la población en el medio rural, ayuda a generar riqueza, puestos de trabajo, contribuye a un desarrollo social dentro del mundo rural… Apoyando a la mujer ganamos todos, tanto hombres como mujeres.

¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer en el emprendimiento? ¿Lo recomendarías?

Buenísima. A nivel particular no encontré ninguna dificultad a la hora de emprender, al contrario, todo fueron ayudas y apoyos por parte las administraciones. Es más, a día de hoy creo que las mujeres tenemos más facilidades para emprender que los hombres, sobre todo en el medio rural. ¿Y que si lo recomiendo? Absolutamente y rotundamente, sí. Emprender es una experiencia tremendamente enriquecedora, de superación, que te hace estar constantemente en pie de guerra. No te puedes dormir en los laureles.

Vosotros estáis ubicados en Lagueruela, en Teruel. ¿Os habéis enfrentado a dificultades por trabajar en el medio rural?

Con internet y agencias de transporte puedes estar en cualquier parte del mundo. Pero una de las principales dificultades ha sido precisamente el transporte. Hasta donde nosotros estamos llegan muy pocas agencias de transporte. También la mano de obra. Hay momentos donde la cantidad de trabajo que tenemos se multiplica. Están la temporada de poda, la temporada de cosecha… El verano es complicado para nosotros porque tenemos muchos frentes abiertos. Y la campaña de Navidad es desbordante. Pero nos apañamos como podemos porque cuesta encontrar mano de obra en el medio rural. La próxima campaña de Navidad, que empezamos a elaborarla en octubre, incorporaremos por primera vez a una persona empleada.

¿Y qué tal acogieron al proyecto en el pueblo?

¡Uy! Generó expectativas, tuvo muy buena acogida. El producto ha dado a conocer también la zona, nos hemos movido por toda España desde un pueblo de 35 habitantes y ahora seguro que ya lo conoce alguien más. Los vecinos te animan y te apoyan, te compran, te recomiendan… al final, todos nos sentimos orgullosos de iniciativas así en nuestra tierra. Son una senda al futuro. El hecho de mantener puestos de trabajo, de atraer población… El emprendimiento en el pueblo rural siempre tiene un impacto positivo.

Si pensamos en un futuro, ¿hacía qué dirección os gustaría que fuera Laurel & Tomillo?

Nos gustaría que fuera hacia la diversificación, que la empresa pueda tener diferentes actividades, siempre ligadas al entorno rural. Tenemos proyectos que poco a poco vamos a ir poniendo en marcha. En el mundo rural está todo por hacer y admite siempre tantos tipos de proyectos… Uno que tenemos en mente es la rehabilitación de una antigua bodega para utilizarla como sala de catas de productos agroalimentarios de Aragón. También llegar al mercado internacional es un plan a futuro.

Becas contra la despoblación, la desigualdad y la falta de oportunidades

El objetivo de las diez becas entregadas por la Fundación PepsiCo con FADEMUR es premiar iniciativas de negocio de emprendedoras rurales de Ruraltivity, ligadas a la agricultura y a la economía circular. Los 5.000 euros en los que están valoradas pretenden contribuir a hacer frente a los principales problemas del mundo rural “como la despoblación, la desigualdad y la falta de oportunidades para las mujeres”, afirma Marta Puyuelo, directora de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de PepsiCo.

“Este ha sido el primer año que hemos entregado estas becas, y estamos muy contentos con la acogida que han tenido. Se han presentado 300 proyectos con gran potencial y escalabilidad, lo que demuestra el gran ímpetu de estas mujeres por emprender”, indica Puyuelo, quien además reconoce sentir una gran “satisfacción” por aportar “un granito de arena para ayudar a hacer realidad los proyectos de vida de mujeres emprendedoras, valientes y repletas de talento”.

Susana y Andrea al conocer que eran ganadoras de la beca PepsiCo y FADEMUR.
Susana y Andrea al conocer que eran ganadoras de la beca PepsiCo y FADEMUR.

Asimismo, Marta Puyuelo, también aragonesa, ha afirmado para Go Aragón que entregar la beca a Susana ha sido un orgullo “muy especial” por dos razones: “La primera, yo misma soy una mujer aragonesa, por lo que comprendo perfectamente el arraigo de Susana a su pueblo natal y su deseo por emprender desde allí. Y la segunda, porque a lo largo de los últimos meses he podido acompañarla a ella y a su proyecto a través del programa ‘Apadrina a una emprendedora’ de Ruraltivity en colaboración con nuestra Fundación, y ha sido todo un placer. Desde el primer momento, me cautivó la vitalidad de Susana, y toda la pasión y esfuerzo que hay detrás de su negocio. Creo que este proyecto tiene todos los ingredientes para hacer brillar al pequeño pueblo de Laguerela en Teruel”.

Conoce otros proyectos singulares como Tomillo & Laurel 

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