Miguel Micheto, junto a sus hermanas Mabel y Maricruz, lidera la décima generación de la Pastelería Micheto, un negocio familiar que ha permanecido en Calatayud desde 1770.
En esta entrevista, Miguel comparte los secretos detrás de la longevidad de su pastelería, la importancia de los Bizcochos de Calatayud y cómo cada reconocimiento les impulsa a continuar preservando la calidad y tradición que han definido a Micheto durante más de dos siglos.
Pastelería Micheto es la galardonada en la categoriá Empresa Familiar en la II Muestra Agroalimentaria de Zaragoza provincia
Pastelería Micheto lleva, como decías, desde 1770 en Caletayud. ¿Cuál es el secreto para mantener la empresa familiar activa y el crecimiento durante más de dos siglos?
Bueno, el secreto de mantener la empresa activa, digamos que siempre en una empresa familiar suele haber alguien que sea un poco la cabeza pensante, la persona que dirige y sobre todo el respetar a esa persona que es la que marca el camino de la empresa.
Los bizcochos de Calatayud son uno de nuestros productos más icónicos. ¿Qué hace tan especial esta receta y cómo habéis logrado mantenerla intacta durante dos siglos?
Bueno, los bizcochos de Claterius no tienen absolutamente ningún secreto: Huevos, azúcar y harina. El secreto es el hacerlos diariamente, venderlos recién hechos y no hay ningún otro tipo de secreto ya que es un producto que no se puede industrializar.
¿Cómo se siente la familia Michetto al recibir este reconocimiento como empresa familiar y qué supone para vosotros seguir siendo un referente en gastronomía aragonesa después de tantos años?
Bueno, pues para nosotros es un orgullo recibir cada uno de los premios que estamos recibiendo después de tantos años, de tanto Micheto que ha pasado por el mundo de la pastelería y bueno, pues cada uno de los premios nos da un poco de fuerza para continuar y para poder ir abriendo un mercado en sitios digamos, muy selectos.
¿Aparte de seguir manteniendo la tradición y mejorar estos mercados, qué planes tenéis de innovar o de expandir el negocio hacia nuevos mercados, productos o exportar?
Bien, nosotros siempre hemos tenido una política de calidad y de, digamos, no sé cómo explicarlo, de una pastelería clásica, mantener los puntos de venta actuales y bueno, digamos que la empresa está hecha en un círculo familiar y no nos permitiría industrializar para lo que es exportar de momento.
¿Tienes algún consejo para un joven emprendedor o una joven emprendedora?
El mejor consejo que se le puede dar a un emprendedor es que crea en su producto, que mantenga su calidad y que no lo malvenda, sino que luche por lo que realmente cree.
Y si no le gusta o no ama la profesión de la pastelería, hablando en nuestro caso, es mejor que lo deje.