La naturaleza se cuela en el Museo de Zaragoza de la mano de una nueva exposición de bonsáis, que ha sido posible gracias a la colaboración con la Asociación Cultural Zaragoza Bonsái, que realiza labores de estudio y difusión de esta disciplina artística desde 1987. En esta ocasión, la muestra gira en torno al otoño.
Del 18 al 23 de octubre el patio del Museo de Zaragoza y parte de la galería de la primera planta acogen una magnífica colección de 45 bonsáis pertenecientes a los miembros de la Asociación y diversos particulares de Barcelona y Vitoria. Los ejemplares destacan por su belleza, antigüedad y delicadeza.
Asimismo, la galería del Museo de Zaragoza refleja el otoño japonés y se viste para la ocasión con los vibrantes naranjas, rojos y amarillos que inundan los bosques con la llegada de esta estación. Para ello, en una exposición sobre “Arces y Crisantemos. El otoño en el arte japonés”, que se podrá visitar durante octubre y noviembre, se han seleccionado treinta obras que recuerdan los montes que se extienden por la geografía japonesa y que ofrecen una amplia variedad de árboles de hoja caduca que, de septiembre a diciembre y de norte a sur, brindan uno de los espectáculos más esperados del año con su progresivo cambio de color. Esta muestra puede visitarse hasta noviembre.
El amor y respeto que el pueblo japonés siente por la naturaleza desde tiempos ancestrales se refleja aún hoy en la fascinación por dichos parajes, así como en su constante reflejo en el arte y en las piezas seleccionadas por el museo.
Las hojas rojas del arce, los tonos dorados del ginkgo y el verde de los pinos configuran una bella y melancólica iconografía otoñal que, junto a los crisantemos, las bandadas de gansos migratorios, la luna llena de septiembre o las siete hierbas del otoño, han sido continua inspiración para el arte y la literatura de Japón.
A través de esta selección, entre estampas y objetos lacados, datados desde el siglo XIX hasta nuestros días, la exposición invita a pasear por estos sugerentes paisajes, así como por famosas historias de Japón entre las que destaca la célebre novela medieval Genji Monogatari.
La Sección de Arte de Asia Oriental del Museo de Zaragoza tiene su origen en la colección que D. Federico Torralba legó al Gobierno de Aragón en el año 2001, y desde entonces se ha ido enriqueciendo con adquisiciones, donaciones y depósitos entre los que caben destacar la Colección Pasamar – Onila y la Colección M. A. Gutiérrez, fondos bien representados en la exposición junto a los de otros coleccionistas como el profesor David Almazán.