¿Te parece increíble que tanta historia se encuentre junta en un mismo lugar?, no esperes más, ven y diviértete mientras te das un paseo por la historia.
¡Comienza tu aventura en los más hermosos castillos que puedas imaginar!
Alcalá de la Selva (Teruel- Aragón)
Alcalá de la Selva se sitúa a 1400 metros de altitud, rodeada por un paraje montañoso y de los montes de Santa Lucía, el Turumborrubio y el Pinar.
Aquí encontramos el castillo de Alcalá, de origen árabe. Le brinda un encanto sin igual a la localidad por su hermosa silueta, la cual destaca por su posición en la cima.
Este imponente castillo se ha mantenido en perfecto estado de conservación, a él se debe el nombre del municipio (Alcalá significa “Castillo”). Alcalá de la Selva y su castillo se convierten por su exquisita naturaleza, en un lugar preferido por los turistas.
Invasiones y reconquistas
El castillo tiene una larga historia, ya que en 1118 Alfonso I el conquistador invadió la fortaleza, entregándola a Lope Johannes de Tarazona. Más tarde volvería a caer en manos musulmanas, para, posteriormente ser reconquistada por Alfonso II. Éste la cedería a la abadía francesa de la Gran Selva.
Según cuenta la historia, en 1375 el castillo pasó a manos de Juan Fernández de Heredia, después de ser vencido por los monjes que allí vivían. Fue este señor feudal, quien creo el castillo del siglo XIV y XV, con la estética que conserva en la actualidad. Sin embargo, durante las Guerras Carlistas, sufrió varias modificaciones en su estructura interna. N 1840, fue tomado por el general O’Donnel.
La fortaleza en su totalidad está construida con piedra menuda, bien reforzada por sillares en las aristas. También cuenta con una torre del homenaje de planta irregular.
En su interior está formada por un patio y una torre de lugar de residencia. La torre se divide en tres grandes salas, presentando en su parte superior tres vanos que en el pasado formaron parte de una galería aragonesa, ésta es similar a la del Castillo de Valderrobles, esto hace ver que el castillo era más un lugar de residencia que de defensa.
Castillo Mora de Rubielos
El castillo de Mora de Rubielos tuvo su origen en los albores del siglo XIV, teniendo como referencia a la familia Fernández de Heredia; es catalogada como una de las principales joyas arquitectónicas e históricas de Aragón, más aún por su envidiable estado de conservación tras diversas reformas. Desde este castillo se divisa toda la población, desde sus barrios hasta la entrada, el Palomar.
Todo el castillo en su conjunto, llama la atención, comenzando por sus sótanos hasta su terraza superior. Tanto hay por mostrar, que en la visita guiada se presentan más de 20 estancias en las tres plantas, también se permiten visitas libres.
A los turistas les llama especialmente la atención el hecho de que el castillo cumplió la función de cárcel durante las guerras carlistas y posteriormente en la contienda civil; todavía se pueden ver grabados los nombres de algunos presos en la pared.
Descubre datos interesantes que se relacionan con nobles familias de la época
Este castillo está ligado a la historia de Mora y a Juan Fernández de Heredia, quien fue gran maestre de la Orden de San Juan del Hospital. Éste logró conseguir una bula para que los terrenos dejados en el Maestrazgo por los templarios, luego de su excomunión le fueran entregados a su familia.
Fue así como finalmente compró Mora de Rubielos a principios del XIV por 260.000 libras barcelonesas, para aquellos tiempos, era un dineral. Para reformar el castillo logró traer a maestros canteros y también artistas desde Avignon, juntó a los mejores, tal vez esta sea la razón de que haya tantos guiños francmasones en la edificación.
Algo que es imposible dejar de admirar es el patio de armas del castillo, lo circunda una amplia exposición de armas bélicas, además sirve de escenario para una gran diversidad de iniciativas culturales en la región.
En julio de 1931, el castillo fue declarado monumento nacional, las restauraciones son continuas y cuidadosas, la última se hizo en la galería superior.
Es importante destacar, que en la puerta de la capilla se puede ver una imagen de 1955, además dentro de la dependencia hay un museo que se utiliza para las exposiciones temporales.
El Castillo de Puerto Mingalvo
Más que un castillo es una fortaleza donde se supo aprovechar el espolón rocoso de la punta del pueblo, ya que lo protege en su totalidad. La única entrada se encuentra en el único de los muros que no se levanta en el borde del talud de las rocas. Además, este único acceso está protegido por una torre.
El patio de armas y la torre del homenaje
Cuando el castillo pasa a manos cristianas, se convierte más en un símbolo feudal que en una fortaleza. En la actualidad, el patio de armas es escenario para actos culturales, ya que tiene un espacio idóneo para múltiples actividades que se celebran por temporadas.
La torre del homenaje se erige sobre el extremo puntiagudo de la plataforma, presentando una curiosa forma pentagonal. Resulta muy curioso poder observar en su interior, una extensa colección privada de una familia, donde se incluyen varios objetos de labranza, de hogar, además de fotografías.
Constituye una pequeña colección etnográfica. Actualmente, el interior de la torre se divide en tres pisos, pero lo más probable es que inicialmente tuviera más pisos abajo, que desaparecieron con el transcurrir del tiempo.
San Agustín- Castillo de Pradas
El castillo de Pradas, se encuentra encima de una loma que bordea el arroyo Barruezo, en el casi despoblado caserío de Pradas, ubicado en el término municipal de San Agustín, en la provincia de Teruel.
La primera referencia histórica de este castillo la encontramos en el año 1294. Donde se dice que perteneció a la baronía de los Escriche, y posteriormente a los Sánchez Muñoz.
Se dice que uno de sus parientes fue proclamado nada y nada menos que sucesor del Papa Luna en 1423. En el siglo XVIII los Escriche, deciden recomprarlo, y en 1865, según lo que dice una inscripción junto a la puerta de entrada, decidieron ceder a la localidad la ermita que se encuentra contigua al castillo.
En general, el castillo está conformado por una edificación de planta rectangular de unos 20 por 25 metros, de ella quedan solo sus muros de más de 5 metros de altura por el exterior, más los restos de sus bodegas y establos, también se observa la entrada al recinto, a través de una torre-puerta almenada de planta rectangular que mide unos 4 x 5 metros, este acceso es abovedado y de gran altura. En su cara principal todavía se conservan gran parte de las ménsulas, que a su vez sostenían una buharda y dos aspilleras.
En cada castillo se encuentran muchas historias que contar, ¿No crees que vale la pena darse un paseo por la época medieval?