En las próximas semanas vamos a presentaros los tres monasterios cistercienses de Aragón
Si te dejas llevar por el agua, podrás encontrar increíbles cascadas, grutas y hermosos saltos de agua, donde también se encuentra una particular vegetación propia del lugar, con un paisaje árido que lo hace aún más particular. El primer monasterio se encuentra a pocos kilómetros de Calatayud, en la localidad de Nuévalos, siendo un cenobio cisterciense que se encuentra justo dentro de un maravilloso parque nacional repleto de saltos de agua y grutas.
La verdad es que se trata de uno de los destinos más importantes y atractivos de Aragón, porque conserva, de la mejor manera posible, el legado arquitectónico y religioso de la Orden del Císter, por lo que vale la pena visitar este sitio y disfrutar de las maravillas que este tiene para ofrecer. Si este monasterio de piedra ha despertado tu curiosidad, debes saber que aquí te vamos a mostrar todo lo que debes saber para disfrutar de la mejor experiencia posible en este destino durante tu recorrido por la región.
Las Cascadas más impactantes
Como hemos comentado anteriormente, el Monasterio de la Piedra se encuentra ubicado en el interior de un parque natural que, al mismo tiempo, cuenta con una gran variedad de atracciones, dentro de las cuales destacan las cascadas por la belleza natural que ofrecen estas magníficas caídas.
Déjate llevar por el agua y descubre las cascadas más impresionantes, tales como la Cola de Caballo, que es una de las más famosas de la localidad, además debes saber que justo dentro de la misma se encuentra una cueva natural que cuenta con estalactitas, lo que le da un toque aún más impresionante.
La Cola de Caballo se extiende por más de 5 metros de altura, lo que genera una increíble caída libre, escondiendo detrás de ella la Gruta Iris, mostrando una imagen muy similar a las que se ven en las películas con frecuencia.
Por supuesto que este no es el único salto de agua, sino que también existen otros cuerpos de agua muy agradables a la vista, por ejemplo, si deseas visualizar aguas tranquilas para disfrutar de un momento relajante con el agradable clima, podrás disfrutar la vista del Lago del Espejo, donde podrás apreciar un impactante vergel que se combina con el agua abundante, lo que es realmente extraño en el clima árido en el que se encuentra este paisaje natural.
Quizás el clima particular y las formaciones vegetales y rocosas, así como también el impacto que generan los cuerpos de agua, fueron las razones por las cuales los monjes cistercienses decidieron fundar en este espacio este monasterio, el cual fue construido aproximadamente en el siglo XII.
Visita el Monasterio de Piedra
El Monasterio recibe su nombre debido a la topografía del sitio en el cual ha sido construido, por lo que se puede decir que la arquitectura de este templo religioso encaja a la perfección con el espacio natural en el cual ha sido levantado.
Algunas personas han considerado que este inquietante monasterio podría ser incluso un milagro divino, ya que, resulta realmente impactante en el hecho de que, en un clima tan árido, exista un vergel tan impresionante con un flujo de agua constante que le proporciona al sitio una energía que no puede compararse con nada más.
Otra de las características de la zona, es que existen grandes formaciones de piedra caliza, las cuales han sido talladas por el flujo del agua generando increíbles formaciones cavernosas, dentro de las cuales destacan La Pantera y La Bacante, así mismo, se generan algunos cuerpos de agua bastante particulares, tal como sucede con el Lago de los Patos, solo por mencionar una de las opciones.
Historia del Monasterio de Piedra
Un destino tan particular, seguramente tiene una historia bastante interesante, por este motivo, queremos contarte que, en efecto, el origen del lugar está fuertemente vinculado con el tema de los conflictos bélicos que se generaron en esta localidad.
Así pues, a finales del siglo XII, durante la lucha contra los musulmanes, la población de la localidad era escasa y los soberanos se vieron en la necesidad de repoblar los territorios que habían conquistado. Por este motivo, el rey Alfonso II donó el valle del río Piedra a los monjes de Poblet.
El trato se realizó a través de un documento en forma de pergamino que incluso hoy en día reposa en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, donde se puede observar como el valle fue entregado como un regalo a los monjes de la orden del Císter con la condición de que estos debían realizar un rezo anual en una misa por el alma del rey y sus familiares, a fin de garantizar la protección divina de los mismos.
Estas particularidades del legado de los Cistercienses, es precisamente lo que buscan conocer los miles de visitantes acuden a este impresionante valle a contemplar el monasterio, las vistas naturales y las impresionantes caídas de agua.
A nivel arquitectónico, el Monasterio tiene una forma de cruz latina con crucero, el cual se sostiene sobre grandes pilares y cuatro ábsides. Una de las particularidades de su arquitectura, es que el recinto fue construido en su mayoría con caliza porosa, por lo que en la actualidad es notorio el desgaste del material.
El tema vegetal es muy importante en este monasterio y los monjes decidieron representarlo en el aspecto del mismo, por ello, veremos que en la fachada sudoeste existe un pórtico tardorrománico con arcos de medio punto y arquivoltas que se apoyan en columnas con capiteles decorados haciendo juego con la flora del lugar.
Si te interesa conocer más destinos como este, debes saber que este no es el único monasterio de la orden del cisterciense, sino que existen dos monasterios más que reciben el nombre de Veruela y Rueda.
Descubre Veruela
Descubre Rueda
