Almendra y oliva, dos de los alimentos más célebres del Bajo Aragón, un cultivo de siempre, pero con múltiples posibilidades. Estos dos frutos parecen ser la espina dorsal de Granja Brunet, una empresa de productos ecológicos con sede en Fabara (Zaragoza) que saca jugo a la riqueza natural de la zona en la que se encuadra. Pero, en realidad, es mucho más, porque no solo ofrece estos dos alimentos de distintas maneras, sino que también dinamiza el entorno con una oferta que va más allá, siempre con la vista puesta en ofrecer a sus clientes productos endémicos cultivados y transformados cuidando el medioambiente, de manera totalmente sostenible.
Con orígenes en una explotación ganadera y agrícola familiar que trabajaba los campos generación tras generación, su fundador, Vicente Brunet, decidió darle una vuelta en 2013 para centrarse en la producción ecológica. Desde entonces, la empresa ya cuenta con clientes en toda España, e incluso en el extranjero, en países como Bélgica, Holanda o Francia.
De esta forma, bajo la premisa del “todo ecológico”, Vicente ha creado un negocio que no solo aprovecha sus campos, sino también los de otros productores del Bajo Aragón y el Matarraña. “Así nos ayudamos entre todos”, explica sobre su propuesta. “Todos nos conocemos y al final, si no llego, ayudo a los demás también a comercializar”, añade.
Variedades de almendra como la largueta y de la oliva como arbequina, la empeltre y la aceituna de Caspe, esta última, para consumo de mesa, le permiten ofrecer productos que van desde la propia almendra al natural a originales y novedosas propuestas como la tinta de calamar vegana, basada en el aceite de oliva Denominación de Origen Bajo Aragón.
Aceites aromatizados, vino, frutos secos… una oferta variada y sostenible
Una elección, la de este aceite, evidente, más allá de su determinación a utilizar los productos de la zona. Esta denominación de origen de la Comunidad engloba 71 municipios de las provincias de Zaragoza y de Huesca, en comarcas como la del Bajo Aragón zaragozano y el turolense y el campo de Belchite, con una producción que alcanzó los 32 millones de kilos de oliva en el año 2016.
Las características de este aceite se pueden contemplar en su aspecto, limpio, sin indicios de turbiedad, con un color amarillo que va del dorado al oro viejo, propios de la variedad empeltre, y un sabor suave, agradable y fluido que recuerda a las fragancias del árbol.
Además, en su cartera de productos Granja Brunet ofrece frutos secos como el anacardo, el pistacho, la avellana y la nuez y almendras en forma de bastoncillos, laminadas, harina, con miel o en granillo. Todos ellos forman parte de esta oferta que también incluye las olivas al natural, patés de aceituna verde y negra y, por supuesto, aceites, incluidos aromatizados con naranja, limón, tomillo y romero.
También, vino blanco y tinto de la Denominación de Origen vecina Terra Alta, en la fronteriza Cataluña. Se trata de Vins Algars, una marca de Batea (Tarragona), muy próxima al entorno. “Es una sinergia que hacemos porque es amigo mío, lo hace todo ecológico y colaboramos. Hace muy buenos vinos”, relata el fundador de Granja Brunet.
Tinta de calamar 100% vegana
En la actualidad, la empresa encuentra en la harina de almendra su producto más demandado. “Parece que fui un poco pionero en ponerlo en las tiendas”, reflexiona Vicente. “La verdad es que estamos trabajando con bastantes distribuidores, más, con la pandemia”, relata. Un momento en el que “se empezó a usar mucho”, ya que se trata de un alimento sin gluten “y porque la gente se ponía a cocinar mucho en casa”, en los tiempos del confinamiento.
Pero Granja Brunet también tiene una oferta innovadora, como pone de manifiesto la tinta de calamar vegana que han desarrollado hace poco. “Es una novedad mundial”, bromea Vicente sobre esta propuesta.
“No estaba ese producto en el mercado, no se podía hacer un arroz negro que no viniera del animal y nosotros, a base de aceite de oliva virgen extra y otros productos, hemos hecho un condimento para hacerlo”, explica.
En concreto, se trata de un preparado compuesto por ajo, cebolla, aceite y carbón activo que permite preparar arroces, pastas negras y otros platos en los que se utiliza la tinta del calamar. “Todo es natural, ecológico, saludable y vegano”, subraya sobre este condimento que ya presentaron en julio, en la feria Biofach de Nürnberg (Alemania), la más importante del sector ecológico.
Las posibilidades de la granja, también como marca blanca
Hasta allí, Granja Brunet viajó para mostrarse en el expositor de Aragón Ecológico y dar a conocer sus productos y la riqueza de esta zona de la Comunidad fuera de las fronteras nacionales. Acerca de cómo se distribuyen geográficamente sus ventas, explica que, aunque la mayoría de ellas se quedan en España, con distribuidores en casi todo el país, ya tiene clientes en el extranjero, en países como Francia, Bélgica y Holanda. Fuera, la demanda sobre todo es de frutos secos y de aceites, dependiendo de las naciones que lo solicitan.
Pero esta empresa no solo comercializa bajo su membrete, sino que también está abierta a hacerlo como marca blanca para que otras puedan explotar la calidad de sus productos. Además, y para aquellos que quieran conocer el entorno, también desde Granja Brunet ofrecen visitas a sus fincas e instalaciones, contactando con sus responsables previamente desde su propia página web.
Una visita al Bajo Aragón que no solo permitirá conocer al visitante lo que puede ofrecer esta empresa, sino que le acerca a un rico entorno natural y patrimonial, con monumentos como el mausoleo romano de Lucio Emilio Lupo, datado aproximadamente en el siglo II y que se ubica en la misma localidad de Fabara, o el importante yacimiento de la edad de bronce de El de Roquizal del Rullo. En definitiva, un buen plan para descubrir una zona de la Comunidad a la vez que se conoce un negocio familiar, ecológico y que echa raíces en su territorio, a la vez que lo promueve.
