Las 601 piezas de los museos de la Ruta Caesaraugusta a examen
Un exhaustivo proceso de revisión y conservación ha comenzado en los museos de la Ruta de Caesaraugusta. Durante las próximas semanas, un equipo especializado se dedicará a analizar las 601 piezas que conforman estas valiosas colecciones, con el objetivo de garantizar su preservación y ofrecer una experiencia óptima a los visitantes.
El Museo del Foro ha sido el punto de partida de esta importante labor, que se extenderá posteriormente al Teatro Romano. El conservador municipal, José Fabre, y la restauradora Mercedes Blanco son los encargados de llevar a cabo este minucioso trabajo, que implica una revisión detallada de cada pieza, desde su identificación hasta la evaluación de su estado de conservación.
Un trabajo invisible pero fundamental
Aunque el público suele centrarse en la belleza y el significado histórico de las piezas expuestas, detrás de cada objeto hay un complejo trabajo de conservación que garantiza su preservación para las futuras generaciones. Según José Fabre, “para que una escultura o un vestigio romano sean mostrados adecuadamente, deben pasar por distintas fases de tratamiento y estudio”.
El proceso de control de colecciones implica una serie de tareas cruciales:
- Identificación: Se verifica que cada pieza esté correctamente identificada y catalogada, utilizando técnicas no invasivas para evitar dañar los objetos.
- Diagnóstico: Se evalúa el estado de conservación de cada pieza, detectando posibles deterioros y estableciendo las medidas necesarias para su tratamiento.
- Documentación: Se actualiza la información de cada pieza, incluyendo fotografías y descripciones detalladas.
La conservación preventiva es fundamental para prolongar la vida útil de las piezas y evitar intervenciones más complejas en el futuro. Al realizar revisiones periódicas y aplicar tratamientos preventivos, se garantiza que las colecciones se mantengan en óptimas condiciones para su exhibición.
Gracias a este trabajo, los museos de la Ruta de Caesaraugusta podrán seguir ofreciendo a los visitantes una experiencia única y enriquecedora, permitiéndoles conocer de cerca la historia de la antigua Zaragoza. Además, se garantiza la preservación de un patrimonio invaluable para las futuras generaciones.
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