Zaragoza es la única ciudad romana que tuvo el privilegio de ostentar el nombre completo del emperador César Augusto y recibió el rango de colonia inmune de ciudadanos romanos. Sus vestigios de la época imperial son todo un tesoro y se recogen en una ruta de museos que se puede hacer a pie: Museo del Foro, Museo del Puerto Fluvial, Museo de las Termas Públicas, Museo del Teatro (el mejor conservado). Es una ruta histórica pero muy didáctica, perfecta para hacer en familia. Un viaje en el tiempo para conocer el centro político y los edificios más emblemáticos.
Situado bajo el cubo de alabastro de la céntrica Plaza de la Seo, el Museo del Foro es visible desde cualquier punto de la Plaza del Pilar. Alberga en su emplazamiento original los restos arqueológicos hallados en las excavaciones realizadas durante los años 1988-1991. La cronología de las estructuras arquitectónicas abarcan desde el periodo fundacional de la ciudad romana hasta la época de Augusto a finales del siglo I a.C. y culminada por Tiberio las primeras décadas del siglo I.
El Museo del Foro permite adentrarse en el interior de la ciudad y conocer cómo era la forma de vida en el centro neurálgico de la antigua Caesar Augusta. De hecho, este foro romano es doblemente especial debido a su lugar estratégico. En vez de encontrarse en el cruce de las dos vías principales de la ciudad (el cardo y el decumano), como era habitual en el urbanismo romano, se situaba muy cerca del río Ebro. De ahí la importancia del cauce fluvial como punto comercial y de ajetreo.
El Ebro, testigo de la historia de la ciudad
El museo cuenta con dos niveles: el sótano y la entreplanta. En el sótano, podrás disfrutar de una proyección audiovisual en la que el Río Ebro en primera persona narra al visitante los diferentes acontecimientos históricos de los que ha sido testigo. Como la llegada de los romanos a la ciudad, las primeras chozas levantas a orillas del Ebro o la Salduie ibérica, entre otros. Además, un habitante de Caesaraugusta volverá a cobrar vida con motivo de rememorar sus vivencias de la época. Un perfecto testimonio para viajar siglos atrás y ser partícipe de la vida romana.
Además, en este nivel del museo encontrarás una exposición permanente compuesta por una serie de maquetas que representan cómo era el foro en la época romana y 9 vitrinas en las que se exponen restos cerámicos de la época de Caesaraugusta encontrados durante las excavaciones del foro. Entre ellos, destacan los fragmentos de tuberías de plomo de la época romana, correspondientes a un tramo de 26 metros de canalización a una fuente central.
Visita el interior de la gran cloaca de Tiberio
Un punto importante que no te puedes perder en el sótano del museo es la gran cloaca construida en la época del emperador Tiberio. Servía para la evacuación de las aguas residuales de la ciudad transportándolas hasta el río Ebro. Por este canal circulaba el agua que vertían de las termas (tanto públicas como privadas), de las fuentes, limpieza o riego de jardines y huertas. Si te fijas bien, en sus paredes aún son apreciables las huellas marcadas por los tablones del sistema constructivo utilizado.
Restos arqueológicos del Foro y el Mercado
En la entreplanta del museo, aún se conservan in situ diferentes restos arqueológicos. Prueba de ello son los vestigios de la plaza y pórticos del gran foro de la época del emperador Tiberio. En este lugar, también podrás observar el trazado de las dos cloacas, el canal de desagüe y las zapatas de cimentación de los pórticos. Así como varios paneles explicativos te permitirán conocer cómo era el gobierno de la ciudad y te mostrarán una representación de locales comerciales de la época.