15.8 C
Zaragoza
12.8 C
Huesca
7.4 C
Teruel
28 marzo 2024

Luis y Rómulo Royo: “Para ser creativo debes ponerte retos, no tienes que estar cómodo ni caer en rutinas”

El trabajo de Luis Royo está atravesado por una fascinación por el universo fantástico, apocalíptico y erótico que ha conquistado a diferentes editoriales internacionales con las que ha trabajado a lo largo de su carrera. Rómulo Royo, por su parte, es pintor especializado en obras de gran formato. En múltiples ocasiones han trabajado juntos, dejando los egos a un lado, llevando a cabo diferentes proyectos desde novelas gráficas hasta cúpulas.

Taller, estudio… ¿Cómo concebís Laberinto gris?

Luis: No le pondría títulos, es un espacio de trabajo. La obra se hace aquí en la planta de arriba, la zona de abajo está porque la obra se tiene que comercializar porque a nosotros nos han llamado editoriales y galerías pero en un momento dado para que eso cogiera cuerpo y fuera fluido y nos dejara trabajar, era mejor separar la zona de trabajo de esa zona de galería. También hay una tienda web y se vende obra por ahí y ediciones limitadas.

Rómulo: La parte de la galería está separada de nuestra zona de trabajo. La galería puede incluso servir para ampliar proyectos. También hay trabajos que hacemos con otros sitios (desde heavy metal, que es una casa americana, a galerías). Aparte existen otros lugares con los que se colabora y mueven el trabajo.

Luis: Toda la gente que hace algo creativo también tiene que tener un tiempo para el proceso que hay desde que haces la obra hasta que llega al público. El sueño ideal sería solamente estar en la parte creativa. Dividir bastante bien la parte que comercializa, manipula, organiza ferias en un espacio diferente va muy bien para que cuando estés en la parte creativa estés muy separado de esa otra parte y estés centrado.

Nosotros en nuestro espacio de trabajo separamos nuestras zonas. Porque en el momento de trabajar podemos hacerlo juntos pero a veces en el momento creativos es bueno tener momentos solos, aunque luego lo contrastes con el otro. Incluso hacer obras a solas, que también lo hacemos, que son independientes. Todo eso enriquece.

Luis Royo y Romulo Royo
Luis Royo y Romulo Royo

La apertura de Laberinto gris coincidió con la pandemia. ¿Cómo afectó esto a vuestros planes?

Rómulo: La pandemia fue un parón de hacer cosas fuera. Entonces teníamos hasta una exposición en la feria Lucca Comics & Games que es una feria pop, la más importante de Europa y muy considerada mundialmente, además de la más antigua.

Allí se preparan las exposiciones en palacios antiguos, muy bonitos. Las exposiciones son para elegidos y justo teníamos una exposición ahí y se truncó por la pandemia. Nos afectó la pandemia porque no se podía ir a ferias pero, sin embargo, como hay coleccionistas que son fieles con la obra, por medio de Laberinto Gris, ventas había. Sin estar en una exposición física hay coleccionistas en el mundo y había ventas. Nos afectó en el tema de exposiciones pero en el funcionamiento tampoco fue un parón total.

Luis: La ventaja es que nunca hemos enfocado nuestros trabajos hacia un público ni regional, ni español, siempre internacionalmente y eso tiene sus ventajas. No solo en la pandemia, también en momentos raros en los que ha habido crisis porque no se vive igual ya que igual la crisis está apareciendo en Estados Unidos pero aquí ha llegado más tarde o cosas así. Entonces, no sientes que acompañas a los acontecimientos del mundo justo en sus momentos sino que llegan en diferentes momentos.

Rómulo: Uno se plantea que el trabajo se tiene que conocer mundialmente, es como lo que tú tienes en la cabeza, pero no porque pienses en un sentido mercantil. Aunque va un poco unido.

Si tienes una visión reducida, de solo lo que se hace en tu entorno, es posible que lo que haces se vuelva enseguida del pasado

Respecto a lo que comentaba Luis de las crisis, por ejemplo, al mundo de la editorial desde 2008 la crisis le dio fuerte. Luego han nacido lo que son libros de colección y ha ido en aumento. Como no estamos enfocados en solo una cosa, igual en la edición masiva afectó más la crisis pero en otras cosas al revés: ha subido el valor de los originales de ilustración, de fantasía. Se ha instaurado el figurativo que pocas décadas atrás estaba como relegado por la crítica, no era el arte considerado moderno. Desde hace unos cinco años se está viendo que se está apoderando. Es muy bonito y ahora lo están empezando a valorar los críticos. Están saliendo nuevos críticos que están apoyando mucho esta nueva tendencia. Si tienes una visión reducida, de solo lo que se hace en tu entorno, es posible que lo que haces se vuelva enseguida del pasado.

Luis: Si entras en tantos abanicos de cosas puede haber un sector que tenga crisis pero a cambio está subiendo otro.

¿Ha ido cambiando la aceptación del género de fantasía?

Luis: Cuando yo empecé en los ochenta o en los noventa nació el comic de adultos, la literatura de ciencia ficción y fantasía pegó un boom; los escritores de este género empezaron a estar en las librerías; historias de las que nos alimentamos ahora, como ‘Juego de tronos’ son literatura de esos años y tocó hacer muchas portadas. En el cine tenemos la referencia clara porque fueron los años dorados de esto porque es cuando salió ‘Alien’, ‘Blade Runner’, ‘La guerra de las galaxias’… También salieron los videojuegos con toda la estética y autores que surgieron. Gota a gota [la fantasía] ha ido comiendo terreno hasta hoy donde espacios que eran para un tipo de arte que tenía que ser muy concreto en líneas muy concretas se han empezado a adaptar.

Rómulo ha estado a mitad de camino de la pintura y de este tipo de ilustración, yo vengo más originalmente del mundo de la ilustración. Todo esto ha ido creciendo hasta el punto de que hoy en día se puede vender esos trabajos en la galería, se pueden ver en subastas de arte… Han ido comiendo terreno y han tomado respeto hasta de las artes elitistas han tenido que respetar. Incluso el arte urbano está cogiendo terreno.

Rómulo: Hay críticos que apoyan y valoran este arte y dicen que es válido porque otras corrientes forman parte del pasado. Por ejemplo, Donald Kuspit es un crítico neoyorkino que apoya mucho este tipo de arte o revistas muy importantes como Juxtapoz o Beautiful Bizarre Magazine que están ya en este movimiento.

Cuando me movía con las ferias, trabajaba con galerías pero a veces trabaja solo, estaba como a contracorriente porque mi estilo no era lo habitual. De repente, poner algo de fantasía siendo que el discurso de la pintura era otro, era verdad que estaba solo. Conforme pasa el tiempo también es muy gratificante porque de alguna manera este trabajo es mucho de tirarte hacia donde tú crees que te llama o hacia donde crees que tienes que ir, con dudas porque no hay nada escrito.

GODDESSES OF NIBIRU II y NINKI (GODDESSES OF NIBIRU SERIES). Obra de Romulo Royo
De Izquierda a derecha: GODDESSES OF NIBIRU II y NINKI (GODDESSES OF NIBIRU SERIES). Obra de Romulo Royo

Han alcanzado el mainstream géneros que antes estaban más denostados o vistos como géneros menores.

Luis: Poco a poco se han abierto a mucha audiencia y hay un gran público y se retroalimenta.  En el mismo cine se siguen alimentando de esas primeras películas y se ha hecho diferentes versiones.

Rómulo: Ya hay gente con nivel cultural, como Guillermo del Toro, que son coleccionistas de arte fantástico.

Luis: [La fantasía] ha cogido un poso que ha crecido hasta ser masivo. ‘Juego de Tronos’ recuerdo que se publicaban en los años ochenta o noventa y se ha hecho masivo. Es todo un gusto estético que ha ido creciendo y ha ido asimilando el público y también la parte elitista del crítico de arte que es muy exquisito. Por ejemplo, en París recuerdo que un galerista decía que había dos galerías en las que se veían este tipo de pinturas figurativas, cercanas a la ilustración. Cinco años después había 14. El crecimiento ha sido exponencial.

En el arte hay que trasmitir pero con la plástica

¿Tiene que ser transgresora la cultura?

Luis: Claro. Se nota en los últimos años: hay como una especie de autocensura en la cultura que tiene que ser algo políticamente correcto. No solamente en España, a nivel mundial, y es peligroso.

Rómulo: Hace unos años, en países como España de alguna manera pues se estaba pintando para instituciones, lo que te fueran a premiar. Pero era un falso mercado, no lo hacías para tu época sino porque interesaba para unos pocos o para lo que fuera. Pero el arte es eso: tienes que estar en tu momento, ser transgresor…

Luis: Al menos hacerte preguntas, cuestionarte cosas. El arte es reivindicativo si me dice algo que no todos los medios de comunicación me están diciendo porque si no ya no me reivindica nada. Por ejemplo, los emigrantes que vienen en patera: todos lo sabemos, hemos visto cientos de imágenes muy duras. No reflejes, busca, haz que nos hagamos preguntas. A lo mejor [el arte] no tiene por qué ser transgresor pero al menos que te haga cuestionarte cositas, hacerte preguntas, no estar en el punto de vista cómodo nunca.

Rómulo: Y que la estética te llegue. Ser transgresor no tiene por qué ser algo burdo. Por ejemplo, Joel-Peter Witkin es un fotógrafo que trabaja con disecciones de muertos y hace unos bodegones que son preciosos estéticamente.

Unos años atrás igual solo había discurso en el arte y yo con eso no estoy de acuerdo porque el arte no es solo discurso. En el arte hay que trasmitir pero con la plástica. Dame la plástica sobre todo, el discurso es una cosa más pero es secundario. Hay cosas que chirrían. Creo que ya salen críticos cuestionando estas cosas.

Luis Royo
Luis Royo es el estudio Laberintogris de Zaragoza. Foto: Laberintogris

¿Es necesario salir de la zona de confort o, al menos, cuestionarla?

Luis: Siempre. Incluso plásticamente. Tienes una línea tan asumida que puedes entrar en la monotonía. Entonces, hay que pegar un giro, cambiar el formato o de técnicas, Sentarse con inseguridad ante el caballete o la mesa de dibujo es necesario. Esa tensión que te hace estar forzado. En el momento que eso te crea una rutina o una comodidad se va en contra de la plástica. Y se va a notar porque el trabajo pierde fuerza, pierde vida. Si a veces he hecho un trabajo sin estar en un buen momento, cuando lo cojo al tiempo me doy cuenta. La creatividad es eso: tienes que estar en una situación en la que no estás cómodo para poder expulsar todo lo que puedas en ese momento. Cuando entras en una rutina y tienes toda la técnica súper depurada y los temas son los mismos… ya está.

La creatividad es eso: tienes que estar en una situación en la que no estás cómodo para poder expulsar todo lo que puedas en ese momento

¿Cómo ha cambiado vuestra mirada conforme habéis ido abandonando vuestra zona de confort?

Rómulo: Yo al principio comencé con ilustración, tenía como referente a Luis también. Comencé a publicar para Europa portadas de revista, novela y también iba haciendo exposiciones y vi que me llamaba la parte de exponer, pintar formatos grandes, cosas más expresivas que no solo fuera para la publicación.

Luego pasamos a hacer proyectos en común. También hacía cosas personales entre la pintura, buscaba medios como instalaciones. Me ha llamado tocar diferentes disciplinas. Por ejemplo, no me considero escultor pero he hecho esculturas. No me veo limitado ni en soporte ni en lo que hago. A uno le gusta experimentar.

Ahora ya no pasa tanto pero a veces ha dado la sensación de que si se cambia mucho era hasta perjudicial que un autor. Tenía que tener una línea, una marca. A mí me gustan pintores que no han hecho mucho cambio pero también los que han ido cambiando. Es verdad que te da nuevas visiones.

Romulo Royo
Romulo Royo trabajando en su estudio. Foto: Laberintogris

Luis: A mí me atrae todo esto. Es una constante, pero posiblemente viene de niño, lo que hablábamos antes de la inclinación hacia la fantasía. Una inclinación por descubrir mundos y a uno mismo porque cuando estás dibujando tu imaginación se desborda. Te vas de la realidad, te evades. Esa evasión me ha llamado desde crío. Entonces, dentro de ese canon que se mantiene [la fantasía], a partir de ahí uno va evolucionando desde épocas donde he sido muy colorista y muy detallista o minucioso, otras con gamas de grises o haciendo proyectos con Rómulo.

Sobre todo no sentirte cómodo, aunque nunca cambies de tema. Hacerte retos a ti mismo está bien, un continuo reto. Que te guste la acuarela, el acrílico, el óleo, pasas de uno a otro y ya no estás tan cómodo como si siempre usaras la misma técnica. Rómulo a veces con sus pinturas ha tenido épocas donde la pincelada es mucho más suelta y otras donde se ha condicionado a hacerlo más detallado. Si te vas poniendo condicionantes, cuando trabajas, vibras y si no los hay y adquieres la rutina el producto que vas haciendo se va muriendo.

El encargo estaba muy mal valorado en esos años y es algo que se ha hecho toda la vida, ‘Las meninas’ o ‘La capilla Sixtina’ son encargos. El encargo es un reto

Luis, ilustraste un libro de George RR Martin y has renovado el diseño de superhéroes de DC Comic. ¿Cómo fueron estos trabajos? ¿Qué reto supusieron para ti?

Luis: El encargo estaba muy mal valorado en esos años y es algo que se ha hecho toda la vida, ‘Las meninas’ o ‘La capilla Sixtina’ son encargos. El encargo es un reto. Lo de Martin estaba dentro de mis pautas, he hecho muchos años de portadas para libros de fantasía. Había un reto pequeñito porque era una novela juvenil y mi trabajo nunca ha sido ni para niños ni para muy adolescentes porque a veces soy durillo con los mensajes. En este libro ya están un poco las cosas que encontramos luego en Juego de Tronos.

Lo de DC lo hace una casa americana y japonesa Yamato USA y propusieron a DC hacer unas figuras y como a mí me han puesto el título de ilustrador erótico querían renovar un poco y, sin perder su sello, darle este puntillo de erotismo. Nos fuimos adaptando, yo lo hubiera hecho más atrevido.

THE WAIT. Obra de Luis Royo. Foto:laberintogris.com

¿Qué sinergias se establecen y cómo os organizáis cuando trabajáis juntos?

Rómulo: Te podría hablar de ‘Malefic Time’ que ya tiene sus años y es en el último proyecto que hicimos en colaboración y nos costó porque queríamos diferenciarlo de las cosas que habíamos hecho conjuntas en ‘Dead Moon’ y rompimos bastantes piezas hasta que encontramos la fusión. Esto tiene que ver con lo que hablábamos de los retos. Nos conocemos muy bien, entonces con una mirada a veces no necesitamos palabras. Estamos por el trabajo, no hay ningún ego. Eso es muy difícil conseguirlo y el conocerse también. Sabemos dejar los fuertes de cada uno, vamos buscando hasta que eso empieza a tomar forma.

Luis: Una de las fuertes es eso: conocernos tanto y conocer el trabajo el uno del otro. Esa es la ventaja. Sabemos dónde puedes dejar una cosa para que la continúe el otro, lo tienes muy claro porque sabes que a lo mejor le va a sacar más partido.

Rómulo: Hay una cosa bonita y es que somos autodidactas. Luis es autodidacta con su técnica y hay ahí una magia con su forma de hacer que enseguida se reconocen. Hay editores que dicen que ves la punta de una espada y ya sabes que es de Luis Royo.Su técnica es única. Entonces es bonito que podemos fundir dos técnicas distintas. De hecho, fuera eso lo valoran y por eso quieren cosas de los dos. También nos piden por separado.

Luis: Nos han dicho que incluso hemos renovado ambos nuestros estilos porque cuando nos juntamos hacemos ya otra cosa. Eso ha gustado. Es una suerte.

Rómulo: Sí, es una suerte porque es difícil que pase.

Malefic Time - Cofre
Malefic Time – Cofre

‘Malefic Time’ nació con vocación de obra total.

Luis: Tenía proyección de ser más grande, pilló la crisis fuerte que dejó muy tocado al mundo editorial y tuvieron que ser mucho más prudentes. El proyecto era muy grande y ambicioso y era unir todo: música, novela, juegos de rol, juegos de mesa… La novela se ha hecho una pero el proyecto era hacer tres. El proyecto se llevó a ARCO, antes era impensable llevar un proyecto de una historia apocalíptico figurativa a ARCO. Era inesperado.

Rómulo: Era curioso porque se hacían exposiciones en ferias populares de game o de fantasía y ferias de arte contemporáneo y también era un reto.

Luis: Se pensó hasta proyecto de cine pero se quedó en el aire. Algunas editoriales americanas desaparecieron y otras se quedaron tocadas.

Rómulo: Pilló la crisis de 2008 y aunque se publicó internacionalmente, podía haber sido más.

Vuestra obra en conjunto más grande es una cópula que pintasteis en Moscú. Habladnos un poco de ese proyecto.

Luis: La cúpula de Moscú fue un encargo. Vino un ruso a Barcelona a hacer el encargo. Yo había hecho de jovencito una cúpula para unos amigos que tenían un pub y me fastidié mucho la espalda porque es durísimo y como lo sabía lo rechazamos. Pero hablando con Rómulo pensamos que cómo nos íbamos a perder una cúpula en Moscú. Estuvimos seis meses preparándolo aquí para llegar allí y tenerlo todo súper calculado: nos llevamos los óleos, los pinceles, los aguarrás, no queríamos ninguna sorpresa. Nos llevamos los dibujos a tamaño natural para llegar y plasmarlos.

¿Cuánto tiempo estuvisteis?

Rómulo: Estuvimos cuatro meses pintando muchas horas.

Luis: Ni domingos libres ni nada.

Rómulo: Nosotros lo preferíamos así también. Queríamos pintar y ya volver. Era estar centrados solo en la cúpula. A las 7 nos recogían y estaríamos hasta las 8 de la tarde.

Luis: Hubiera sido más duro si lo hubiéramos alargado mucho más, era un trabajo para hacerlo y no ver nada más del mundo más que la cúpula día y noche. Aun así físicamente fue duro. Lo que era muy bonito es que era un andamio era de madera como en el Renacimiento. Aquellos cuatro meses fue como vivir en el Renacimiento, casi sin comunicación; no hablaba casi nadie inglés, puro aislamiento. Como experiencia increíble. El mundo ruso es bastante diferente, fue un choque cultural fuerte.

Luis Royo y Romulo Royo
Luis Royo y Romulo Royo trabajando juntos en el estudio Laberintogris. Foto: Laberintogris

¿Qué admiráis el uno del otro?

Rómulo: Admiro que tiene un estilo tan personal, algo que tienen muy pocos. También el haber creado un universo. Es un referente, ha creado escuela y esto es muy difícil.

Luis: Yo de Rómulo el cariño que le tiene a los tamaños gigantescos. Él muchas veces los proyecta más grandes y se reprime. Las pinturas de esas dimensiones, cuando tú haces figurativo y composiciones, lleva su tiempo. No es lo mismo que pintar un abstracto, hay que medir fuerzas.

Yo vengo de lo contrario, procuro que no sea muy grande la pieza, que no me desborde. Sin embargo vengo aquí a verle y ya está preparando un caballete. Es otro reto que aún me queda pendiente: la soltura de la pincelada. El tamaño grande da una frescura a la pincelada, el gesto de todo el cuerpo, que no le va a la pieza pequeña. Esa parte que tiene Rómulo me da envidia, es el reto que me debería poner yo, el de soltar la pincelada.

¿Estáis trabajando en algún proyecto que se pueda adelantar?

Luis: Estamos en mitad de un proyecto embebidos. Nos estamos documentando mucho pero esta germinando, no tenemos ni la línea gráfica y va a ser en conjunto. Justo está ya naciendo.

¿Es difícil dar a conocer vuestro trabajo viviendo en Zaragoza? ¿Habéis planteado vivir en otra ciudad?

Rómulo: He estado viviendo años en Barcelona, en Madrid. Antes tenía más sentido, pero cada vez se difuminan más los centros. Supongo que estar en Nueva York será más fácil que estar en Zaragoza, pero ya no es que todo pase en Nueva York, Berlín, París. Ya no es tan importante donde esté la obra, lo importante es que la obra se vea donde se tiene que ver, que el agente que tienes mueva tu trabajo.

Luis: Internet ha hecho mucho. Igual en una época de la vida cuando estás chupando información, está bien vivir fuera, pero luego en los momentos en los que estás sacando para fuera, vivir en sitios así puede no ayudarte porque necesitas recogimiento.

¿Tenéis previsto abrir al público la galería?

Rómulo: Como inauguración sí que con la pandemia no nos lo planteamos pero nos estamos planteando abrirlo, no como galería como tal, sino con unos eventos, con exposiciones. Que esté abierto al público pero unos días. Lo estamos valorando y estudiando de cara a 2023.

Luis: Es una pena pero si quieres trabajar, dibujar, te quitas posibilidades que en el fondo te gustaría pero no puedes dedicarles demasiado tiempo. Requiere un tiempo, un esfuerzo, dejar de trabajar y pintar las horas que necesitas pero como gusto nos encantaría enseñar [la galería] en nuestra ciudad. El 98% de nuestros clientes son internacionales, solo un 2% nacionales. Si hubiera tiempo podríamos introducir en la ciudad eso que se está viendo, ese interés [por el género, por la fantasía y el figurativo].

Rómulo: vamos a hacer unas exposiciones, no como una galería como tal. Estarán unos días pero lo hemos pensado para clientes de fuera y sabemos que hay gente que vendría.

 

Articulos relacionados

1 COMENTARIO

Suscribirse
Notificar
guest
1 Comentario
Más antiguo
Más reciente Más votados
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Juan Royo Abenia
Juan Royo Abenia
1 año hace

¡Enhorabuena a Zaragoza, sede de Laberinto Gris!

Te puede interesar