Ubicado en el Pirineo central de Huesca en la comarca del Sobrarbe y declarado Patrimonio Nacional por la UNESCO, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es el conjunto de cuatro valles: Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta. El parque Nacional se encuentra además doblemente protegido, ya que está incluido en el Geoparque Mundial UNESCO de Sobrarbe-Pirineos.
Valle de Ordesa
El Valle de Ordesa constituye uno de los cuatro valles del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, siendo el más emblemático y visitado anualmente.
Son múltiples las actividades que puedes realizar en este entorno. Una clásica excursión apta para todas las edades es la que desemboca en la Cola de Caballo. A 1800 metros de altura, no te pierdas el salto de agua de 54 metros, uno de los más altos de Europa. Durante el transcurso del trayecto por frondosos y verdes bosques, disfrutarás de otros parajes naturales que te dejarán boquiabierto. Se trata de las gradas de Soaso, una sucesión de varias cascadas a diferentes alturas. Otro rincón especial que contemplarás será la cascada de Arripas, y 500 metros más adelante, se encuentran también la cascada de la cueva y la cascada del Estrecho.
Si lo tuyo son los deportes de aventura, prepárate para una experiencia única haciendo descensos y rafting por los sitios más bonitos del Pirineo aragonés. Si quieres más información sobre la amplia oferta de actividades en este lugar, oriéntate en el Centro de Visitantes de Torla y en el Punto de Información de la pradera de Ordesa.
Cañón de Añisclo
Se accede desde la población de Escalona tomando el desvío hacia el Cañón de Añisclo. Si sigues por esta carretera, llegas al aparcamiento de San Úrbez. Desde aquí puedes emprender ruta hacia diversas excursiones de senderismo.
Empieza con un itinerario circular de 45 minutos que te conducirá por los distintos miradores como el puente río Bellós, hasta alcanzar el río Aso. Otra ruta circular un poco más larga pero que merece la pena es la del pueblo deshabitado de Sercué, vaciado tras un éxodo rural masivo. Si quieres alcanzar la espectacular cascada de la Fuenblanca como punto final de la travesía, necesitarás embarcarte en una excursión exigente de 4 horas. Podrás realizar un descanso y parar a contemplar las vistas en la Ripareta, un agradable plano junto al río rodeado de hayas y pastizales.
Valle y circo de Pineta
El Valle de Pineta junto con el Valle de Ordesa concentran el 70% de las visitas totales del Parque Nacional. Uno de los rasgos distintivos de este paraje natural es el nacimiento del río Cinca, así como la frondosidad que caracteriza sus bosques.
La cabecera del valle está constituida por el circo de Pineta, lugar en el que encontrarás varios tresmiles. Allí se encuentra el simbólico Monte Perdido (3.355m), y otros como el Marboré o Tuca Roya.
Existe un amplio abanico de excursiones para realizar en este entorno tanto para grupos de montañeros avezados como para familias. Desde Go Aragón, te proponemos dos itinerarios clásicos para apreciar el paisaje. Los llanos de la Larri es un recorrido circular sencillo y sin gran desnivel, que discurre por un agradable paseo hasta llegar a las verdes praderas del interior del valle. El balcón de Pineta adquiere mayor dificultad. Un ascenso de 5 horas merecerá la pena si quieres tomar una espectacular panorámica del valle. Y si caminas 30 minutos más, llegarás al lago Marboré, un precioso lugar para contemplar el glaciar.
Gargantas de Escuaín
Las gargantas de Escuaín constituyen el sector más pequeño y menos concurrido de los cuatro que conforman el Parque Nacional. Por esta razón, te sorprenderá exponencialmente la cantidad de recónditos lugares que alberga en su interior. La garganta de Escuaín se presenta como una angostura natural esculpida por el río Yaga a su paso, un auténtico fenómeno kárstico.
Su acceso es posible desde las localidades de Tella, Revilla y Escuaín. Aunque antes de iniciarte en cualquier ruta, te recomendamos pasar por Tella y por su centro de visitantes. Allí también podrás conocer el recorrido de las ermitas y un peculiar dolmen. Y si te apasiona lo enigmático, no olvides visitar la Casa de la Bruja. Cuenta la leyenda que el pueblo de Tella era de los preferidos para las brujas con el fin de celebrar sus aquelarres y hechizos. Este lugar puede ser un buen comienzo para adentrarte en el mundo mágico del Pirineo y la etnobotánica del Alto Aragón.
Alójate en Torla, Broto y Bielsa
Todas aventuras se deben comenzar desde un punto de origen donde planificar y descansar. Torla es una muy buena opción para ello. Pasea por sus calles estrechas y empedradas, de arquitectura típica del Alto Aragón mientras divisas el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
El cauce del río Ara divide la localidad de Broto en dos flancos conectados por un puente gótico destruido durante la Guerra Civil española. En Broto se encuentra la fascinante cascada del Sorrosal, desde donde tendrás opción de ascender una vía ferrata. La atmósfera y el entorno bucólico que emana esta población conseguirán que tu estancia allí sea inolvidable.
La fama internacional que acompaña a Bielsa se la debe a sus carnavales, los más famosos de Aragón y uno de los más antiguos de España. Trangas, onsos, domadores y madamas son algunos de los protagonistas de esta fiesta. Si te hospedas en este pueblo pirenaico, no olvides visitar su museo de historia y la Bolsa de Bielsa, una sección que relata la huida masiva a Francia en un episodio de la Guerra Civil.
