Álex Ortega, el líder del grupo zaragozano Calavera, estará este viernes en la sede de Caja Rural de la capital aragonesa en las jornadas de diseño y música que organiza la entidad bancaria con el festival Vive Latino. La banda, con dos discos ya en su haber, Exposición (2017) y Espejismos (2021) practica un pop cuidado y luminoso que le ha hecho merecedora de varias distinciones, como al Mejor EP y Mejor Portada de los Premios de la Música Aragonesa de 2020. Su último álbum también fue elegido por Heraldo de Aragón como mejor disco de 2021 y el portal Nuevas Frecuencias lo incluyó entre los mejores del año.
En una entrevista con Go Aragón, el músico aborda el vínculo que existe entre ambas facetas y hace un repaso a la trayectoria de su banda desde que lanzaron su último álbum. Además, Ortega adelanta el lanzamiento de un posible LP el año que viene: “Si vemos algo este año, será algún single de adelanto de lo que vendrá en 2024”, afirma.
-Actúas en las jornadas de música y diseño que organiza el Vive Latino, ¿qué importancia tiene para Calavera ese vínculo entre sonido e imagen?
-Creo que bastante. En realidad, es una forma más de expandir lo que quieres contar, no solo quedarte en la música, sino también ayudar con imágenes, con el diseño de la portada, con fotos que puedas publicar… es un plus que completa la información del disco.
-¿La moda también juega un papel en ese sentido?
-Supongo que sí. A mí me encanta la imagen, la moda, e igual por eso también le doy importancia. Pero bueno, entiendo que lo importante es la música. Pero sí que es verdad que, en los tiempos que corren, la imagen es más importante que nunca.
-Son ya dos LP los que tiene Calavera y sus portadas son muy características. ¿Cómo llegasteis a ellas?
-Por medio de Instagram. Es como un escaparate para ver cosas y, en este caso, ilustradores o ilustradoras. En el primer LP, en Exposición, trabajamos con Mercedes Bellido, que además es de Zaragoza. Hizo una ilustración por encargo que yo creo que funcionó muy bien. Maquetó y diseñó Víctor Montalbán, que también es de Zaragoza. Y con Espejismos, fue un tatuador de Valencia. Es un mundo que me gusta mucho el del tatuaje tradicional y, en la época de pandemia, como no tenían posibilidad de trabajar, muchos de ellos hicieron ilustraciones. Y lo que vi de este chico me flipó. Hicimos el encargo para la portada y terminó de maquetar Anto Moreno, que está organizando estas jornadas.
-Guardas en tus recuerdos alguna portada que te marcara cuando empezaste a acercarte al mundo de la música?
-No recuerdo ninguna en concreto, pero es verdad que lo que tenía mi padre en el tocadiscos eran casi todo fotos, incluso primerísimos planos de la cara del artista, más que ilustraciones como estoy haciendo yo ahora. No sé lo que haré en el próximo disco, pero se me haría muy raro poner una foto mía en primerísimo plano. Recordando, me viene a la cabeza el Money for Nothing, de Dire Straits, esa portada mítica que sale en neón la banda en la cabeza, el Bad, de Michael Jackson, Descanso Dominical, de Mecano, alguna de Phil Collins… es la música que escuchaba mi padre que, en el fondo, también me ha marcado musicalmente.
-Por cierto, que en el Vive Latino tienen mucha presencia en su imagen las calaveras…
-Quiero pensar que eso es por toda la cultura mexicana, que no tiene nada que ver con nosotros. Pero bueno, nunca viene mal.
-Este año tocaréis en el festival, ¿qué supone subirse a ese escenario?
-Está muy bien porque es un festival grande y, aparte de que vamos a tener la oportunidad de ver a gente muy importante, espero que nos dé cierta visibilidad. Aunque, obviamente, no es lo mismo que hubiera sido en un festival fuera de Zaragoza, aquí ya tenemos nuestro público. Pero estamos súper contentos de tocar en un escenario tan grande y de que nos pueda volver a ver la gente en esas condiciones; desde el concierto en el que teloneamos a Alizzz, en el Jardín de Invierno, no tocamos en un recinto abierto con un escenario tan amplio.
-Algunos de los grupos españoles que tocan aquí, luego acuden al festival en México, ¿cómo contempláis esa posibilidad?
–Ojalá. Nosotros, encantados. Está guay tocar en el Vive Latino (en Zaragoza), pero lo que mola realmente es que te vean en un festival fuera y, lógicamente, en México sería increíble. Además, creo que el tipo de música que hacemos tiene mucho alcance en Latinoamérica, que está mejor valorada allí que en España. Históricamente, ha habido siempre mucha música interesante y con esas influencias por allí.
-Volviendo a Europa, desde el lanzamiento del último LP, Espejismos, habéis estado tocando por diversos puntos de España, ¿cómo han sido esos conciertos?
En 2021, 2022 y 2023, los años que tiene de recorrido el álbum, nos hemos intentado mover por España, con bastante éxito hasta ahora, pero es verdad que el disco está llegando un poco a su fin y tenemos que empezar a pensar en nuevos temas. Pero, hasta ahora, estamos muy contentos con el recibimiento. El último concierto que hicimos fuera de Zaragoza fue en Valencia y teloneamos a Rufus T. Firefly, con todo vendido. Fue muy bueno poder tocar delante de tanto público y darnos a conocer a otra gente. Los conciertos suelen ser orgánicos, sinceros; no hay nada más allá de nosotros cuatro tocando. La acogida es muy cálida y estamos muy contentos.
-Con Espejismos habéis cosechado varios éxitos. Nuevas Frecuencias lo situó entre los mejores discos del año y Heraldo de Aragón lo eligió como el mejor de 2021, ¿cómo sientan esos reconocimientos?
Genial, cuando a algo que le pones tanto esfuerzo y dedicación es reconocido por la crítica especializada, es un éxito. Lo bueno es que también sea reconocido por el público, pero siempre me ha importado bastante lo que opina la crítica y, hasta ahora, no he tenido queja nunca; he gozado de su favor.
-En el disco está Ámbar, la colaboración con Eva Amaral, ¿cómo surge?
-Salió de forma muy espontánea y natural. Cuando tenía ya este tema, no sé por qué había algo que me recordaba a las canciones de Eva y Juan -Aguirre-, a los temas pop clásicos españoles de sus discos. Y una vez tuve ya el álbum, dije ‘estaría guay contar con la colaboración de alguien’. Últimamente, es otra manera de llegar a más gente, en este caso, con alguien más grande que yo. Y la ocasión era perfecta para que cantara Eva. Se lo propuse y desde el principio le pareció genial. Fuimos avanzando como pudimos, porque se grabó en pandemia y, lamentablemente, no coincidimos en el estudio grabando juntos, pero la verdad es que estoy muy contento, y ellos también, con cómo ha quedado la canción.
-Calavera, Amaral, buena parte de La Costa Brava, Tachenko, Bigott, locales como La Lata de Bombillas… ¿qué tiene Zaragoza para el pop?
No lo sé, es un tema que siempre comento con gente de fuera cuando nos ponemos a hablar de música. Porque, además, no es solo de pop; si te fijas, en el rock están los Héroes del Silencio, en el rap, Violadores del Verso, Radio Futura, El Niño Gusano en el indie… es que son los más grandes de su género. Pero realmente no sé qué es lo que tiene, como no sea el cierzo… pero es verdad que coincide.
Pero, ahora, en los tiempos que corren, tan globalizados, no es como en los años 80, que a lo mejor te sentías un poco más encerrado en la ciudad. Ahora estás acostumbrado a moverte entre varias ciudades de España o a hablar con gente de otros sitios y no creo que este disco fuera muy diferente si hubiera estado en otra ciudad, en Sevilla, Madrid o Barcelona.
-Hablando de El Niño Gusano, hace unos años hicisteis una versión para Zaragoza Feliz Feliz de ‘El hombre bombilla’, ¿qué lugar ocupa este grupo y Sergio Algora en el imaginario de Calavera?
Esto fue una cosa que me pilló a mí tarde, porque yo llegué a Zaragoza con 16 o 17 años y digamos que no había vivido la etapa previa del pop en locales como El Fantasma de los Ojos Azules. Me llegó por mis compañeros de grupo y me flipó el surrealismo de las letras de Sergio, las canciones, los arreglos del otro Sergio (Vinadé)… Es un grupo que me parece súper especial y único. Empecé a indagar en él gracias a estas colaboraciones, a las que siempre vamos a decir que sí, siempre que vengan de parte de La Lata de Bombillas o de Zaragoza Feliz Feliz. No nos podemos negar a nada que nos propongan ellos y fue muy divertido hacerlo.
-A finales de año comentabais que 2023 traería nuevas canciones, ¿es el aviso de un posible nuevo álbum?
-Debería. Al menos, una canción de adelanto sí que tenemos que sacar en 2023. El grueso del disco lo tengo hecho, faltan las letras, pero las canciones ya están compuestas. Y sí que quiero que salga en 2024. Si vemos algo este año, será algún single de adelanto de lo que vendrá en 2024.
-¿Y por dónde va a transitar este nuevo largo?
-Creo que va a ser una continuación de Espejismos, creo que debe ser así, en cuanto a que son canciones más pop, más redondas, más luminosas. Pero no vamos a perder de vista que tengan ese toque interesante que siempre han tenido las canciones de Calavera. Va a ser un poco más parecido al disco anterior, pero también va a tener cosas nuevas. Lo encuentro muy homogéneo; lo que me gustaba de Espejismos es que era muy redondo y creo que este otro también va a ser así. Y quiero que sea también más orgánico, no quiero que haya mucha electrónica, menos ‘sintes’, volver a recurrir a la guitarra acústica…