El Monasterio Cisterciense de Casbas, situado en la provincia de Huesca, es una joya de la arquitectura religiosa que ha perdurado a lo largo de los siglos, manteniendo viva la esencia del cisterciense en cada piedra y en cada espacio.
Fundado en 1173 y dedicado a Nuestra Señora de la Gloria, este monasterio femenino ha sido testigo de siglos de historia, desde sus años de esplendor hasta los tiempos de decadencia, para resurgir hoy como un símbolo del patrimonio cultural aragonés.
El monasterio de Casbas fue fundado en el siglo XII, en una época de gran expansión religiosa y territorial de las órdenes monásticas en la Península Ibérica. Gracias a donaciones de varias iglesias y heredades, la comunidad cisterciense de Casbas llegó a acumular un notable poderío territorial, convirtiéndose en un centro espiritual y económico de relevancia en Aragón.
Sin embargo, como muchos otros monasterios, Casbas también atravesó momentos difíciles. La desamortización de bienes eclesiásticos en el siglo XIX y los estragos de la Guerra Civil Española provocaron la pérdida de gran parte de sus posesiones y patrimonio. A pesar de estas adversidades, el monasterio logró mantener su identidad, lo que le valió la declaración de Monumento Nacional en 1979, un reconocimiento a su valor histórico y arquitectónico.
Transformaciones Arquitectónicas
El Monasterio de Casbas es un testimonio vivo de la evolución arquitectónica desde el románico hasta el gótico, con expansiones significativas en los siglos XVII y XVIII. Su templo, de estilo románico, es de planta de cruz latina con tres ábsides semicirculares y una nave central cubierta con bóveda de cañón. La cúpula octogonal del crucero, atribuida a la abadesa Jerónima de Azlor, es una muestra del ingenio arquitectónico de la época.
La portada del templo, orientada al sur, es un magnífico ejemplo de la escultura románica del siglo XIII, con un tímpano decorado con un crismón y once arcos de medio punto en gradación. En su interior, el claustro de ojivas de los siglos XIV y XV y la sala capitular gótica, que conserva las losas sepulcrales de alabastro de dos abadesas del siglo XIV, son espacios de una belleza serena y recogida.
El monasterio también experimentó una significativa expansión en los siglos XVII y XVIII, con la construcción de un nuevo refectorio, una sala capitular, un palacio abacial y otras dependencias, que llevaron la superficie construida a un total de 10,000 metros cuadrados. Los restos de la muralla medieval, que rodeaba el monasterio, se pueden apreciar bajo la torre del homenaje, que además albergaba una cárcel, un recordatorio del poder judicial que ejercía la abadesa sobre los territorios bajo su jurisdicción.
Un monasterio vivo en el Siglo XXI
Aunque la vida monástica en Casbas llegó a su fin en 2004, el monasterio sigue siendo un lugar de gran vitalidad cultural. Hoy en día, alberga el Centro de Interpretación del Aragonés “Ana Abarca de Bolea”, en honor a la ilustre abadesa y escritora que vivió en el siglo XVII. Este centro es un espacio dedicado a la difusión y preservación de la lengua y cultura aragonesa, uniendo pasado y presente en un entorno de gran belleza.
Además, el monasterio se ha convertido en un escenario ideal para la celebración de eventos culturales, que van desde exposiciones y conciertos hasta festivales y recreaciones históricas. En 2023, con motivo de su 850 aniversario, se programaron una serie de actividades conmemorativas, incluyendo exposiciones, conciertos y festivales, que subrayan la importancia continua de este lugar como centro de cultura y espiritualidad.
Monasterio Cisterciense de Casbas
Plaza San Bernardo, S/N
22142 Casbas de Huesca – Huesca – España
T: +34 679101874
T: +34 672317269
T: +34 650927277
E: info@monasteriodecasbas.com
Un recorrido por los monasterios cistercienses de Aragón
El Monasterio de Casbas es solo uno de los magníficos ejemplos de la herencia cisterciense en Aragón. La región alberga otros monasterios que, como Casbas, son testimonios de una rica historia monástica:
1. Monasterio de Veruela (Vera de Moncayo, Zaragoza): Un impresionante complejo arquitectónico del siglo XIII, conocido por su armonía matemática y sobriedad, así como por ser fuente de inspiración para Gustavo Adolfo Bécquer.
2. Monasterio de Piedra (Nuévalos, Zaragoza): Famoso por su entorno natural espectacular, este monasterio combina la serenidad cisterciense con la belleza salvaje de cascadas y jardines.
3. Monasterio de Rueda (Sástago, Zaragoza): Destacado por su noria y sistema hidráulico, este monasterio es un ejemplo perfecto de la autosuficiencia cisterciense, con una arquitectura que refleja la transición entre el románico y el gótico.
Visitar estos monasterios es una invitación a descubrir no solo la historia y la arquitectura, sino también a conectar con una espiritualidad y un modo de vida que, aunque lejanos en el tiempo, siguen resonando con fuerza en el presente.