Vicky Calavia e Isabel Soria transportaron la Plaza del Pilar de Zaragoza a 1899, el pasado 5 de noviembre, con motivo del 125 aniversario de la película “Salida de Misa de 12 del Pilar de Zaragoza“. Hoy nos cuentan un poco más sobre el documental del que formará parte esta recreación, un intento de darle a Zaragoza el lugar que ocupa en la historia del cine español y que es tan desconocido para la mayoría.
¿Cómo surgió el proyecto?
Vicky Calavia: El proyecto de “Zaragoza, una ciudad pionera de cine” surgió en unas conversaciones entre Isabel y yo, primero como un proyecto conjunto en formato documental, que es nuestra especialidad, y también para tocar otros dos temas: los pioneros del cine de Zaragoza, porque Zaragoza es cuna del cine español y creo que todavía nadie le ha dado la suficiente importancia, excepto algunos estudiosos. Y otro aspecto era que, en noviembre del año pasado, el 5 de noviembre de 2024, se cumplían 125 años de esa “Salida de misa” de Eduardo Gimeno Correas. Entonces, uniendo los dos conceptos, llegamos a la idea de hacer este documental juntas.
¿Qué otros nombres estarán incluidos en el documental?
Isabel Soria: Además de los Gimeno, que más que directores, como lo entendemos hoy, tenían un espíritu más de empresarios, buscaban una rentabilidad al grabar, querían captar al público y hacer escenas en las que salieran aquellas personas que luego serían susceptibles de pagar una entrada en su establecimiento, porque ellos se dedicaban a la exhibición, en su barraca, de distintos elementos vinculados con el espectáculo, que era lo que entonces era el cine. Luego, el primer productor que nosotros hemos identificado es Ignacio Coyne, que además fallece muy prematuramente, precisamente por los disgustos que ya le da el cine. Tenía una sala de cine y se convirtió en el compañero de un gran realizador, que puede que sea de los más importantes del cine previo a la Guerra Civil, que es Juan Antonio de Padua Tramullas.

¿Cuál será el formato del documental?
VC: Fundamentalmente está hecho a partir entrevistas y de los recursos que nos han dejado esos pioneros. Date cuenta de que los recursos son muy escasos, porque estamos hablando de comienzos del siglo XX. Son películas que duran unos segundos; algunas están restauradas y recuperadas, y otras no existen. Por eso también partimos de mucha investigación de archivo, hemeroteca, prensa y fotografía, que queremos recrear. Además de entrevistas a expertos, como Agustín Sánchez Vidal, Amparo Martínez, Filmoteca Española… Va a ser un documental de 25 minutos, en el que estamos investigando mucho los materiales que tenemos, aunque no son muy abundantes.
IS: No, porque es un mundo que no se conserva. La primera película que se conserva, precisamente, es “Salida de misa de doce del Pilar”, que es de 1899. Además, creemos que Zaragoza casi se merece ser conocida por eso. Gracias a la pasión que sienten los zaragozanos por las atracciones vinculadas con las proyecciones, existe esa gran proyección de lo que es el fenómeno cinematográfico. Entonces, a nosotros nos parece eso un punto muy bonito, más desconocido, por supuesto, que probablemente estos grandes hitos que son los que todo el mundo conoce, pero no por ello menos importantes.
¿Qué es lo que más os impactó descubrir?
VC: Bueno, pues como bien dice Isabel, la cantidad de lugares donde se proyectaba el precine: desde linternas mágicas, taxinoscopios, todos esos fenómenos ópticos del precine, en esas barracas de feria con autómatas y muñecos de cera, que eran curiosísimos. Los espectáculos y la cantidad de gente que iba, y la cantidad de noticias en prensa que se conservan… Es que hay muchísimas más de las que podíamos pensar. Y luego, la cantidad de nombres diferentes para esos objetos del precine, hasta llegar al aparato Lumière, que van creando toda la investigación de fotógrafos, investigadores y científicos para llegar a la cámara de luz Lumière de cine. Eso es como una de las cosas más bonitas a la hora de contar en el proyecto.
“yo me siento muy privilegiada, y supongo que Vicky también, de que realmente estemos siendo testigos de cómo era la Zaragoza que se encandiló con el cine de hace 120 años”
¿Qué esperáis transmitir a las nuevas generaciones de espectadores con este proyecto?
IS: Bueno, nosotros pensamos que solo con que se dé a conocer de una forma más atractiva y más didáctica, ya es muy interesante, ¿no? Porque muchas veces ni siquiera la gente que ya vamos cumpliendo años, o que nos dedicamos a hacer este tipo de trabajos porque nos entusiasma e ilusiona el cine, conocemos con una amplitud tan intensa lo que verdaderamente pasó en tu ciudad, a 200 metros del lugar en el que vives. Entonces, yo me siento muy privilegiada, y supongo que Vicky también, de que realmente estemos siendo testigos de cómo era la Zaragoza que se encandiló con el cine de hace 120 años.
VC: También, a esas nuevas generaciones, contarles que hubo otras generaciones de gente bien joven, que eran emprendedores y que se lanzaron a un negocio desconocido. Queremos que eso sea también un aliciente para animar a hacer cosas.
IS: Es que el público y el empresariado zaragozano era una gente de mente abierta, es decir, no se negaban ni tenían miedo a lo que pudiera pasar, sino que, por el contrario, como lo muestra la cumplidísima hemeroteca, estuvieron a la altura de las circunstancias. Y por eso decimos que casi nos merecemos que las primeras imágenes que se conservan en el cine español sean de Zaragoza.
¿Qué elementos nuevos o diferentes se incorporaron en “Salida de misa de 12” en comparación con la película original? ¿Por qué?
VC: Por un lado, la novedad tecnológica. En ese momento se rodó con una cámara Lumière y nosotros hemos rodado con cámara digital de alta definición, con varias además. Otra de las novedades es que nosotras convocamos a gente, y en aquella primera “Salida de misa del 12 del Pilar” se grabó a la gente que salía de la basílica. Luego, otra novedad es que la plaza del Pilar, la idiosincrasia, la arquitectura, ha cambiado. Antes era más alta, más estrecha, el tiro de cámara era muy diferente al que cogimos, aunque nos quisimos aproximar. Entonces, evidentemente, era otra ciudad.

¿Cómo fue la implicación de la gente durante un rodaje que requiere de tantos extras?
IS: Yo creo que a la gente le encanta colaborar en estas cosas. Igual que a aquellos primeros extras que luego iban a verse al cine de los Gimeno, les encanta formar parte de una aventura de este estilo. Estuvieron encantados y lo pasamos muy bien. Además, era gente que conocíamos, del mundo audiovisual y del cine, o de nuestra parte más personal, que también quisimos que estuvieran: amigos, familias, hijos, etc. Yo creo que la gente suele ser muy colaborativa en estas cosas, más cuando se trata de darle valor a tu ciudad y a tu tierra.
¿Qué otras historias os gustaría recrear?
VC: En paralelo, tenemos proyectos personales cada una. El documental está previsto que lo estrenemos en torno a noviembre de este año. En mi caso, estoy haciendo un documental sobre Raquel Meyer y sobre la Zaragoza ceramista y mural de los años 70. Es una Zaragoza moderna, muy desconocida.
IS: Yo estoy con un par de cosas: un documental sobre el último pastor del Moncayo, y luego estoy con otro trabajo, que es un poco diferente, pero conserva el mismo espíritu, que es recrear una foto que se hizo en Quinto de Ebro hace 100 años, con la gente de allí.