Ansó, situado en el corazón del Pirineo Aragonés y rozando el límite con Navarra, emerge como un precioso enclave medieval, reconocido como Conjunto Histórico-Artístico y miembro de la asociación “Los pueblos más bonitos de España”. Este pequeño rincón, emblemático de la provincia de Huesca, es un fascinante ejemplo de arquitectura tradicional pirenaica y un testigo viviente de tradiciones centenarias, capturando la esencia de su rica historia y cultura.
La Esencia de Visitar Ansó
Enmarcado por los impresionantes valles de Ansó y Hecho, Ansó es indispensable para quien desee adentrarse en la parte occidental del Pirineo Aragonés. La villa, más allá de su estética encantadora, se ubica en un espectacular entorno natural, ofreciendo un santuario para los amantes de la montaña y la naturaleza.
Descubriendo Ansó: Qué Hacer
Pasear por las callejuelas empedradas de Ansó es sumergirse en una cápsula del tiempo. La armonía de la piedra, la teja, la madera y la forja dibujan un cuadro de belleza rústica, donde cada rincón narra historias del siglo XIII. Los callizos, espacios únicos de medio metro, son ventanas a la vida de antaño en este valle.
Situada en el valle homónimo, junto al río Veral, Ansó no solo cautiva con su conjunto arquitectónico, sino también con joyas históricas y culturales de gran valor:
– Torre Medieval: Este torreón del siglo XVI, declarado Bien de Interés Cultural, encierra leyendas de realeza, como la cautividad de la reina Blanca II de Navarra. Forma parte de una red defensiva de torreones que marcan la historia de conflictos en el Alto Aragón.
– Ermita de la Virgen de Puyeta: Esta capilla, dedicada a la patrona del valle, es el escenario de la romería anual cada 8 de septiembre, un evento que une a la comunidad en devoción y festividad.
– Iglesia de San Pedro: Este templo del siglo XVI, con su marcada verticalidad y elementos defensivos, alberga un retablo Mayor barroco de notable belleza.
– Museo Etnológico y Museo del Traje de Ansó: Estos espacios culturales ofrecen una ventana a la vida local y la evolución de tradiciones, como el Traje Ansotano, celebrado nacionalmente por su singularidad y antigüedad.
El Entorno Natural de Ansó
La aventura continúa más allá de la villa, en los valles de Ansó y Hecho, donde la naturaleza invita a ser explorada a través de senderos como el del valle de Aguas Tuertas o el bosque de Gamueta. La Foz de Biniés y la Selva de Oza son otros ejemplos magníficos del paisaje que rodea Ansó, ofreciendo rutas de senderismo que revelan la majestuosidad del Pirineo.
Rutas de Senderismo y Más
Ansó es un punto de partida excepcional para numerosas rutas de senderismo que se adaptan a todos los niveles de experiencia. Desde el idílico valle de Aguas Tuertas hasta los ibones de Acherito y Estanés, el entorno ofrece un espectáculo de naturaleza en estado puro. La ruta al valle de Zuriza, especialmente en otoño, promete una explosión de color y belleza sin igual.
Un Viaje a Ansó
Ansó no es solo un destino; es una experiencia que combina historia, cultura, naturaleza y espiritualidad. Una visita a esta villa medieval durante la Semana Santa o en cualquier época del año promete ser un viaje enriquecedor y memorable, donde cada paso revela la belleza inalterada del Pirineo Aragonés.
