Cada año, más de 800 estudiantes extranjeros eligen Zaragoza como ciudad para su programa Erasmus.
El programa Erasmus es una puerta de entrada para estudiantes ávidos de aventuras académicas y culturales. Sin embargo, en los últimos años, una nueva tendencia ha estado ganando impulso: combinar la experiencia de intercambio cultural con la oportunidad de adquirir habilidades profesionales a través de las prácticas Erasmus.
Este enfoque innovador ofrece a los estudiantes una perspectiva única, ya que les permite sumergirse en una cultura extranjera mientras desarrollan competencias valiosas para su futuro profesional. Este es el caso de Louane, una estudiante francesa de 20 años que decidió instalarse en Zaragoza para realizar su pasantía gracias al programa Erasmus+. Estudiante de idiomas extranjeros con cursos especializados en comunicación y marketing, Louane decidió embarcarse en una experiencia de pasantía en el campo de la comunicación, en Zaragoza.
Elegir la ciudad de Zaragoza como destino para su pasantía fue una decisión llena de significado para ella. Después de haber realizado un programa Erasmus como estudiante en la misma ciudad, decidió quedarse aquí, una elección motivada por la comodidad. “Ya tengo mi habitación, mis amigos, me ha gustado mucho la ciudad y la vida aquí”, explica Louane. A pesar de que consideró inicialmente ciudades más grandes como Barcelona o Madrid, Louane encontró en Zaragoza un ambiente acogedor y enriquecedor que la atrajo.
Desde la redacción de artículos hasta la gestión de campañas de marketing, Louane ve sus prácticas como una oportunidad para explorar su interés en la comunicación digital y adquirir experiencia práctica en el campo.
“Es muy importante para una empresa tener una buena comunicación”, asevera Louane.
La estudiante francesa eligió el campo de la comunicación con el objetivo de realzar su trayectoria académica, con la esperanza de ingresar el próximo año a una escuela de comunicación. Ya que, según comenta Louane, la comunicación refleja lo que la empresa desea compartir, creando de cierta manera la imagen de la empresa.
Los retos de la transición Erasmus: desde las aulas universitarias hasta el mundo laboral
Así, las dos situaciones Erasmus, como estudiante y como pasante, son bastante diferentes. Aunque pesar de tratarse del mismo entorno, el ambiente cambia de forma significativa. “Al principio, era muy fácil integrarse con los otros estudiantes porque todo el mundo está aquí para la misma razón”, comenta. “Encontrar a gente, crear amistad…”, expone Louane.
De esta manera, no todo es tan fácil durante esta segunda experiencia. La transición de estudiante en la universidad San Jorge a pasante puede presentar desafíos únicos: es un poco más difícil conocer gente fuera de la universidad.
El viaje como forma de aprendizaje
Para aprovechar al máximo esta experiencia, Louane ha viajado mucho por toda España. Ha admirado ciudades como Madrid, Valencia y Barcelona con su familia, además de hacer road trips con amigos. Uno de sus recuerdos más hermosos que conserva fue un viaje por carretera con amigos: “Visitamos en un día Bardenas Reales, Balpalmas, los Mallos de Riglos y fue un día increíble”, comenta la estudiante, quien recuerda con especial cariño el magnífico atardecer en la cima de Bardenas Reales, momentos que describe como “inolvidables”.
Tal y como Kevin Kelly dijo: “El viaje sigue siendo la forma de aprendizaje más intensa”. Esta es la forma de aprender que eligen casi 14 millones de estudiantes Erasmus desde la creación del programa en 1987. A estos últimos, Louane les aconseja que no tengan miedo. “Todos vienen a hacer la misma experiencia, todo el mundo quiere conocer gente”, apunta. Según ella, las reuniones de la asociación Erasmus son la puerta de entrada fácil para salir y conocer gente. Después de todo, es importante recordar que todos vienen por la misma razón: “vivir una experiencia única”.
