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20 abril 2024

Ruta de Caesaraugusta (III): Museo de las Termas Públicas

Zaragoza es la única ciudad romana que tuvo el privilegio de ostentar el nombre completo del emperador César Augusto y recibió el rango de colonia inmune de ciudadanos romanos. Sus vestigios de la época imperial son todo un tesoro y se recogen en una ruta de museos que se puede hacer a pie: Museo del Foro, Museo del Puerto Fluvial, Museo de las Termas Públicas, Museo del Teatro (el mejor conservado). Es una ruta histórica pero muy didáctica, perfecta para hacer en familia. Un viaje en el tiempo para conocer el centro político y los edificios más emblemáticos.

Integrado dentro de la conocida como ruta de Caesaraugusta, el Museo de las Termas Públicas rememora la historia de este centro de esparcimiento de la vida romana. Alzadas en una zona estratégica entre el Foro y el Teatro, las termas públicas se trataban de recintos públicos para el baño y respondían a una función social y política. La dilatada actividad de estas termas abarca desde el siglo I d.C. hasta comienzos del siglo IV.

Punto de encuentro de la alta sociedad romana

Los primeros vestigios de estas termas fueron hallados en 1982 tras realizar unas obras en las calle San Juan y San Pedro. Más allá de la función puramente purificadora y limpiadora, este lugar servía como centro de la vida social y cultural. Prueba de ello son las actividades que realizaban en las instancias como leer, pasear, escuchar música, leer poesía o practicar deporte. No existía un determinado orden de recorrido, según el gusto personal de cada uno alternaban baños calientes con fríos. Hombres y mujeres solían estar separados, ya fuera por zonas o por horarios.

termas públicas
Termas públicas de Caesaraugusta. (Foto: zaragozaguia.com)

La figura del Edil, el supervisor de las termas

Intrínseco a la vida política e institucional de Caesaraugusta, existía un cargo de suma importancia. El edil era el encargado de supervisar la administración, mantenimiento y conservación de las termas públicas. Al ser propiedad de la ciudad, debían encontrarse bien abastecidas de agua corriente y leña.

Tal era la labor de esta figura que la visita al museo comienza con la proyección audiovisual de un edil de Caesaraugusta donde este escribe una carta a su amigo. Durante el visionado del mismo, el edil narra la amplitud y excelencia de las instalaciones, así como su recorrido y los servicios ofertados en una perfecta descripción del lugar como el súmmum del placer refinado.

museo termas
Museo de las Termas romanas en Zaragoza. (Foto: zaragoza.es)

Siguiendo el recorrido, encontrarás tres mesas retroiluminadas que sugieren la reconstrucción ideal de los restos arquitectónicos conservados. Para profundizar en la vida de las termas, una gran vitrina muestra objetos que se utilizarán para la higiene personal (toallas, peines, pinzas de depilar, ungüentarios, agujas, estrígilos) junto con varias placas de mármol decorativas de la pared del pórtico de la piscina. De manera complementaria, también se ha instalado una maqueta de unas termas, inspiradas en Los Bañales (Uncastillo).

De las letrinas a la piscina porticada

Los restos de unas letrinas en funcionamiento a finales del siglo I a.C, se corresponden a las primeras etapas de las termas públicas. De planta cuadrada, la estancia tendría capacidad para veintinueve personas. Actualmente, se ha reconstruido parte de uno de sus muros laterales, con los bancos que servían de asiento a los usuarios. El sino de estas letrinas mutó para montar sobre ellas una piscina porticada al aire libre.

termas publicas
Columnas de las letrinas en el Museo de las Termas en Zaragoza. (Foto: zaragozago.com)

De esta natatio (piscina de natación al aire libre para los romanos) de mediados del siglo I d.C., se conservan únicamente 9,7 metros de lo que construyera antaño 16 metros de longitud. Del pórtico que rodeaba la piscina (cuya altura podría haber alcanzado los 5 o 6 metros), se conservan restos de tres basas de columna y varios de sus apoyos. Además, del recubrimiento de sus paredes, se preservan varias piezas de mármol decorativas con figuras geométricas, escudos cruzados y otros motivos.

Termas privadas en la antigua Caesaraugusta

Sin embargo, el Museo de las Termas Públicas de Caesaraugusta no es el único vestigio que atestigua la vida termal de la época romana. En la calle Prudencio de Zaragoza se han hallado canales de desagüe pertenecientes a instalaciones privadas termales. Incluso en la actual plaza del Pilar se han descubierto restos de un caldarium y un frigidarium de una villa suburbana.

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