Aventura en Huesca: 13 actividades en el paraíso del turismo activo

Por tierra, río y aire. Huesca permite disfrutar a los amantes de la aventura de más de una decena de propuestas diferentes. Tanto aquellos que disfrutan con altas dosis de adrenalina, como para los que prefieren tener los pies en el suelo encontrarán en la provincia una actividad a su gusto en cada época del año.

Desde blancas estaciones de esquí que salpican en invierno el Pirineo aragonés, hasta las aguas bravas de los ríos que bañan el Altoaragón. La provincia de Huesca se ha convertido en las últimas décadas en un referente del turismo activo, con diferentes propuestas perfectas para el invierno, pero también para cuando asoman los rayos de sol y el calor invita a refrescarse.

Todo en una provincia que tiene mucho que ofrecer al turista en otros planos, como el gastronómico, el cultural e incluso el del astroturismo, gracias a que la contaminación lumínica es muy baja y sus cielos de buena calidad para observar el firmamento.

Pero antes de mirar a las estrellas, comenzamos en los ríos un recorrido por Huesca, que transcurrirá también por sus picos nevados, sus senderos e incluso por su cielo.

En el Pirineo nacen ríos como el Aragón, uno de los principales afluentes del Ebro; el Cinca, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, o el Gállego, bañado por numerosos barrancos.

Así, estas fuentes de agua son el escenario en el que se desarrolla uno de los atractivos turísticos más importantes para muchas zonas: las actividades acuáticas de aventura.

Esta riqueza fluvial hace que los deportes de aventura en el agua, también en embalses, sean una de las alternativas más potentes en cuanto a turismo de aventura en Huesca. Por ello, son varias las empresas especializadas que podemos encontrar en este ámbito, como Kayak Campo, Nómadas del Pirineo o Eseraventura.

1. Kayak, una opción para navegar en aguas tranquilas

El embalse del Mediano, en Sobrarbe, o el de Barasona, en la Ribagorza son algunos de los lugares en los que se puede practicar kayak en aguas tranquilas. Algunas empresas ofrecen también rutas por el río Ésera o por el Cinca.

2. Barranquismo, un deporte rey

Si hay un deporte de aventura rey en los Pirineos y en la Sierra de Guara es el barranquismo, que se practica en los cañones o en los barrancos de un río. En esta zona son numerosas las empresas que organizan estos descensos de barrancos en las zonas como Ordesa, Bielsa, Boltaña, Ainsa o Torla. Uno de los atractivos de este deporte es que en el recorrido por el barranco se realizan saltos, bajadas por toboganes, a veces algunas partes a nado y, por supuesto, descensos haciendo rapel.

3. Rafting: toboganes, cascadas y mucha diversión

El rafting goza ya de una notable popularidad entre las actividades de aventura de la provincia de Huesca. Un “chute de adrenalina” que consiste en descender un río siguiendo la corriente a bordo de una balsa y que se realiza con empresas especializadas, que proporcionan a los aventureros todo el material y las indicaciones necesarias. En la provincia de Huesca, dos de los enclaves más habituales para realizar rafting son el río Ésera y el río Aragón.

Uno de los mayores atractivos de este deporte es que se realiza en grupo, con amigos o en familia, con algunos recorridos aptos para que puedan participar también niños.

En los valles del Pirineo que cuentan con estación de esquí, la nieve es el principal motor económico.

Sus estaciones dan trabajo durante la temporada de invierno a unas 1.300 personas, cifra que se multiplica casi por 10 si tenemos en cuenta los empleos indirectos.

4. Esquí alpino y esquí de fondo

En Aragón se cuentan 6 estaciones de esquí alpino: 4 en Huesca y 2 en Teruel. Si ponemos el zoom en las oscenses, encontramos: Candanchú, Astún, Formigal-Panticosa (ambas son parte de una) y Cerler. Esta variada oferta atrae cada invierno a miles de turistas aragoneses, nacionales y de Francia, que ven en los Pirineos no solo el lugar idóneo para practicar su deporte favorito, sino también para disfrutar de la gastronomía de la zona, el ambiente nocturno y el entorno natural que rodea estas estaciones. Además, se practica el esquí de fondo en estaciones como la de Linza, Llanos del Hospital, Oza-Gabardito y Pineta.

Pero los atractivos de estos valles no se circunscriben ni mucho solo a la temporada de nieve. En este artículo te ofrecemos una serie de planes para hacer en verano en pistas de esquí aragonesas, para que sigas disfrutando cuando desaparece la nieve de rutas en telesilla o del tren turístico más alto de Europa: el tren de Artouste.

5. Raquetas para caminar sobre la nieve

Otra opción de desplazarse por la nieve y disfrutar del paisaje son las raquetas de nieve, unos utensilios que se acoplan a las botas. Esta especie de senderismo por la nieve es una práctica muy habitual en el Pirineo oscense en invierno, debido a que no entraña la dificultad de otros deportes de nieve como el esquí o el snowboarding. Sin embargo, para aquellos que no conocen la zona o se inician en las raquetas, lo más recomendable es que cuenten con un guía de montaña que acompañe al grupo en su travesía. En este sentido, existen multitud de empresas que brindan este servicio.

Por ejemplo, el Espacio Nórdico de Pineta ofrece la posibilidad de recorrer la zona con raquetas de nieve para grupos con niños, de adultos o para deportistas más experimentados, capaces de realizar ascensiones. Depende de las condiciones de la montaña y del nivel del grupo, es posible llegar al pico Comodoto o al Pic Aiguillette, para disfrutar de unas magníficas vistas del valle.

La ruta circular al espolón O Forato, la vuelta por el Balneario de Panticosa o el Ibón de Piedrafita son otros de los lugares indicados para practicar raquetas, como recoge este artículo de Travesía Pirenaica.

Además, los amantes de la montaña pueden disfrutar de una serie de deportes de aventura todo el año: desde la escalada, hasta la marcha nórdica o la espeleología, para descubrir los secretos que guardan las grutas del Pirineo.

6. Escalada para los más experimentados

Los imponentes Mallos de Riglos, en el Prepirineo oscense, son uno de los lugares privilegiados de los escaladores aragoneses y de aquellos que nos visitan para practicar este deporte. De hecho, son conocidos entre los practicantes de toda Europa. Pero, como explica este artículo de Huesca La Magia sobre lugares de escalada en la provincia, otros lugares emblemáticos son Vadillo, con el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara como telón de fondo, o el Congosto de Olvena, en la Comarca del Somontano de Barbastro.

7. Vías ferratas: una alternativa cada vez más popular

Aunque este deporte también transcurre por paredes rocosas, no es tan exigente como la escalada y permite que te ayudes de elementos artificiales (como peldaños, pasamanos, puentes o clavijas) en la progresión. Aún así, hay que contar con una buena preparación física y es recomendable contar con formación en montaña para realizarlas o acudir acompañado de un profesional. Por ejemplo, en la Hoya de Huesca podrás encontrar seis vías ferratas: Canal del Palomo, Peña de San Miguel, Peña Amán, Peña Ruaba y la de Riglos. Otras de las vías ferratas más famosas de Huesca son la de Peñas Juntas (Bierge), la del Castellaso (Sesué) o la de Santa Elena (Hoz de Jaca).

8. Marcha nórdica con bastones

La marcha nórdica ha ido ganando popularidad en Aragón en los últimos años por los beneficios que aporta este deporte, que permite trabajar gran parte de la musculatura del cuerpo a un ritmo vivo y con el impulso que nos proporcionan los bastones característicos de esta actividad.

Conscientes del tirón que tiene esta actividad, para la que solo se necesitan unos bastones y unas zapatillas, turismo de la Comarca de Somontano de Barbastro ha preparado unas guías de ‘nordic walking’ por la zona de Guara Somontano que incluyen la visita de parajes como la Ermita de Santa Águeda, el Puente de Famillosa o la Muela de Terreu.

9. Senderismo: la belleza de Huesca a través de sus caminos

Una forma estupenda de conocer Huesca es a través de su tupida red de senderos. De hecho, como recoge la Diputación Provincial de Huesca, en el Altoaragón hay más de 5.000 kilómetros de senderos balizados.

Algunas de las rutas más conocidas y populares entre montañeros y senderistas en el Pirineo son la del Ibón de Plan o Basa de la Mora, que permite llegar hasta un espectacular glaciar, el Ibón de Plan; la de Cola de Caballo por la senda de los cazadores, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido; y la de los Llanos de Larri, en el mismo entorno y que permite descubrir cascadas, un bosque de hayedos o transitar entre los picos Pineta y Focarral.

10. Huesca en bici: cicloturismo y MTB

¿Imaginas recorrer el entorno de Ordesa, de Guara o del Castillo de Loarre en bicicleta? Huesca es también una provincia que disfrutar pedaleando, bien como cicloturismo y en actividades en familia o en grupo, o con bicicleta de montaña, para los más deportistas. Aquí podrás encontrar diferentes rutas de BTT, de carretera y de cicloturismo, aptas para diferentes tipos de público.

11. Adentrarse en cuevas mediante la actividad de espeleología

Adentrarse en una cueva en el corazón del Pirineo es otra de las posibilidades que nos ofrece el turismo de aventura en la zona. Existen varias empresas de turismo de aventura que permiten conocer de la mano de un guía las formaciones rocosas que el agua ha ido tramando con el paso del tiempo. Excursiones que transcurren entre estalactitas, estalagmitas, columnas, banderolas y riachuelos, en muchos casos, aptas para familias.

¿Y si cambiamos la perspectiva y descubrimos el Pirineo aragonés a vista de pájaro? Es lo que ofrecen actividades en la provincia como el parapente o las tirolinas, que se han popularizado en los últimos años en la Comunidad.

12. Parapente para sobrevolar valles, ríos y montañas

Volar en parapente sobre la provincia de Huesca permite descubrir desde el cielo valles, montañas, ríos y pueblos, y, en definitiva, ver el Pirineo de una forma muy diferente. Aunque esta actividad solo es apta para los más aventureros, hay que tener en cuenta que siempre se va acompañado de un piloto profesional, en vuelos biplaza en los que se indica qué hacer en todo momento.

Uno de los lugares más emblemáticos para hacerlo es Castejón de Sos, un bello enclave de vuelo libre, con una escuela de parapente en marcha desde 1990. Su actividad permite sobrevolar, con 1.350 metros de desnivel, el Valle de Benasque y el río Ésera, y atravesar con el viento en la cara pueblos como Arasán, Liri y Castejón de Sos.

13. Tirolina para conocer el Pirineo aragonés desde el cielo

Aragón es tierra de tirolinas en gran formato. Nos centramos en las dos que hay en Huesca, aunque en una visita al Matarraña los amantes del turismo de aventura no podrán eludir la de Fuentespalda, la más larga de Europa.

Tirolina en el Valle de Tena (Hoz de Jaca)

1 kilómetro de longitud, 120 metros de altura y 90 km/h son algunos de los datos más interesantes de esta propuesta aventurera: la tirolina doble más alta y larga de Europa como indican en la página de la Tirolina del Valle de Tena. Ofrece unas vistas espectaculares, no solo de día, sino también de noche, ya que brindan la posibilidad de realizar un “vuelo nocturno”.

Tirolina Ordesa Pirineos (Fiscal)

Y, hablando de récords, la nueva tirolina del Pirineo, ubicada en Fiscal, es nada más y nada menos que la más rápida del mundo, alcanzando hasta 160 km/h. Situada entre Jaca y Aínsa, este viaje por las alturas ofrece unas vistas privilegiadas del Parque de Ordesa y Monte Perdido a lo largo de 2 kilómetros y con 400 metros de desnivel. Como indican en la web de la Tirolina Ordesa Pirineos, es además la segunda más larga de Europa y ofrece tours individuales o en pareja, con grupos de hasta ocho personas.