El Producto Interior Bruto de Aragón aumentó un 0,7% en tasa trimestral durante el segundo trimestre del año, frente a la caída del 0,5% del primer trimestre de 2021.
Por su parte, en términos interanuales, el PIB de Aragón anotó un crecimiento del 17,4% en el segundo trimestre de 2021, frente a la caída del 3,0% registrada en el primer trimestre del año.
Desde el punto de vista de la demanda, la evolución seguida por la economía aragonesa se explica por el notable comportamiento de la demanda interna, ya que la demanda externa habría contribuido de forma ligeramente negativa a la evolución del PIB aragonés. Respecto a la evolución de la demanda, destaca el gasto en consumo final de los hogares que repuntó en Aragón un 17,5% anual, y el consumo de las Administraciones Públicas aragonesas que anotaba un aumento del 4,6% anual en primavera. Igualmente destaca la inversión en bienes de equipo, que registraba una tasa de variación positiva del 52,9% anual.
Respecto al sector exterior, tanto las ventas exteriores aragonesas de bienes y servicios como las importaciones se incrementaron, estas últimas con mayor intensidad.
Desde la óptica de la oferta, en el segundo trimestre del 2021 todos los sectores productivos de la economía aragonesa registraban tasas de variación interanual positivas, a excepción de la agricultura.
En cuanto al mercado de trabajo, la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2021 mostraba un buen comportamiento, tanto en comparación trimestral como interanual, con sendos incrementos del empleo acompañados de disminuciones del número de parados.
Por lo que respecta a la economía del conjunto del país, la economía española volvía al terreno positivo y experimentaba un robusto crecimiento consecuencia, por un lado, de la notable contribución positiva de la demanda interna al crecimiento anual del PIB, y por otro, de una ligera aportación positiva de la demanda externa. Desde el punto de vista de la oferta, todos los sectores anotaban importantes crecimientos en términos interanuales, a excepción de la agricultura que registraba una tasa de variación anual negativa.
En el plano internacional, durante el segundo trimestre de 2021, tal como se esperaba, se ha producido un fuerte rebote de la economía mundial, con abultadas tasas interanuales de crecimiento del PIB en la mayor parte de los países, ya que la comparación se realiza con un segundo trimestre de 2020 donde la explosión de la pandemia provocó con carácter generalizado confinamientos de la población, restricciones a la movilidad y ceses de actividad productiva. Durante el verano continuaba el dinamismo de la actividad económica, con la creciente participación del sector servicios, además de las manufacturas. Los rápidos avances en la vacunación de la población, particularmente en las economías avanzadas, han permitido contener los rebrotes de contagios y muy especialmente los ingresos hospitalarios y las muertes. Todo ello ha redundado en avances hacia la normalización de la movilidad de las personas y el levantamiento de restricciones en numerosas actividades terciarias relacionadas con el ocio y el turismo.