¿Cómo fueron tus inicios?
Mi hermano y yo siempre decimos que mi padre, Alfonso Sesé, puso la base de lo que hoy es el grupo. En 1965 puso en marcha en Urrea de Gaén, un pequeño pueblo de Teruel, su actividad de compraventa de productos agrícolas. Cayó enfermo y fue a los años cuando mi hermano y yo decidimos crear nuestra empresa de transporte y ¡fíjate cómo ha cambiado!
Hemos crecido y evolucionado. Nos hemos especializado en logística, en servicios industriales, ecommerce… y hoy por hoy, cubrimos todas las necesidades de la cadena de suministro. Trabajamos para estar a la vanguardia en Investigación e Innovación de tecnología y sistemas.
Hoy contamos con un equipo de 10.000 profesionales repartidos en 20 países; con una flota de 3.000 unidades y realizamos 12.000.000 de ensamblajes al año. Facturamos 750 millones de euros al año.
Ana aunque eres empresaria ¿A lo largo de tu carrera te has encontrado obstáculos por ser mujer?
He tenido suerte. Yo siempre he estado en la parte administrativa de la empresa y me he dedicado a trabajar, trabajar y trabajar. Es verdad, que al estar desde el inicio dentro de la empresa no me he encontrado ninguna barrera por ser mujer. Sí que lo puedo ver cuando hay mujeres que acceden desde fuera y más cuando son para puestos de dirección.
¿Qué políticas tenéis desarrolladas para una igualdad real dentro de la empresa?
En nuestro grupo, en la parte corporativa, el 70% somos mujeres. En la parte logística y en el transporte, como es lógico, la mayoría son hombres.
Trabajamos por la igualdad. Por eso hemos desarrollado diferentes políticas de igualdad y de conciliación. Actualmente, tenemos implantadas medidas como: la adaptación de jornada, flexibilidad horaria para padres y madres con menores de 12 años a su cargo o reducciones de jornada por guarda legal.
¿Qué cualidades destacas como más importantes para acceder a puestos responsabilidad?
Algo que siempre hemos tenido presente en nuestra casa: querer hacer las cosas bien. Pero, también, respetar a los demás, ponerse en su lugar y ayudarles aquello que sea posible. En dos palabras, esfuerzo y empatía.
Qué es lo mejor de ser empresaria…
Te podría decir que la libertad de depender de tus decisiones, aunque suponga una mayor responsabilidad que, a veces, no te deja dormir…(risas), pero lo mejor es saber que estás realizando un proyecto tuyo, en este caso de mi hermano y mío.
¿Qué os preocupa o que retos tenéis por delante?
Nos preocupa la seguridad y salud de todos nuestros profesionales y, nuestro objetivo clave, es el de Cero accidente. Por eso, hacemos mucha formación y prevención. Asimismo, estamos concienciados con reducir la huella de C02.
Pero la pasión de Ana es la Fundación Sesé que lanzó hace casi 10 años y de la que es Presidenta. Con esta Fundación, dice, quiere contribuir a una sociedad más próspera.
¿En qué consiste el trabajo que lleváis a cabo?
Es una organización no lucrativa que nace con el objetivo de contribuir en la mejora del bienestar y en la calidad de vida de las personas. Apostamos por la igualdad de oportunidades. Por eso, nos dedicamos a la inclusión e inserción laboral de personas con discapacidad o riesgo de exclusión social.
¿Cuál son vuestras líneas de actuación?
Lo hacemos a través de tres áreas de actuación: formación y empleo, centros especiales de empleo y acción social.
Actualmente, tenemos dos centros especiales de empleo, uno en Zaragoza y otro en Martos (Jaen). Son centros donde proporcionamos a los trabajadores con discapacidad la realización de un trabajo productivo y remunerado y que luego facilite la integración en el mercado laboral.
En cuanto a formación y empleo, hemos desarrollado con la Fundación Down de Zaragoza el programa “Imprescindibles” un módulo formativo en labores administrativas en la que han participado 10 personas con posibilidades de inserción laboral para personas con discapacidad intelectual. Estamos muy contentos porque seis de ellos ya se han incorporado a grandes empresas como Saica o Fersa.
Tenemos una Escuela Taller sobre la digitalización de documentos que forman parte del patrimonio histórico de Aragón, financiado por el INAEM. En ella participan 10 jóvenes de entre 16 y 25 años que no han querido acabar el colegio y son consideradas como personas vulnerables.
Aunque lleváis ya unos años trabajando con personas con discapacidad, ¿Es fácil integrarlas en el mundo laboral?
La incorporación al mundo laboral está complicada para todos, por lo que, lógicamente, las personas con alguna discapacidad lo tienen algo más difícil. Aun así, nuestra experiencia en este aspecto, es muy positiva. Procuramos proporcionarles empleo, tanto a través de su contratación por empresas ordinarias como mediante su incorporación en nuestros centros especiales de empleo. A pesar de estar protegido por la Ley General de Discapacidad, las personas con discapacidad son un colectivo que necesita de un apoyo continuo, tanto por parte de la administración como del sector privado. También es verdad que, en estos últimos años, se observa una mayor sensibilidad institucional y empresarial en este asunto. Vital, en mi opinión, para conseguir una sociedad más justa y solidaria.
Y en acción social, ¿Qué proyectos estáis llevando a cabo?
Bueno, en la parte de acción social, nuestra Fundación pone en marcha iniciativas sociales muy variadas y muchas de ellas respondiendo a las necesidades actuales.
Por ejemplo, tenemos dos eventos solidarios. La Sesé Bike Tour, que justo se ha celebrado hace unos días con un total de 526 participantes y en la que se hemos recaudado 19.500 euros los destinaremos al proyecto “¡S.O.S.! Familias Vulnerables, Ucrania” poniendo el foco en la población ucraniana tras los últimos acontecimientos bélicos.
El otro evento es la Gala Musical, que la solemos hacer en el mes de noviembre. Hace dos años con el dinero recaudado hicimos la sala de cine para niños hospitalizados en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Tenemos programas de asistencia alimentaria, un comedor social en las Delicias, contamos con programas de voluntariado corporativo y colaboramos con otras empresas e instituciones como el Banco de Alimentos de Zaragoza o con Cáritas donde llevamos a cabo el proyecto A todo trapo. En fin, que no paramos.
Y para poner todo en funcionamiento, ¿con cuánta gente contáis en la Fundación?
Ocho personas trabajan en la Fundación y más de cien voluntarios, además del trabajo en Red con distintas entidades. Esto hace posible que a través de nuestras actividades podamos llegar de forma directa a casi 15.000 personas.
