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9 mayo 2024

Viabilidad económica y sostenibilidad financiera

Abrimos esta sección dedicada a dos aspectos muy relevantes en la gestión empresarial: la viabilidad económica y la sostenibilidad financiera. Valga anunciar que la finalidad de esta sección es acercar estos dos conceptos, en términos llanos, a quienes tengan encomendada la difícil responsabilidad de gestionar una empresa. 

Una empresa es económicamente viable cuando es capaz de generar beneficios suficientes. Ello quiere decir que su cifra de ventas le permite cubrir todos los costes del ejercicio y, a su vez, generar un remanente que resulte atractivo para sus propietarios. Se trata de un aspecto estrechamente relacionado con la actividad económica y, en particular, con la cuenta de pérdidas y ganancias. 

Por su parte, la sostenibilidad financiera tiene que ver con la capacidad de hacer frente a las obligaciones de pago de manera ordenada. Nos estamos refiriendo, por tanto, a la tesorería necesaria para poder desarrollar cualquier actividad económica.

La supervivencia de la empresa dependerá de ambos aspectos, pues tanto unas ventas adecuadas como una tesorería suficiente son necesarias para que la empresa siga operando en el mercado. Ambas son necesarias y ninguna es prescindible. La cuenta de resultados es el motor de la empresa y la tesorería es la gasolina que lo alimenta.

Los próximos artículos de esta sección estarán dedicados a proporcionar al conductor de la empresa una serie de herramientas básicas con las que pueda completar un diagnóstico adecuado de la situación financiera y de la cuenta de resultados.

Para conocer la situación financiera de la empresa, es necesario acudir a su balance de situación. Este estado contable se compone de dos elementos contrapuestos, pero íntimamente relacionados entre sí: el activo y el pasivo. Mientras que el activo del balance muestra las inversiones efectuadas por la empresa, el pasivo se refiere a las fuentes de financiación empleadas para lograr dichas inversiones. De ahí podemos deducir que todo proyecto de inversión se origina desde la parte derecha del balance, es decir, desde el pasivo. Por este motivo, abordaremos en primer lugar el análisis de la situación financiera y dejaremos, para una segunda etapa, el estudio de la viabilidad económica.

Es muy habitual que las empresas vendan a crédito sus productos. Esto quiere decir que habrá que esperar un tiempo hasta que se reciba su cobro. Este plazo variará en función del poder negociador de la empresa o vendrá determinado por el sector económico en el que la compañía despliegue su actividad. Esta circunstancia, unida a la ya apuntada necesidad de financiar -y pagar- las inversiones en activos, sugiere que todo empresario debe diseñar una política financiera que resulte sostenible, es decir, que permita que la compañía pueda hacer frente, de manera ordenada, a sus obligaciones de pago en el futuro. Por este motivo, comenzaremos el estudio de la situación financiera exponiendo las principales operaciones de financiación ajena con las que se puede desarrollar una política financiera como lo son la cuenta de crédito, el préstamo bancario, el arrendamiento financiero o leasing, el descuento de efectos comerciales, así como el crédito documentario. A continuación, nos enfocaremos en los ratios de liquidez y solvencia para terminar este primer bloque con un minucioso análisis de los flujos de caja.

 La viabilidad económica constituirá el segundo bloque de esta sección. Ya hemos indicado que se encuentra estrechamente vinculada con la cuenta de pérdidas y ganancias, pues el cálculo de cualquier rentabilidad implica relacionar el beneficio de la empresa con diversas partidas que conforman las cuentas anuales. 

Abordaremos la viabilidad económica a partir de dos perspectivas: la del propietario de la empresa y la de su director general porque el primero de ellos considera al capital social como su inversión y el otro debe responder sobre la rentabilidad de los activos -de la empresa -en los que invirtió el capital obtenido a través de diversas fuentes de financiación-.

Desarrollaremos los principales ratios e indicadores que se pueden calcular para evaluar una cuestión tan importante como la rentabilidad o la calidad del beneficio de la empresa. En último término, nos referiremos al análisis vertical y al análisis horizontal. El primero de ellos consiste en relacionar cada una de las partidas de la cuenta de resultados con las ventas del ejercicio, mientras que el análisis horizontal consiste en comparar las cifras y magnitudes de la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio actual con las del ejercicio anterior o bien con las de una empresa competidora o con la media de las empresas del sector. 

 

Antonio Molinero es abogado y a lo largo de su carrera profesional ha desempeñado puestos de responsabilidad en departamentos de finanzas y administración, y de control de gestión en varias empresas aragonesas. Actualmente se dedica a la asesoría fiscal, contable y financiera, actividades que compagina con la docencia universitaria. 

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