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30 abril 2024

Mario Malo: “Japón se está volcando especialmente hacia Europa”

Mario Malo ha dedicado su carrera profesional a Japón: es profesor asociado en el Máster de Estudios Globales de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Barcelona y profesor colaborador en el Máster de Estudios Japoneses de Universidad de Zaragoza. Unos atlas despertaron su curiosidad por el mundo nipón.

Hemos tenido el placer de entrevistar a Mario Malo, uno de los ponentes de la 2ª Jornada del Ciclo de Oportunidades de Negocio en Asia sobre Japón de Go Aragón. Nos resuelve muchas dudas que podemos tener sobre la cultura japonesa y nos explica el mundo de los negocios allí en Japón:

¿Desde pequeño te atraía Japón o cuándo te empezó a atraer esa cultura?

Yo entré en el mundo japonés con catorce años, de una forma bastante fortuita. Dado que soy de un pequeño pueblo agrícola llamado Caminreal en Teruel con una población poco más de 600 habitantes, las posibilidades de entrar en contacto con el mundo nipón cuando era adolescente, eran más bien escasas. En la biblioteca del pueblo de al lado, Calamocha, que es un poco más grande, encontré unos atlas sobre historia y geografía de Japón y me puse a leerlos, porque me llamaron mucho la curiosidad.

Este hecho me estimuló tanto intelectualmente que pensé que me gustaría dedicarme a Japón y que por ello orientaría mi vida hacia esas latitudes a partir de ese momento. Con el tiempo también empecé con las artes marciales y a leer mucha historia y literatura japonesa.

Entre más bien por el mundo cultural y por el mundo marcial, no por el mundo del anime y del manga, que suele ser uno de los accesos principales. Tampoco he tenido nunca referentes alrededor que hayan tenido algún vínculo con Japón. Fue algo bastante particular.

Este interés te ha llevado a ser profesor del Máster Propio en Estudios Japoneses de la Universidad de Zaragoza. ¿Por qué es tan único?

Es el único máster hoy en día en el que solo se aborda Japón. No se abarca ninguna otra parte de Asia oriental. Es online, accesible y asequible. Hay muchos alumnos de Latinoamérica. Es un máster que tiene 60 créditos, además con profesores de muy buen nivel de muchas universidades.

Entrevista Mario Malo

¿De qué rama universitaria suelen venir los estudiantes?

Un poco de todo, porque tienes mucha gente del ámbito de las ciencias técnicas. Les interesa Japón porque es un referente tecnológico y en investigación con IA y con robots. También hay gente del mundo de las ciencias sociales o del arte.

Aquí en Zaragoza desde hace muchos años Carmen Tirado y Francisco Barberán imparten en la Facultad de Derecho y en el Centro de Lenguas Modernas derecho internacional e idioma japonés, respectivamente, por lo que muchos alumnos pasan por el máster debido a su influencia. También David Almazán, Elena Barles y Alejandra Ro, imparten el arte de Japón, en el Grado de Historia del Arte, por lo que también hay gente que he estudiado con ellos que vienen al máster del que por supuesto también son profesores.

¿Crees que la cultura japonesa es especial y peculiar?

Sí que es cierto que hay una esencialización de la cultura japonesa como algo único, particular, genuino y sin parangón. Y aunque existen prácticas culturales que al europeo común pueden resultarle exóticas, en el mundo global en el que vivimos encontramos muchas similitudes con otras zonas de Asia ya que está muy mezclado todo. Creo que es fruto de la pervivencia de cierto orientalismo y de que Japón tiene muchas herramientas de diplomacia cultural que nos hacen ver como una tierra recóndita y muy exótica.

Además, se tiende a pensar en Japón como una cultura insular muy homogénea cuando en el fondo, Japón es un mundo regionalmente bastante heterogéneo. Es cierto que Japón tiene algunas especificidades y una cultura rica y refinada, pero bajo mi perspectiva, todas las culturas tienen muchas cosas que enseñar, sobre todo desde una perspectiva antropológica. Japón es una más que a mí me atrajo especialmente.

Yo creo que tampoco se entiende Japón si no entiendes China y si no entiendes Corea, incluso la India que ha tenido una influencia cultural, sobre todo en el tema del budismo, muy importante. También históricamente han recogido muchos elementos culturales Europa y Estados Unidos (y viceversa). También lo ha integrado y reinterpretado a su manera de ahí y debido a dicha mezcolanza, es un sitio tan rico y tan interesante a explorar.

¿Qué cosas ha cogido de la cultura más occidental?

Bueno, pues, sobre todo si tenemos en cuenta que Japón recibe un impacto muy importante en el periodo Meiji. A finales del siglo XIX, llegan los occidentales que obligan al país a abrirse. Hay un montón de elementos de la esfera de las mentalidades, del campo conceptual de ilustración, tecnológicamente también… Hay que tener en cuenta que Japón envía a sus mejores intelectuales y a cuerpos de diplomáticos a Europa y a Estados Unidos para aprender cómo funciona la técnica y el pensamiento occidental.

Las leyes alemanas, la educación británica y la francesa, todo esto lo llevan a su país desde el siglo XIX y lo han incorporado en diferentes períodos. Japón también tuvo sus propias características autóctonas en el desarrollo de su propia modernidad, pero el impacto occidental es muy grande.

¿Qué le puede chocar más a un español de la cultura o de la forma de vivir de Japón?

Yo creo que lo que más remarcan especialmente las personas que han tenido un contacto con Japón, es la responsabilidad colectiva y cómo la normatividad social hace que la gente se guíe por unas pautas previsibles. Hay mucha presión social en todos los aspectos, porque hay mucha expectativa de como tú te tienes que comportar.

Cuando va un español allí normalmente le llama la atención la limpieza, la baja tasa de criminalidad, la gastronomía, el funcionamiento preciso del transporte público… Son muy puntuales en general, aunque generacionalmente va cambiando. Son sofisticados también en muchos sentidos, por ejemplo los silencios tienen mucho peso. Hay que entender también los mensajes que da el lenguaje corporal y las cosas implícitas sin tener que verbalizarlas.

¿Estas reglas tan marcadas las están intentando romper los jóvenes?

Sí. Poco a poco, claro. Hoy en día hay que tener en cuenta que Japón tiene casi 126 millones de habitantes. La gente joven, especialmente la que ha tenido más conexión más internacional y la que ha salido de su país, tiene una mentalidad, menos insular. Las percepciones tradicionales se van deshaciendo porque conocen otras formas de vida, con otras normatividades.

Viven de una forma más distendida e intentan superar esa presión social. Los jóvenes cada vez están menos de acuerdo en aceptar las jerarquías tradicionales, aunque siguen estando operativas. Las startups japonesas, como tienen un componente internacional muy grande, impactan mucho también en el cambio social, porque ya no funcionan como las empresas tradicionales.

¿Qué es lo que más les gusta a los japoneses de España?

Dependería mucho de sí es un turista de primera vez o se trata de una persona recurrente. Por un lado, está la gastronomía, porque regionalmente tenemos una gastronomía muy rica. Les llama la atención mucho algunos alimentos como el conejo, ya que allí apenas se come porque culturalmente lo ven como algo muy kawaii. También las tapas y todo el hecho social que las rodea.

Muchos aman también el deporte. El fútbol español es una de las referencias internacionales más potentes que tienen. Los que vienen por primera vez suelen ir a Barcelona, Madrid o Granada por ese encanto de las mil y una noches en parte. Luego turistas que vuelven una segunda vez sí que van para zonas con cosas más especiales y más de nicho. La atracción del japonés medio por España suele ser gastronómica, cultural y artística.

¿Qué eventos y elementos de la cultura japonesa se pueden disfrutar en Zaragoza?

En la Zaragoza actual cada vez hay un mayor elenco. Hay muchas semanas culturales, por ejemplo, la propia Universidad de Zaragoza hace todos los años una semana cultural japonesa. Hay ciclos de cine de vez en cuando. Hay muchos talleres relacionados con Japón. Todos los miércoles, entre la Dra. Alejandra Rodríguez y yo impartimos en Fundación CAI un curso anual sobre la historia, la cultura y el arte japonés.

Gastronómicamente ahora hay también bastantes restaurantes nuevos ya más parecidos a lo que se puede comer en Japón, como Senbazuru en la calle del Heroísmo. Es un restaurante que ponen un buen karaage o un ramen bastante rico. En los propios centros cívicos de la ciudad hay también semanas culturales como Jotapón en el Barrio de la Jota. Ademas hay que remarcar también grupos profesionales de Taiko, como Murasaki Taiko, que tocan este instrumento de percusión japonés internacionalmente (han vuelto recientemente de Roma).

¿Hay cierto interés también por las artes marciales aquí en Zaragoza?

También. De hecho, en Jotapón organicé una exhibición de Naginata con los directores del Senpu Keikokai Dojo con buena acogida. Hay grandes artistas marciales, por ejemplo, Ana García “Kaki” que vive aquí en Las Fuentes. Tiene un gimnasio que se llama Open Gym, y es tricampeona de Europa de kata. Tenemos grandes referentes aquí en Zaragoza también en el mundo del karate y del kendo. En la universidad hay un grupo de kendo bastante potente, por ejemplo.

Actualmente internacionalmente hay dos bloques enfrentados. ¿Cómo es su posición en este tablero?

Japón está muy posicionado al lado de Estados Unidos y del bloque de la OTAN. Tiene estrategias específicas de asociación con Europa y con Estados Unidos. Por poner un ejemplo, debido a las tensiones con China en el tema de las “tierras raras” y los semiconductores, ahora se está volcando especialmente hacia Europa con algunos convenios. Además, con todo el tema de los vertidos de aguas de Fukushima, se está cerrando a la importación de productos y materias primas japonesas por parte de China, de ahí el posicionamiento actual del mundo nipón.

¿Internamente qué problemas sociales están aconteciendo en Japón?

Sigue siendo un país con una tasa de suicidios preocupantemente alta, aunque se ha ido paliando con el tiempo. También se perciben algunos problemas como el karoshi, es decir, la muerte por exceso de trabajo. Estos siguen presentes, lo que es un indicativo de cómo opera la moral del trabajo todavía. Básicamente afrontan los problemas del mundo “económicamente desarrollado” como el envejecimiento, una baja tasa de natalidad…. Cuestiones medioambientales también, relativas a todo el tema de los vertidos de agua que vienen la central nuclear de Fukushima.

En lo relativo a los problemas económicos, llevan desde la burbuja en los años noventa arrastrando una deuda interna muy grande, pero sigue siendo la tercera economía o cuarta del mundo. Cabe remarcar que tiene una diplomacia cultural muy elaborada y por eso Japón tiene una imagen internacional muy buena hoy en día, aunque existen fuertes rencillas con los chinos y coreanos por cuestiones históricas.

De esta relación con otros países y un poco ya tocando la conferencia, ¿qué oportunidades de negocio pueden encontrar los empresarios españoles en Japón?

Hay que tener en cuenta que en la Unión Europea tenemos unos estándares de calidad muy altos, pero Japón también. Protegen mucho el producto interno, y sobre todo importan productos de altísimo valor añadido. Primeramente, aquí tenemos un sector agropecuario bastante desarrollado. Sobre todo, hablando de Aragón, exportamos productos como el jamón, el vino o incluso aceite del Bajo Aragón.

Hay que remarcar que somos una potencia mundial en el aceite de oliva de alta calidad. El vino, como digo, también ha sido en las últimas décadas uno de los productos estrella. Los vinos franceses han estado también ahí. Los vinos de California, los de Sudáfrica y los chilenos parecen que tienen un peso ahora importante, pero el sector de vino español sigue siendo grande ya que tiene mucho prestigio.

Cada vez regionalmente se conocen más en Japón ciertos productos. De hecho,  hay restaurantes vascos, andaluces, gallegos y de otras regiones de España operados incluso por gente de aquí. El sector turístico también tiene mucha atracción. Aquí se puede exportar un turismo de calidad.

Como cierre nos podrías dar un par de pinceladas de tu ponencia en la 2ª Jornada del Ciclo de Oportunidades de Negocio en Asia sobre Japón.

Mi presentación va a ir un poquito más orientada hacia la comunicación intercultural y hacia especialmente aquellos elementos que tenemos que tener en cuenta cuando queremos establecer relaciones comerciales a largo plazo. En Japón, aunque entienden que eres extranjero y que funcionas bajo unos parámetros culturales y de comunicación distintos, tienes que tener en cuenta ciertas formas de proceder.

El tema de la asertividad hay que evitarlo. Hay que saber leer los silencios y hay que tener en cuenta ciertas claves culturales que nos permiten tener éxito en las negociaciones. No es simplemente hacer un uso pragmático de la relación calidad-precio que tenga lo que vendes, sino cómo lo vendes, qué beneficios más allá del simple producto se establecen a largo plazo, etc.

¿Los japoneses, cuando van a negociar, entienden nuestra forma de comportarnos?

Sí, por supuesto. Pero si tú eres el que va a negociar allí con ellos, porque quieres introducir algún tipo de producto en su país o quieres exportar, estas claves creo que son fundamentales. Ellos se suelen adaptar mucho también y además muy bien a la persona con la que hacen negocios.

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