El cineasta zaragozano Hugo Ruiz obtuvo en Tribeca, el prestigioso festival neoyorkino, el premio a Mejor Director Novel con ‘Una noche con Adela’. La cinta narra en plano secuencia un ‘thriller’ por las calles de Madrid protagonizado por una barrendera a la que da vida la actriz Laura Galán
Hugo Ruiz es el primer director español en alzar un premio en el prestigioso festival de cine de Tribeca, el certamen fundado por Jane Ronsenthal y Robert de Niro que toma su nombre del barrio de Nueva York, donde se celebra.
Este cineasta zaragozano se alzó con el premio al Mejor Director Novel con su primera película, ‘Una noche con Adela’, un ‘thriller’ rodado en plano secuencia que cuenta la historia de venganza de una barrendera, interpretada por Laura Galán, en la noche de Madrid. Y a su triunfo en Tribeca se suma ahora la nominación a Mejor Dirección de Fotografía en los Premios Goya.
En una entrevista con Go Aragón, el director cuenta cómo ha resultado esta experiencia y cuáles son sus planes de futuro después de lanzar su exitosa primera cinta, estrenada en Tribeca durante el pasado mes de junio y que llegó a las pantallas españolas el 1 de diciembre.
Primera película y primer premio internacional. ¿Cómo sienta ese reconocimiento?
Increíble, fue algo muy loco porque Tribeca es uno de los festivales más importantes del mundo. Y es un festival que, históricamente, solo ha tenido dos películas españolas en ficción; ‘La chispa de la vida’, de Álex de la Iglesia, en el 2011, y ‘Grupo 7’, de Alberto Rodríguez, en el 2012. Van casi 13.000 películas de cineastas increíbles; fue una locura.
También hay nominación a los Goya…
También. Estamos nominados a mejor fotografía, que es una pasada. Nuestra película tiene un presupuesto que es unas ocho veces menor que el presupuesto medio en España. Una película tan independiente y con el poco tiempo que tuvimos para ejecutarla, que se haya colado en Tribeca, Reikiavik, Sao Paolo… Ahora me voy, en enero, a la República Dominicana porque está nominada en el Festival Internacional de Santo Domingo. Ha estado ya nominada en seis partes importantes del mundo y, en España, en otros tantos festivales.
¿Te imaginabas que con tu primera película fueras a tener tanto éxito?
Yo soy un tipo que siempre ha tenido mucha confianza. Pero es cierto que, de ahí, a ganar Tribeca es una ida de olla, porque ningún español lo ha ganado y allí va gente muy buena. Yo me esperaba que ‘Adela’ me diera alegrías, pero esto… Entre la crítica americana tuvimos unas treinta críticas abrumadoras, que parecía que las había escrito mi madre.
Es una película rodada en plano secuencia, ¿por qué te decantaste por esta opción?
Cada palabra del guion la escribí para estar rodada así. Yo estaba viendo una película alemana, ‘Victoria’, en la que la protagonista es Laia Acosta, y que cuenta en plano secuencia la historia de una chica española en la noche berlinesa. Me gustó mucho y pensé que me fliparía contar una historia así, un plano secuencia por la noche. Yo, desde pequeño, siempre he tenido una especie de obsesión con los barrenderos. Pensé que debería contar la historia de una barrendera; además, de una barrendera poderosa. Y creé la historia.
¿Ha sido muy difícil, técnicamente, rodar todo en plano secuencia?
Muy complicado. La técnica es complicada, porque al ser en plano secuencia tienes que sacrificar ciertas cosas y el tempo es distinto. No te puedes ni imaginar la presión que supone para todo el mundo, porque son planos muy largos y tiene que salir todo perfecto. Primero tenía que ensayar con los actores, pero luego también tenía que ensayar la coreografía de una hora y 45 minutos de la cámara. Ahí no hay nada al azar. Pero tuve al director de fotografía, Diego Trenas, que está nominado al Goya, que es un ‘crack’. Al final, pudimos hacer algo que es muy complejo, pero mira si me gustó que la siguiente película también va a ser así.
¿Va a haber continuación, entonces?
‘Una noche con Adela’ pertenece a una trilogía. Ya tengo escritos los tres guiones, que son ‘Una noche con Adela’, ‘Dante de noche’ y ‘La noche de Domingo’. Son tres historias autoconclusivas y que suceden en la misma noche y la misma ciudad, Madrid. Y habrá vasos comunicantes, de manera que cuando veas ‘Dante de noche’, te darás cuenta de que está pasando a la vez que ‘Una noche con Adela’. Pero no tiene nada que ver una con otra. La segunda es una historia de cine tarantiniano con influencias de cine quinqui. Cuando la gente vea el final de esta película le va a volar la cabeza.
Para el papel protagonista has contado con Laura Galán, ¿cómo ha sido trabajar con ella?
Increíble. Es una pedazo de actriz que no te puedes ni imaginar. Yo había escrito el papel para Itziar Castro, porque Laura aún no era nada conocida; había hecho ‘Cerdita’, el cortometraje. La película ya la había rodado, pero todavía no había salido. En el impasse en el que estaban los representantes de Itziar leyendo el guion, me entró el ‘reel’ de Laura Galán y cuando la vi dije: ‘es Adela’. Quedé con ella para hacer una lectura y a ella el guion le flipó. A los dos o tres días me contestaron los representantes de Itziar que le había gustado el guion, pero les dije que ya no. De Laura no te puedes imaginar el bicharraco interpretativo que es, lo que le exigí, lo que hizo, que es súper complejo emocionalmente…
Creo que tu primera cámara llegó a los 35 años. Ha sido una evolución larga, pero efectiva…
Soy autodidacta y siempre he querido ser cineasta, desde pequeño. Tenía mi cuarto empapelado con las biografías de directores y de actores, cuando otros chavales tenían a Sabrina y a Samantha Fox. A los 19 años, por circunstancias, tuve que vivir ciertas experiencias, pero sabiendo que me iba a ir hacia el cine. Conocí a mi mujer a los 31, me casé a los 33, me estabilicé y a los 35 es cuando hice mi primer corto. Le pedí ayuda a gente del medio en Aragón y nadie me hizo caso. Al final, empecé con mi primo Mike Barreto y luego contacté con un grupo de estudiantes, El Montecito, que estaba formado por Camino, Diego, Antón y Lucas. Estaban recién salidos, creo que aún estaban haciendo las prácticas. Y fueron los únicos con los que conecté. Con ellos empecé.
Siendo director zaragozano, ¿cómo ves el panorama aragonés del cine?
Creo que hay un talento de la hostia en Aragón, hay gente buenísima. También es cierto que estoy bastante desconectado de lo que pasa aquí, pero creo que deberían ser un poco más colaborativos entre ellos. La experiencia que he vivido es que hay muy poca colaboración y eso hace que quizás no tenga tanta fuerza como quizás pudiera tener. Pero es una opinión.
¿Juzgas entonces bien que se hayan dado pasos como crear un clúster del sector audiovisual?
No tenía ese dato, pero me parece genial y ojalá eso haga que vayan todos a una. Y lo que de verdad digo es que, si alguien está empezando y tiene interés, tenga la edad que tenga, que lo arropen y que se preocupen un poco por él. ¿Por qué Federer, Nadal y Djokovic han sido tan buenos? Porque los tres están mejorándose. A mí me encanta encontrarme con directores que son ‘cracks’; da gusto, aprendes de ellos. Es una pena porque hay grandísimos talentos aragoneses.
