Queremos proponerte un viaje por la gastronomía de la provincia turolense a través de algunos de los restaurantes de Teruel. En ellos podrás disfrutar de productos como el Jamón de Teruel DOP, la trufa, el azafrán y otras delicias que protagonizan muchos de los platos de la cocina de la zona. Siéntate a la mesa porque empezamos ya.
Yain (Teruel)
En el Yain trabajan sobre todo con producto de cercanía, por eso es uno de los mayores exponentes de Teruel en la llamada cocina de mercado. Entre sus especialidades destaca el bacalao, que preparan hasta en cuatro elaboraciones diferentes. Y si prefieres la carne, no te pierdas la pluma de ibérico de Teruel asada a baja temperatura o la paletilla de ternasco de Aragón. Uno de sus responsables, Raúl Igual, ha ganado varios premios como sumiller, entre ellos el de mejor de España en 2010, así que es casi obligatorio echar un vistazo a la carta de vinos.
Alizia casa de comidas (Albarracín)
Este restaurante abrió sus puertas en julio de 2020 y en pocos meses se ha convertido en una de las paradas obligadas para quien visita Albarracín. Su pequeño y coqueto comedor, adornado con mucho mimo, es un lugar idóneo para disfrutar de propuestas como el cremoso de patata asada, pulpo y pato ahumado, el steak tartar de ciervo de los Montes Universales o la tartita de queso de Albarracín con helado de tomillo.
Método (Teruel)
Este restaurante apuesta por lo que denominan “cocina lúdica”, que combina pasión, esfuerzo y diversión para acercar el espíritu urbano a la cocina. Con esa idea, abren las puertas a la cocina más experimental y ecléctica, con la incorporación de nuevas técnicas. Una de sus especialidades es el atún rojo Balfegó, uno de los mejores del mundo, que cocinan al estilo andaluz, japonés, guisado, en escabeche o con cecina.
El Convent 1613 (La Fresneda)
En pleno Matarraña encontramos este hotel cuyo restaurante también da especial importancia al producto de temporada. Lo demuestra con platos como el gazpacho de melocotón, tomate y hortalizas con virutas de cecina de vaca y helado de oliva negra, o el tartar de atún rojo de Balfegó elaborado al momento.
Mención aparte para su impresionante salón acristalado que, como el resto del hotel, forma parte de la estructura de una iglesia del siglo XVII.
El Batán (Tramacastilla)
Es el único restaurante de Teruel con estrella Michelín. El Batán está situado en un pueblo de 68 habitantes, acostumbrados a recibir cada día a comensales que desean experimentar la cocina creativa y moderna que propone el establecimiento, emplazado en una hospedería. Su carta da protagonismo a productos de la provincia como la trufa fresca, el jamón o el azafrán, presentados en diferentes texturas y trampantojos que juegan con el visitante. Si a ti también te apetece hacerlo, podrás elegir entre dos opciones de menú, uno de inspiración tradicional y otro más experimental.
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La Fondica (La Puebla de Valverde)
Otro restaurante ubicado junto a un hotel, La Fondica propone la recuperación de sabores y recetas clásicas desde un punto de vista actual, reinterpretando platos tradicionales.
Su carta es cambiante, según la estación, para que el producto de temporada sea el protagonista. Es difícil decidirse entre tan suculenta oferta, pero podemos recomendarte las migas de pastor con huevo en dos cocciones, fruta natural y trufa o el secreto de cerdo de Teruel macerado en hierbas locales y rustido.
La Menta (Teruel)
Otro clásico de la cocina turolense, aunque en sus fogones huyan precisamente del clasicismo, apostando por una oferta culinaria moderna basada en el producto fresco. Una de sus especialidades es el taco de pierna de Ternasco de Aragón. Además, para aumentar su oferta gastronómica, en 2016 llegó la gastrotaberna Locavore, anexa al restaurante, que además cuenta con una tranquila terraza en el centro de la ciudad. Ambos establecimientos, situados tras el Mausoleo de los Amantes, conforman una de las propuestas culinarias más interesantes de la capital turolense.
