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20 abril 2024

Los castillos más emblemáticos de Huesca

Si Aragón es el reino de los 1.000 castillos a Huesca le corresponden casi un millar de los mismos. Hemos escrito anteriormente sobre los castillos de Aragón y hemos realizado varias rutas para ver varios de ellos, hoy sin embargo vamos a centrarnos en los castillos que consideramos más  impresionantes de la provincia de Huesca, aun sabiendo que nos vamos a dejar muchos en el tintero.

Como es bien sabido la reconquista del territorio a los musulmanes es la causa de esta proliferación de castillos. En los condados históricos de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, se construyeron las primeras fortificaciones defensivas y, a medida que los cristianos avanzaban hacia el sur, estas construcciones crecieron en tamaño e importancia y su influencia se extendió a las tierras bajas de la provincia. Durante estos primeros tiempos de la Reconquista, los castillos de Huesca siguieron una tipología basada en la idea de fortaleza-iglesia, que en tiempos de paz evolucionó hacia un nuevo patrón de castillo-palacio más adecuado a una sociedad señorial establecida en el siglo XIV.

Castillo de Loarre

Castillos de Huesca. Loarre
Castillo de Loarre

El Castillo de Loarre es probablemente el castillo más conocido de Aragón y el monumento más importante de su estilo en toda España. A menudo se considera la fortaleza románica mejor conservada de Europa, lo que la convierte en uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil románica que pueden visitarse en la actualidad. Desde su privilegiada posición, el castillo de Loarre domina gran parte de la Hoya de Huesca, lo que permite entender su papel estratégico en la histórica expansión del reino aragonés hacia el sur durante el siglo XI. El castillo de Loarre volvió a ser protagonista cuando el director de cine Ridley Scott vino a rodar varias escenas de la película El reino de los cielos.

Castillo de Ainsa

En la actualidad, en el lado oeste de la plaza mayor de la ciudad se levanta el castillo de Ainsa, construido en el siglo XI como parte de la línea de defensa del Sobrarbe contra la población musulmana del sur. Posteriormente, en el siglo XVII, la política defensiva de Felipe II ante posibles invasiones francesas llevó a reforzar las estructuras originales de la antigua fortaleza. A partir del siglo XVIII, el castillo fue abandonado paulatinamente, aunque durante el siglo XIX se utilizó como fortaleza militar en varias ocasiones. El aspecto actual de la fortaleza es el resultado de las sucesivas restauraciones llevadas a cabo a lo largo de su vida centenaria, en particular las secciones construidas durante el siglo XVII. Destaca el muro sur con su paseo transitorio. Además, el castillo de Ainsa alberga el Museo Ecológico de la Fauna de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, así como la oficina de turismo de la región. En el Patio de Armas se celebra cada año el Festival del Castillo de Ainsa.

Castillo de Montearagón

Castillos de Huesca: Montearagon
Castillo Montearagon. foto: patrimoniodehuesca.com

Situado entre Huesca y Barbastro, entre las localidades de Loporzano y Quicena, el castillo de Montearagón fue un elemento clave durante la Reconquista, ya que aquí se organizó la toma de Huesca. Fue fundada por el rey Sancho Ramírez, que vivió allí y celebró las reuniones de las “cortes” en sus pisos hasta su muerte en 1094. Tras la conquista de Huesca, el papel militar del castillo perdió su importancia y adquirió una nueva orientación religiosa. En el siglo XIX, el desamortización de Mendizabal y un incendio que afectó gravemente a sus instalaciones provocaron el declive del conjunto, que sin embargo fue declarado Monumento Nacional en 1931.

Castillo de Alquezar

Castillos de Huesca: Alquezar
Castillo de Alquezar

La primitiva fortaleza de Alquézar fue construida por orden de Jalaf Ibn Rashid como defensa contra los grupos cristianos del norte. En 1067, el pueblo fue tomado por Sancho Ramírez y se convirtió en una fortaleza cristiana contra los musulmanes. En esta época se construyó la Real Capilla de Santa María, lo que confiere a este edificio la clásica doble función de iglesia-fortaleza. El aspecto actual se debe a las sucesivas reformas de los siglos siguientes, que lo convirtieron en el símbolo absoluto del pueblo.

Ciudadela de Jaca

También conocida como Castillo de San Pedro, la Ciudadela de Jaca fue construida originalmente por Felipe II como parte de la línea defensiva contra nuevas incursiones francesas como la que sufrió el Valle de Tena en 1592. El arquitecto de la fortificación fue el italiano Tiburzio Spanocchi, que siguió la línea habitual de las construcciones defensivas de la época. Entre las dependencias interiores se encuentra la capilla de San Pedro, de estilo barroco, y un curioso museo de miniaturas militares.

Castillo de Monzón

Castillos de Huesca. Monzon
Foto: Francisco Martinez Arias from Monzon, España, CC BY 2.0

Encaramado en una colina, el castillo de Monzón preside la ciudad. Se puede ver desde cualquier rincón de la ciudad. Construida en el siglo X durante la dominación musulmana, esta fortaleza pasó a manos cristianas en 1085 tras ser conquistada por Sancho Ramírez. En el testamento de Alfonso I el Batallador se nombra a la Orden del Temple como propietaria del castillo, lo que supuso una época de esplendor como cabeza de un vasto patrimonio. Bajo los templarios, este castillo fue testigo de importantes acontecimientos como la educación del joven rey Jaime I. Tras la desaparición de la Orden, el castillo de Monzón pasó por varios señores, lo que supuso el inicio de su decadencia. Son famosas sus recreaciones templarias que realizan cada año en honor a Miguel de Montrodon

Actualmente el castillo se puede visitar digitalmente gracias al metaverso.

Castillo de Fantova

Castillos de Huesca: Fantova
Castillo de Fantova Foto: románico Aragones Web

Quizá de todos lo que hemos expuesto este es el menos conocido pero no por ello menos fascinante. Construido a principios del siglo XI por maestros lombardos del otro lado de los Pirineos en un escarpado promontorio de 1004 m de altura. Es uno de los primeros ejemplos de fortaleza románica en el antiguo condado de Ribagorza. Su estado de conservación es notable por todos los elementos que han sobrevivido. Entre ellas, la torre circular de casi cinco metros de diámetro y dieciocho de altura. Junto a ella se encuentra la capilla de Santa Cilia, cuyo campanario semicilíndrico fue diseñado originalmente para ser otra torre. Del complejo original se conservan varios tramos de muralla. La torre es circular con un diámetro de 4,55 metros, 2 metros de grosor y 18 de alto. Tiene un espacio hueco de 16 m2, muy similar al de la torre de Viacamp con 16 m2, 15 m2 la de Laguarres y 15 m2 la de Montañana

 

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