La Villa de Aínsa está considerada uno de los pueblos medievales más bonitos y mejores conservados de España. Situado cerca del Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, Aínsa se construyó en el siglo XII con el fin de proteger el Condado de Sobrarbe. Una bella fotografía aldeana donde confluyen los ríos Ara y Cinca, envuelta por la imponente Peña Montañesa. Visitar Aínsa es remontarse siglos atrás, un viaje en el tiempo hacia el medievo que no deja indiferente a nadie.
Aquí te contamos los imprescindibles de esta villa:
La Plaza Mayor de Aínsa
Una de las plazas medievales mejor conservadas del mundo. Rodeada de porches de estilo románico, constituye el centro vital del pueblo atesorando gran parte de la riqueza original arquitectónica e histórica. Escenario de ferias y mercados, cuya pintoresca tradición se conservan hasta nuestros días con la Ferieta de Aínsa, y la ExpoFeria del Sobrarbe. Aunque la más destacable se trata de la Morisma de Aínsa. Una escenificación bienal acontecida en el mes de septiembre que rememora la reconquista de Aínsa en el siglo VIII durante el reinado de Garci Ximenez.
Casco histórico de Aínsa
El casco antiguo de la Villa está catalogado como Conjunto Histórico-Artístico. La mejor opción para conocerlo es deambular por sus pedregosas calles en busca de los más recónditos lugares, así como de las curiosidades y secretos que guarecen en su interior. Además, si eres amante de la etnología, en Casa Latorre se sitúa el Museo de Oficios y Artes Tradicionales.
No olvides visitar la Cruz Cubierta, un pequeño templete próximo al castillo, en el que cuenta la leyenda del milagro de la aparición de una Cruz de Fuego sobre una carrasca. De este modo, se cree que los cristianos lograron salir victoriosos frente a la invasión de las tropas musulmanas en la reconquista de Aínsa.
Iglesia de Aínsa
Corazón del casco histórico de Aínsa, conserva el encanto del pueblo medieval y forma parte del Conjunto Histórico Artístico de Aínsa. Un monumento que data de finales del S.XI y mediados del S.XII, esta iglesia fue construida en sillería de piedra arenisca, constituyendo una de las máximas expresiones del Románico del Alto Aragón. En zonas del interior como el claustro, se funden elementos de otras épocas de estilo sobrio como el gótico y el románico.
Castillo de Aínsa
Al oeste de su Plaza Mayor, declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico, se asienta sobre un antiguo emplazamiento musulmán el Castillo-Fortaleza. En sus inicios fue utilizado como reorganización de la frontera meridional de Sobrarbe y fortificación frente a los territorios de dominación musulmana del S.XI. Su parte más antigua es la Torre del Homenaje, construida sobre restos árabes y rodeadas de un recinto amurallado. En su interior aún se pueden apreciar sus muros románicos, aunque daten del S.XVII.
Cada año en el mes de julio, en el Patio de Armas del Castillo de Aínsa se celebra el Festival Internacional de Música Castillo de Aínsa, una puesta en valor del patrimonio cultural ainsetano a la par que un entorno único para dar rienda suelta a las diversas manifestaciones musicales. El castillo también alberga en su interior el Eco Museo de la Fauna Pirenaica, gestionado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, dispone de 12 ámbitos expositivos sobre la biodiversidad pirenaica y un parque zoológico. Además, en la visita tendrás la oportunidad de conocer la historia y características de la zona, su flora y su fauna. También se encuentra el centro de información del Geoparque de Sobrarbe y Pirineos, donde puedes conseguir muchísima información de rutas y excursiones por la zona.
Saborea la gastronomía del Sobrarbe
No es ningún secreto que la comarca de Sobrarbe se presta como un entorno único donde se juntan el buen comer con la belleza paisajística. Así lo atestigua El Callizo, restaurante de Aínsa incluido en la exclusiva guía Michelín, destacado con una de sus deseadas estrellas. Ubicado en el corazón de la Plaza Mayor, se encuentra el reconocido Restaurante Bodegón Mallacán, de 2 Tenedores, en el interior de la casa medieval de finales del S.XI, declarado Monumento Histórico Artístico.
Si eres un amante de la cerveza, no te puedes ir de Aínsa sin degustar la cerveza artesanaelaborada en La Rondadora. Cerveza blanca de cuatro maltas y cuatro lúpulos, esta bebida forma parte de la tradición de la zona.
